El Caminante pone en hora su reloj

21 noviembre, 2024

Los hermanos Suescun reparan y sustituyen el reloj del edificio Bankoa, inaugurado en 1985

El Caminante observa impertérrito el continuo ir y venir vitoriano desde su céntrica atalaya en la plaza del Arca. No tiene prisa. Menos ahora que ha perdido el rumbo horario. Desde hace unos días, es palpable la ausencia del reloj que presidía el recinto desde lo alto del edificio Bankoa. Un reloj que, eso sí, llevaba años sin marcar la hora.

Pero no ha desaparecido por arte de magia. Tras 39 años de marcar el paso del tiempo desde lo alto, urgía una renovación. Los hermanos relojeros Suescun son los encargados de ponerlo a punto de nuevo para que dure "otros tantos años, por lo menos".

Desde 1985 mirando al norte

Reloj plaza del Arca Caminante

El reloj se estrenó a la par que el edificio, en 1985. Un inmueble que diseñó el arquitecto Luis Peña Ganchegui a imagen y semejanza de las casa torres medievales, de gran tradición en el País Vasco. Desde entonces, fue la sede de Bankoa, el que fuera Banco Industrial de Guipúzcoa (constituido en 1975) y que en 2021 adquirió Abanca.

En todo este tiempo, el reloj ha lucido mirando al norte. Ubicación por la que ha sufrido las inclemencias meteorológicas. Y eso, claro, lo ha minado. La caja, la estructura que lo soporta, estaba ya oxidada. También había problemas con la tornillería y el propio reloj patrón, "un autómata programable que manda impulsos", empezaba a fallar.

Para "mediados o finales de diciembre" estará de nuevo instalado

"Era un reloj de muy buena calidad. Un Patek Philippe para el reloj patrón. Y de fabricación francesa, la empresa Bodet, que cuenta con muy buen género", ensalza Alfonso Suescun. Junto a su hermano Pedro, se encarga desde hace años de restaurar y mantener todos los relojes monumentales del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. También son expertos en campanas y relojería industrial.

De Francia a Bélgica

Así, no extraña que sean los encargados de dar nueva vida al reloj que marca los días de El Caminante. El objetivo es que, "para mediados o finales de diciembre" esté de nuevo montado. Mientras, son varias las tareas a realizar.

Reloj plaza del Arca Caminante

Por un lado, la esfera de metacrilato "se aprovechará", y las agujas se pintarán con un lacado al horno. Una técnica para fortalecer y mejorar su conservación, y "más duradera para estar a la intemperie", explica Alfonso.

Por otro lado, un proveedor de los hermanos Suescun fabrica la caja del reloj, su soporte. ¿Y el reloj en sí mismo? Este pasa de ser francés a belga. En concreto, de la marca clock-o-matic. "Es de calidad. Junto con Bodet, son las firmas europeas de referencia. Pero la francesa tiene un coste algo más elevado y este es más asequible", detalla Alfonso.

Antena con GPS

De esta marca serán tanto la receptora de movimientos (el motor que mueve las agujas) como el reloj patrón. Este, además, cuenta con antenaje GPS, "recibe la señal de sincronía y va clavado en la hora", asegura el maestro relojero vitoriano. Un sistema novedoso y "más fiable" que el que funcionaba hasta hace poco.

"Eran señales de radio que por las noches aumentaban la potencia para tener la máxima recepción. En esos momentos, la antena recababa la señal y, si el reloj iba algo retrasado, se ajustaba la hora", documenta. Un ejemplo de cómo avanzan los tiempos.

Una vez listos todos los elementos e instalado, el objetivo y deseo final es que la estética del nuevo reloj "no cambie mucho". Para que así, El Caminante, y el trajín vitoriano, mantengan su ritmo.