El Baskonia muere matando
Caja Laboral cayó eliminado en el cuarto partido de cuartos de final de la Euroliga a manos del CSKA de Moscú tras un partido épico en el que los arbitros jugaron un papel fundamental para llevarse por delante las ilusiones vitorianas. El cuarto partido comenzó con más ritmo que el miércoles. Los rusos anotaron en […]
Caja Laboral cayó eliminado en el cuarto partido de cuartos de final de la Euroliga a manos del CSKA de Moscú tras un partido épico en el que los arbitros jugaron un papel fundamental para llevarse por delante las ilusiones vitorianas.
El cuarto partido comenzó con más ritmo que el miércoles. Los rusos anotaron en un minuto los cuatro puntos que lograron anotar en seis durante el tercer partido de la serie demostrando que no iban a ser el equipo que salió vapuleado del Buesa Arena. Baskonia, por su parte, salió también dispuesto a afrontar el cara a cara sin esconderse. Mucho contacto de inicio, mucho ritmo y el público apretando desde el minuto uno en un partido intensísimo. Toma y daca en ambas zonas con ningún contendiente amilanándose en unos primeros minutos muy vistosos con intercambio de canastas y muchos puntos. Milko, Lampe, Causeur hiperactivos daban réplica al rodillo ruso que mandaba siempre en el electrónico en un cuarto precioso que terminó con 20-22.
Los de Tabak consiguieron frenar el ritmo anotador ruso en el arranque del segundo periodo y las primeras ventajas (26-22) ante el fervor de un Buesa en estado de ebullición y con un Nocioni colosal en el rebote creando muchos problemas al juego interior moscovita. Khryapa ponía fin a cuatro minutos de sequía en el mando visitante y estrechaba el marcador. La conexión Heurtel-Pleiss daba rápida respuesta pero nuevamente el cuatro ruso perforó el aro para empatar a 28. El partido era trepidante, los arbitros señalaban más contactos en la zona baskonista que en la rusa pero los de Tabak no rehuían la guerra y dos mates de Nemanja Bjelica devolvían la iniciativa al Caja Laboral. No había tregua de ningún tipo y con el Buesa Arena puesto los guerreros tomaron el camino del vestuario con 34-36 en el marcador.
En la reanudación los rusos salieron dispuestos a poner distancia en el marcador. Weems anotaba una y otra vez desde distintas posiciones para intentar lanzar al CSKA (38-46). Una técnica al Chapu dio el banderazo de salida al concierto de pito y penalizó al alero argentino para el resto del partido, permitiendo a los rusos marcharse por encima de los diez puntos (38-52). Caja Laboral lejos de venirse abajo siguió remando pese a que el trío arbitral seguía sin pasar ni una al conjunto vitoriano. Jugadores importantes como Lampe o Nocioni sumaban cuatro faltas que les obligaba a ver el partido desde el banquillo pero la diferencia no terminaba de romper en favor visitante. Con mucho empuje y corazón el Baskonia seguía en el partido pero los rusos fallaban muy poco y lograban encarar los diez minutos finales con una renta muy interesante de trece puntos (54-67).
Con mucho "Carácter Baskonia" y un San Emeterio enchufado, Caja Laboral recortó a ocho puntos cuando los arbitros volvieron a erigirse en protagonistas al pitar una nueva técnica, esta vez a Tabak por una protesta al señalar una falta en ataque a Pleiss. Los rusos no perdonaron y sumaron cinco puntos con la técnica para volver a marcharse (64-77). El equipo volvió a remar tirando de épica cuando, nuevamente, los arbitros vieron intencionalidad en un manotazo involuntario de Nocioni a Teodosic y lo señalaron ante la exaltación de un Buesa Arena que no creía lo que estaba viendo. Los tres de naranja tenían decidido quién tenía que llegar a Londres y cada reacción baskonista la cortaban de cuajo con una decisión controvertida y regalando puntos gratis al conjunto ruso. No obstante, Baskonia empujado por el público logró recomponerse por enésima vez. Heurtel y Causeur dinamitaron un partido enloquecido a base de triples logrando acercarse a tres (82-85) pero en una jugada afortunada Teodosic clavaba un triplazo de ocho metros para dar oxígeno a los de Messina. Lampe no acertó en dos ocasiones y el partido entró en su último minuto controlado por los rusos que con una nueva técnica se terminaron llevando el triunfo y el billete para la Final Four por 85-94.
Merecida clasificación moscovita puesto que en el bagaje de la eliminatoria han sido superiores. Esta noche probablemente se hubieran llevado la victoria del Buesa Arena de todas las maneras porque son un auténtico equipazo pero el arbitraje bien merecería un análisis por parte de los jerifantes de la Euroliga a los que todos los años se les ve el plumero a la hora de repartir los billetes para la Final Four.
Lo de esta noche ha sido innecesario y han estropeado un partido que hasta el descanso estaba siendo una guerra deportiva preciosa. A Baskonia no queda más que aplaudirle. Lo de hoy demuestra que este equipo tiene mucho dentro y que es capaz de sacarlo. Desgraciadamente en la Euroliga ya tendrá que ser la temporada que viene.
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