Dobles filas en los colegios: ¿inevitables?

14 noviembre, 2013

Las imágenes que ilustran este artículo, tomadas este miércoles, son habituales a diario en nuestra ciudad. La necesidad de los padres por acercar a su hijo al colegio se mezcla con la falta de aparcamiento y las prisas. Las dobles filas son algo habitual en la mayoría de centros. Marianistas, Corazonistas, Abendaño, San Viator o […]

Las imágenes que ilustran este artículo, tomadas este miércoles, son habituales a diario en nuestra ciudad. La necesidad de los padres por acercar a su hijo al colegio se mezcla con la falta de aparcamiento y las prisas. Las dobles filas son algo habitual en la mayoría de centros. Marianistas, Corazonistas, Abendaño, San Viator o Sagrado Corazón son tan sólo algunos casos, pero que se repiten en la mayoría de centros de Vitoria. En algunos casos como Manuel Iradier los problemas de atascos son constantes, al tratarse de una de las vías más transitadas. Los padres olvidan que hay cientos de conductores transitando por la zona y paran su coche sin importarles el embotellamiento que pueden provocar. También en Koldo Mitxelena y Madre Vedruna se forman considerables retenciones con la entrada y salida de los jóvenes.

Muchos conductores denuncian la pasividad de la Policía ante estas actitudes. Sin embargo, en la mayoría de los centros hay presencia policial. Desde el Departamento de Seguridad Ciudadana confirman que hay orden de intentar evitar las dobles filas, aunque al mismo tiempo reconocen que es imposible. Por ello, el objetivo de los agentes es que, quien para frente a los colegios, no esté más tiempo del imprescindible. Es decir, que la doble fila no se prolongue más allá de la bajada de los pequeños. La Policía Local entiende que ésta es la única forma de llegar al Centro para muchos alumnos. Por eso, tal y como ha podido comprobar GasteizHoy, los agentes hacen la vista gorda. Tan sólo actúan cuando la doble fila se alarga más tiempo.

Estas dobles filas son cada vez más habituales. Y es que la ampliación de la ciudad en los nuevos barrios periféricos contrasta con la ubicación de la mayoría de los centros. Mientras la mayoría de los jóvenes viven en Lakua, Zabalgana o Salburua, estos barrios apenas tienen centros de enseñanza. Y los autobuses escolares han ido desapareciendo en muchos centros.  Los jóvenes de la ESO cada vez utilizan más las bicis o el transporte público, pero los más pequeños no suelen tener otra alternativa que no sea el coche de los padres.

Por otro lado los conductores critican la permisividad de la Policía Local en estos lugares, mientras en otras zonas los agentes impiden de forma directa la doble fila, aun cuando se trate de zonas y vías secundarias con poco tráfico.