Educación sexual: ¿Obligatoria u optativa?
La educación sexual no está reglada en el sistema educativo, ¿cómo debería darse?
Algunas familias se llevan las manos a la cabeza alarmadas porque sus hijos reciben educación sexual en clase. Pero la necesidad de una educación sexual está más presente que nunca. Las instituciones vascas y españolas cada vez dan más importancia a esta necesidad y utilizan campañas de sensibilización para concienciar.
Aún así, una cosa es impulsar campañas y otra cosa es impulsar la educación sexual en el sistema educativo. Y es que no existe una asignatura de educación sexual y lo poco que reciben los alumnos es mediante pinceladas o parches de profesores y sexólogos.
¿Pero pensáis que es necesario la educación sexual en las aulas? ¿Debería ser asignatura obligatoria? ¿U optativa? ¿Y no darla en las aulas alavesas?
Mikel Resa, sexólogo, educador y miembro de Sidalava, Comisión Anti Sida de Álava, lleva 25 años ofreciendo charlas a alumnos de varias generaciones alavesas. Él conoce de primera mano cómo está la educación sexual en nuestras escuelas. Por eso este educador lo dice alto y claro: la educación sexual debería ser obligatoria en toda la etapa educativa.
Y no, la educación sexual no es únicamente "genitales" y prácticas sexuales. La educación sexual abarca mucho más que eso. Enseña a los alumnos valores y conocimientos para entender:
- Lo que soy.
- Lo que tengo.
- Lo que hago con lo que tengo.
Y, a su vez, educar a los niños para que se acepten, se conozcan, se expresen y se respeten. Por eso, Mikel plantea lo siguiente: ¿Alguien estaría en contra de conocer su propio cuerpo? ¿De respetarlo? ¿De respetar los cuerpos de los demás? ¿De gestionar las relaciones personales? ¿Cómo te vas a relacionar con tus compañeros de clase? ¿A respetar la diversidad y la diferencia?
La educación sexual debería darse "siempre"
Mikel Resa prefiere hablar de educación de sexos más que de educación sexual ya que la sociedad relaciona la palabra "sexual" con "algo peligroso". Como las enfermedades, las infecciones o los embarazos no deseados.
Y para quitar ese estigma, Resa prefiere hablar de la educación de los sexos. Una educación que debería darse "desde siempre" en todas las etapas educativas: desde primaria hasta secundaria.
La educación sexual funciona como otra asignatura cualquiera: tiene sus ciclos y temarios adaptados a la edad de los estudiantes. "No tiene sentido hablar de embarazos no deseados en Primaria", explica Mikel.
"No tiene sentido hablar de embarazos no deseados en Primaria"
"¿Por qué no damos integrales en Primaria? Porque no estamos capacitados". Lo mismo ocurre en educación sexual. "¿Por qué no damos el Sida en Primaria? Porque el alumnado tampoco está capacitado".
Una asignatura que debería ser obligatoria y no optativa, según indica este sexólogo. "Al igual que la sociedad no se plantea la asignatura de matemáticas como optativa, tampoco se tiene que plantear la educación sexual". Pero sabe que el debate de 'obligatoria versus optativa' viene del miedo que tiene la sociedad al temario de la asignatura.
Padres y madres sienten miedo y prejuicio pensando qué harán sus hijos e hijas en las aulas, porque los adultos "piensan con sus genitales".
Los adultos tienen prejuicios de lo que sus hijos darán en clase
Mikel ha tenido que reunirse con padres y madres para explicarles qué temas se van a abordar y cómo se hará. Un contenido que sólo se cuestiona en educación sexual, porque "¿acaso nos hemos reunido alguna vez con el profesor de matemáticas para conocer qué temas darán sus hijos?", plantea.
Educación sexual se está dando siempre
Educación sexual se está dando siempre, en las aulas, en las casas o entre amigos. Y es que aunque en el sistema educativo no existe como asignatura, las familias y profesores están transmitiendo siempre valores relacionados con la educación sexual.
Un comentario despectivo del profesor hacia la homosexualidad influye en el alumnado.
Un comentario despectivo hacia la homosexualidad influye en el alumnado
"El profesorado está transmitiendo unos valores y conceptos relacionados con la educación sexual sin tener una asignatura propia". Por eso es tan importante que haya una asignatura obligatoria ya que existe "un currículum oculto".
El profesorado transmite unos valores de educación sexual sin tener una asignatura
Eso sí, Mikel se pregunta quién daría esa asignatura en caso de que existiese: si los sexólogos o el profesorado. Si la respuesta es el profesorado, "habrá que formarlo", puntualiza. No serviría de nada tener una asignatura si el profesorado no está debidamente formado para ella.
Acudir a los centros "para apagar fuegos"
Pero aunque no haya una regulación, la educación sexual tiene un pequeño hueco en las aulas de mano de los profesionales que educan mediante charlas, talleres y actividades. Unas sesiones que el propio centro escolar organiza de forma voluntaria.
Y ahí es donde entra Mikel Resa, el profesional que ha recorrido todos los colegios e institutos de Álava. Sus actividades y charlas se adaptan a las necesidades del centro escolar dependiendo de la duración de la que dispone el centro y la edad del alumnado.
Tiene dos modos para enfocar sus actividades. Desde la prevención donde se tratan los aspectos negativos de la sexualidad para prevenir lo malo: infecciones, enfermedades o embarazos no deseados.
O desde la educación que son cursos personalizados y personales hechos para el centro en los que se intenta promover los valores positivos de la educación sexual, como los deseos o la erótica. Y se aborda tanto lo positivo como lo negativo.
Lo ideal sería promover los valores positivos y negativos de la educación sexual
Lo ideal sería la segunda opción para abordar todo. Pero lo que ocurre es que los centros escolares llaman cuando hay algún problema y Mikel acude para "apagar los fuegos".
"Los árboles no dejan ver el bosque"
Pero ¿y qué ocurre cuando nos enfocamos solo en lo malo? "Que los árboles no dejan ver el bosque", expresa Mikel. "Porque si hablamos de Sida o infecciones nos quedamos con lo negativo".
La sociedad y las familias entienden "lo negativo como lo chungo". Y de ahí surgen los miedos e inseguridades sobre lo que se va a abordar en clase. Porque la sociedad todavía vive en un sistema centrado en "el coitocentrismo, en lo heterosexual y la heteronorma".
Y hasta que poco a poco no haya un cambio en este sentido, es difícil que la sociedad no se centre "en lo que pasa con los genitales". Aún así, es imprescindible que se aborden temas que son importantes para la edad adulta del alumno. Como son la identidad y orientación sexual, la comunicación entre personas, los deseos o la diversidad.
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