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Irantzu Lekue realiza una instalación artística de 10.000 botellas

29 diciembre, 2016

Durante todo el jueves se instalarán 10.000 botellas en Sagües, que se iluminarán al anochecer

La artista vitoriana Irantzu Lekue está instalando hoy la obra 'Joan Etorrian', una obra efímera en la que 10.000 botellas dispuestas en forma de laberinto trasladan los mensajes recogidos en todo Gipuzkoa. La instalación artística une arte, reflexión y deseos y tendrá lugar en Sagüés. 

En las 10.000 botellas se han guardado las opiniones de los guipuzcoanos sobre este año cultural, y que han conformado la imagen de una huella dactilar laberíntica. “La persona, ser social por naturaleza con ansias de búsqueda, avanza o retrocede en el proceso de vida y muerte, dejando huella, creando conexiones con otras personas y generando nuevos caminos. Es por lo que, agrupando las 10.000 botellas en líneas curvas y orgánicas, como ríos vidriosos, se conforma el laberinto natural: la huella dactilar; el corazón de los dedos, destinados a palpar, percibir y sentir”, ha expuesto.

Lekue ha buscado aplicar el mito de Teseo y el minotauro a su instalación. En este sentido, ha indicado que el laberinto simboliza “la vida, la muerte y el renacer” y querpresenta “el camino tortuoso, lleno de equivocaciones que hay que recorrer para encontrar el centro del yo y la sabiduría”. Asimismo, ha explicado que la huella dactilar es “la marca que dejamos con nuestra presencia, con el modo de ser, con las formas de hacer. Y es un proceso alargado en el tiempo; una voluntad de recorrer camino que marca la ruta, al igual que el hilo que utilizó Teseo para lograr encontrar al Minotauro”.

No obstante, en la obra de Lekue el hilo rojo, “la fuerza motora que nos impulsa a avanzar”, no llega al centro del laberinto, reflejando la idea de que el que transita el enrevesado camino está “siempre pendiente de llegar a su destino: los deseos”.
Lekue también ha recordado el origen de la instalación: “Hemos llamado a participar a la ciudadanía de Euskal Herria, para que expresen sus sueños y reflexiones sobre la cultura y nos introduzcan en botellas”, ha explicado la artista, quien ha añadido que “cada botella contiene la esencia de cada persona, transformándose a su imagen”. La artista ha explicado que las botellas han pasado de “dar forma al vacío” a ser “un elemento portador de sueños, ilusiones, deseos, críticas, alabanzas o del propio vacío”. De esta manera, muestran “el interior de cada persona, su personalidad y creatividad”.

  • Obra efímera

Junto a Irantzu Lekue, quince voluntarios han comenzado a trabajar a las 6.00 horas y continuarán con su trabajo hasta las 24.00 horas de hoy para así poder dar “vida” a una instalación “cambiante” y, a la vez, “efímera”, dado que desaparecerá con la medianoche. “Se trata una oda a lo urbano, mediante el uso objetos cotidianos del día con un nuevo significado”, ha afirmado.

A la hora del crepúsculo, las 10.000 botellas se iluminaban para “resignificar” su contenido. Las opiniones, los pareceres de los guipuzcoanos “se convertirán en arte”.

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Arte que será construido entre “todos y todas en una obra que debe servir como cierre en clave de crecimiento y aprendizajes. Porque Donostia 2016 será en el futuro, a partir del 1 de enero de 2017, aquello que hayamos sido capaces de aprender, de crecer como ciudadanía”, ha subrayado.

La artista contemporánea vasca ha adelantado que “será una obra de gran impacto visual”, “probablemente una de la instalaciones artísticas de mayor tamaño que se ha realizado hasta la fecha en Euskal Herria ya que estará compuesta por 10.000 objetos intervenidos”.

Durante todo el jueves se colocarán en Sagües las botellas una a una

Espectacularidad visual “que será perfecta para fotografías, pero… basada en la reflexión y en la participación ciudadana” lo más importante según la creadora alavesa. “Se trata de una obra diferente. Que tiene como inspiración el Land Art pero redefiniendo, adaptando su concepto a lo urbano”.


La obra comenzará a instalarse antes de que amanezca, y durante todo el día se irán creando y colocando una a una las 10.000 botellas, con su mensaje dentro. Al caer la noche las botellas se iluminarán: “Estoy especialmente motivada con el proyecto porque me permite trabajar en la calle, donde la gente más se sorprende, donde más interactúa con las piezas, donde pregunta, se enfada o sonríe. Ese es mi hábitat natural: el arte social y las calles”. Según ha adelantado, la instalación artística versará sobre el concepto de huella "pero en clave de laberinto".

No es la primera instalación de gran formato que la artista realiza en la calle ya que en abril del 2015 llevó a cabo la instalación “El Príncipe y el pueblo” en el centro de Vitoria. Sus instalaciones artísticas se caracterizan por estar compuestas de reiteraciones de objetos cotidianos que se distribuyen a través del espacio, descontextualizando el objeto y dándole un nuevo significado.

Una botella con GPS trasladará al mar los aprendizajes de la Capitalidad Europea de la Cultura

  • Sigue en directo la instalación

La iniciativa culminará con el lanzamiento al Cantábrico de la botella-GPS de los aprendizajes de DSS2016. “¿Cuántas veces nos hemos preguntado dónde acabaría una botella que arrojamos al mar? ¿si la recogerían en Nova Scotia o en el Caribe? ¿Será raptada por algún monstruo marino? ¿o llegará a su destino?”, se ha preguntado Lekue recordando la novela de Nicholas Sparcks “Mensaje en una botella” o las “20000 leguas de viaje submarino” de Julio Verne.

“Vamos a hacer la prueba. Queremos monitorizar los movimientos de la botella de los aprendizajes DSS2016. Tirarla al mar con una selección de mensajes y… poderla seguir a través de internet”. Un proyecto que tiene su parte onírica, su parte constructiva y su parte artística.