El Ayuntamiento se plantea prejubilar el polideportivo de Mendizorroza

El Ayuntamiento de Vitoria se plantea jubilar el Polideportivo de Mendizorroza para eventos ajenos a los deportivos. El recinto requiere de una inversión en seguridad que el equipo de Gobierno prefiere destinar a seguir adecuando el Iradier Arena.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que eventos como el Festival de Jazz han rechazado en anteriores ocasiones su traslado al coso de la Florida por la pésima acústica. La disyuntiva en el Ayuntamiento es importante: parchear Mendizorroza o seguir apuntalando el Iradier Arena.

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El pabellón de Mendizorroza, ubicado en el sur de la ciudad, forma parte del complejo polideportivo, que incluye los frontones, el Campo de Fútbol y el recinto de las piscinas. El resto de complejos han sufrido cambios de mayor o menor importancia en los últimos años, pero en el polideportivo apenas se han producido cambios. Y eso pese a que los años empiezan a ser patentes. Hay que recordar las goteras que aparecieron en unos Play Offs de Leb Plata.

Este campo es en la actualidad el lugar en el que Araski y Araberri celebran sus encuentros como local. Pero también acoge durante el año decenas de actividades extradeportivas, destacando las actividades navideñas o el Festival de Jazz. Ahora un informe llegado al Ayuntamiento desde el Gobierno Vasco  aconseja realizar una importante inversión para adecuar el recinto a eventos extradeportivos.

Las mejoras apuntan a cambios necesarios en el interior del edificio así como en las cuatro vías de evacuación. El informe también reclama la instalación de un sistema de extracción de humos y de un ascensor para poder acceder a la pista deportiva. El concejal Alfredo Iturricha ha asegurado que es necesario valorar si la inversión necesaria estaría justificada o si, por el contrario, sería mejor apostar por el Iradier Arena.

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En la pasada legislatura el PSE ya planteó jubilar Mendizorroza con la construcción de un nuevo Palacio de Deportes en Mendizabala. Sin embargo la oposición del resto de la corporación obligó a paralizar el proyecto.

El riesgo en ambos casos es evidente. El Iradier Arena va camino de convertirse en un pozo sin fondo, en el que el Ayuntamiento lleva gastados miles y miles de euros para una instalación que no acaba de ser idónea. El Festival de Jazz rechaza su traslado al coso vitoriano por la pésima acústica del recinto. Y mientras tanto Mendizorroza sigue acumulando años, con unas instalaciones cada vez más anticuadas para el segundo pabellón de Vitoria.