Dos junteras, entre la derecha y la derecha

20 junio, 2011

El destino político de Álava se definirá en los próximos días. Para ello, aún queda lo más importante y decisivo: que las dos junteras electas de Ezker Batua definan y aclaren el sentido de su voto. En el seno de la formación parece que no está claro el rumbo que debe tomar la formación de […]

El destino político de Álava se definirá en los próximos días. Para ello, aún queda lo más importante y decisivo: que las dos junteras electas de Ezker Batua definan y aclaren el sentido de su voto. En el seno de la formación parece que no está claro el rumbo que debe tomar la formación de izquierdas, y puede que la decisión de sus hermanos extremeños influya en su decisión.

El pasado 19 de mayo, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, se comprometió a evitar que el PP se haga con ayuntamientos, provincias o comunidades autónomas, siempre que esta formación pueda evitarlo. Sin embargo, ni en Extremadura ni en 60 municipios han obedecido las instrucciones de la comisión federal, y han optado por reeditar la famosa pinza que Julio Anguita y José María Aznar ejecutaron contra Felipe González en los años 90. Una pinza que, entonces, acabó reportando los mayores éxitos a la coalición de izquierdas.

Aquí en Álava la situación se puede repetir, pero en este caso Ezker Batua está a las puertas de decidir si en Álava gobierna la derecha o la derecha. Aunque en pleno siglo XXI tildar de derechas o izquierdas a un partido no deja de ser un cliché. PP y PNV están a la espera de ver la decisión que toman. Para que gobierne el PNV es necesario un acuerdo, pero para garantizar que Javier de Andrés sea el próximo Diputado General basta con confirmar lo que, hace diez días, anunciaba en su blog Nerea Gálvez: que EB votará a su propio candidato. No deja de resultar paradójico que la defensa de tu programa y su posible aplicación acaben inclinando la balanza hacia donde menos te gustaría. Pero PSE y Bildu han renunciado a sus principios y han optado por entregar un cheque en blanco para que sean otras las formaciones que ocupen el Palacio de la Provincia.

No deja de resultar paradójico que en un país en el que las minorías están fuertemente castigadas en el reparto de escaños, al final vayan a ser quienes acaben inclinando la baraja en favor de una u otra formación. En realidad, la posibilidad de decidir puede ser una perita en dulce pero también un caramelo envenenado.

Sin embargo, ni en la propia formación existe un consenso sobre la decisión final. Parte del órgano teritorial permanente de EB ha lamentado algunas de las decisiones y las negociaciones que han mantenido Nerea Gálvez y Mertxe Etxezarreta. Recordemos que un supuesto acuerdo con el PSE permitió a los socialistas obtener la Vicepresidencia Primera, pese a haber sido la cuarta fuerza en junteros. A cambio, el PSE cedió un juntero a EB para poder conformar de esta forma grupo propio. Esta decisión llevó al líder de EB, Mikel Arana, a criticar el reparto por puestos sin hablar de un programa.

Sin embargo, este mismo lunes el Coordinador de EB Araba, David Lozano, ha mostrado su respaldo a ambas junteras y ha asegurado que se está ultimando una propuesta para presionar al PNV en la negociación, con un programa e ideas concretas, y no con un intercambio de carteras.

Parece que, poco a poco, las balanzas se inclinan hacia los nacionalistas (el PNV gobernó durante dos legislaturas el Gobierno Vasco con el apoyo de EB  y de Javier Madrazo). Eso sí, a Xabier Agirre no le saldrán gratis esos dos votos que le permitirían la reelección.

Ambas formaciones son conscientes de lo que se juegan y, aunque EB tenía la sartén por el mango, la decisión de IU Extremadura puede haber llegado en un mal momento para la negociación. Y eso lo sabe Xabier Agirre, que ha atraído hoy hasta Vitoria esa "mala sensación" del territorio extremeño.  Por cierto que el propio Agirre tampoco tiene una buena experiencia de los pactos, tras el fracaso de la anterior legislatura en sus acuerdos con EA y Aralar, que concluyeron con abandonos precipitados de su Gobierno.

A falta de las negociaciones, las cartas están sobre la mesa. EB se siente cada vez más obligada, desde dentro y desde fuera, a evitar el Gobierno del Partido Popular. Pero el apoyo a otro partido de derechas (Dios, Patria y Fuero) no resulta algo cómodo, tal y como denuncia la propia Gálvez (ilegorri en Twitter) en su último post de su blog personal. Y el acuerdo se antoja más complicado aún si no consigue prebendas económicas, algo que se antoja complicado en plena crisis económica.

Así pues, la formación se encuentra entre la espada y la pared. Así que tienen que decidir entre mancharse de cal o clavarse el filo de la espada.