Alquileres: cuando la devolución de la fianza se convierte en un problema
La devolución de la fianza en los alquileres en Vitoria a veces es un problema
La fianza es un trámite imprescindible para alquilar una vivienda. Y la exigencia de hasta dos o tres mensualidades como garantía encarecen el acceso al alquiler. El problema llega al abandonar el piso y reclamar la totalidad de la fianza. Argumentos como la falta de limpieza, desgastes por el uso o pequeños arreglos hacen de la devolución de las fianzas un camino tortuoso.
El Gobierno Vasco exige depositar un mes de fianza. A ello se suma en Vitoria habitualmente una fianza extra, e incluso un tercer mes de fianza. El precio de los alquileres en Vitoria ronda los setecientos euros, hacer frente al pago de las fianzas puede conllevar un gasto elevado.
"Reclamar no compensa"
La abogada Gracia Herrera explica que en los últimos meses, tras el confinamiento, se han incrementado los casos de caseros que ponen problemas para devolver la fianza. "Últimamente me están viniendo más casos, no es algo muy habitual en el tiempo pero sí he notado un incremento", explica Herrera. "Sobre todo cuando no se establece un vínculo de afinidad entre el arrendador y el inquilino se utilizan esas fianzas para pagar gastos de limpieza, de pintura o gastos que, si no hubiera inquilinos, serían gastos de conservación".
"Si lo que te quitan son doscientos o trescientos euros es difícil que el inquilino vaya a un abogado a protestar, porque lo que le va a cobrar va a ser más que lo que el arrendador le está restando". En muchos casos el inquilino se enfrenta a un problema de indefensión: "El arrendador suele tener la sartén por el mango".

Coronación es el barrio con más alquileres de Vitoria.
Ante esta indefensión muchos inquilinos se guardan un as en la manga. "Hay inquilinos que tienen un mínimo de experiencia y el último mes no lo pagan, para que se lo cobren de la fianza. Ahí le dan la vuelta a la tortilla". "No es algo que esté bien hecho", matiza Gracia, "porque realmente tienen que pagar su mensualidad, pero cada uno se vale de sus medios para protegerse". En los demás casos la opción que queda es reclamarla.
Una vez hay una mediación se suele solucionar. Cuando hay un gasto imputable al inquilino "se intenta llegar a un acuerdo". Pero otras veces es un abuso evidente: "Hay abusos que se reclaman y se ganan".
"El último caso que me ha llegado es el de una señora mayor que arrendó su casa. La entregó limpia a tres varones que no tenían el mismo concepto de limpieza que la propietaria. La señora hizo unas fotos remarcando la suciedad, aunque no parecía estar excesivamente sucia", explica Gracia, "y dices, bueno, esto está usado pero no es una porquería". En este caso concreto van a tratar de convencer a la señora de que no tiene razón. "Si los inquilinos no llegan a venir a nuestro despacho, la señora no les devuelve la fianza", cuenta Gracia.
La fianza no está para ahorrar costes de conservación al propietario
"La señora quería una empresa de limpieza que lo dejara todo al detalle, pero no consiste en eso". La fianza no está para ahorrar costes de conservación al propietario: "Un arañazo en el parqué, por ejemplo, son cosas del uso; o una marquita en una silla".
"El desgaste habitual por el uso tanto del mobiliario como del inmueble es algo que el arrendador tiene que asumir como un coste del alquiler que percibe. No puede pretender que todo lo que perciba sea un ingreso limpio y que no tenga ningún gasto. Ese no es el concepto del alquiler", concluye Gracia. Son situaciones que llegan a su despacho cada vez más a menudo desde el confinamiento.
El parqué y la cuota de la comunidad
Desde Aboaser, Óscar Baro explica que en la mayoría de los alquileres "todo fluye". "Cuando hay problemas suele ser por falta de pago y deriva en otros problemas", aunque lo mayoría de los alquileres que gestionan en esta gestoría "son conocidos entre sí" o gente que ha acreditado ampliamente poder hacer frente a las rentas de los alquileres. Una acreditada solvencia suele ser a menudo una de las razones que justifican un menor número de mensualidades como fianza.

Los arañazos y el estado del parqué suele ser una de los argumentos principales de los caseros para descontar dinero de la fianza.
"Por lo que más protesta la gente es por los parqués", explica Baro: "El propietario tiene que entender que, si lo has alquilado tres años, el deterioro del parqué le corresponde al propietario".
Es recomendable que sea el casero quien pague la cuota de la comunidad, aunque luego lo repercuta a los inquilinos
Otro problema suele ser la cuota de la comunidad, y aquí recomienda que sea el casero el que pague la cuota. "Vemos mucho en Vitoria que la cuota corre a cargo del inquilino, insistimos en que sea el propietario el que se encargue de la cuota de la comunidad. Se pueden crear deudas importantes con la calefacción central y el agua". Recomienda que este gasto esté domiciliado a la cuota del casero para evitar posibles desacuerdos y deudas a futuro. Aunque el gasto en sí pueda estar repercutido posteriormente a los inquilinos.
"No creo que Vitoria sea un foco de problemas con los arrendamientos", matiza Baro. Y es que en Vitoria tampoco hay tanto alquiler como en otras ciudades como Madrid, por ejemplo. "Aquí hay mucha compra", explica.
La fianza del Gobierno Vasco: ¿dinero a adelantar?
En Gestoría Anitua señalan que uno de los problemas es la devolución de la fianza depositada ante el Gobierno Vasco. "Los arrendadores devuelven las fianzas a los inquilinos antes de que a ellos se la devuelva el Gobierno Vasco". El Gobierno Vasco tiene hasta tres meses para devolver esa fianza, aunque suele tardar entre mes y medio, dos. Siempre se devuelve dentro de los plazos. "Pero hay inquilinos que necesitan esa fianza para irse a otro piso, entonces el propietario decide adelantar el dinero", explican desde Anitua.

Repintar las paredes, salvo casos extraoridnarios, no debería descontarse de la fianza por considerarse un gasto de conservación.
Desde Fincas Armentia explican que el propietario no tiene obligación de adelantar el dinero. "Bastante que el Gobierno Vasco se queda con ese dinero, que ni le va ni le viene, como para que encima el casero tenga que adelantarlo". Aunque coinciden en que, en cuanto le devuelvan la fianza al casero, tiene que entregársela al inquilino.
No es habitual que haya problemas entre inquilinos y propietarios
De hecho, a veces ocurre que el inquilino deja el piso mejor que cuando se lo alquilaron. Al inquilino no le interesa que tengan que mandar una empresa a limpiar y se lo descuenten de la fianza. "Intentamos siempre mediar y que haya buen entendimiento, no solemos tener problemas con inquilinos y propietarios, no es lo habitual", explican desde Fincas Armentia. "Los caseros que tengo la han devuelto, no he tenido ninguna mala experiencia", coinciden desde Gestoría Anitua.
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