El compañero de trabajo de Javi reconoce que él lo asesinó
Finalmente no habrá juicio por el asesinato de Javi. El joven portugués ha reconocido el asesinato cometido en el garaje de Arriaga el pasado 22 de mayo y ha aceptado una pena de 10 años de internamiento y tres de libertad vigilada más otros 15 años desterrado de la provincia de Álava. El acuerdo entre la […]
Finalmente no habrá juicio por el asesinato de Javi. El joven portugués ha reconocido el asesinato cometido en el garaje de Arriaga el pasado 22 de mayo y ha aceptado una pena de 10 años de internamiento y tres de libertad vigilada más otros 15 años desterrado de la provincia de Álava.
El acuerdo entre la acusación, la fiscalía y la defensa estaba prácticamente cerrado hace ya varios días, aunque se ha hecho público hoy, evitando de esta forma que se celebre el juicio.
En un principio la fiscalía pedía su internamiento en régimen cerrado durante ocho años y la libertad vigilada con asistencia educativa de cinco años de duración. Sin embargo finalmente serán 10 años de internamiento y cinco de libertad vigilada. Actualmente se encuentra en el centro de internamiento para jóvenes de Gipuzkoa, aunque probablemente acabará su condena en prisión.
El joven portugués, que cumplió 18 años un mes después del suceso, asesinó a Javi porque consideraba que había ocupado el puesto de trabajo que a él le pertenecía. Y es que a comienzos de mayo Javi fue hecho indefinido en la empresa en la que ambos trabajaban, mientras que el joven de 17 años siguió ejerciendo de aprendiz.
Según las investigaciones, en la mañana del crimen el joven, de origen luso, se acercó hasta la vivienda del fallecido en lugar de, como era habitual, esperar a que pasase por su casa a recogerlo. Presuntamente, tras acometer su objetivo ayudado de una soga, volvió de nuevo a su casa y desde allí llamó para telefonear a la empresa, advirtiendo de que llegaría tarde porque Javi no había pasado a buscarle con su coche. Dos semanas después de este suceso el joven, que llegó a estar en el tanatorio junto a su familia, fue detenido por la Ertzaintza.
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