A la venta las entradas para el Festival Internacional de Teatro
Las entradas se ponen a la venta el día 17
El Festival Internacional de Teatro cumple cuarenta ediciones junto a un público que ha seguido con fidelidad y amplia respuesta a las propuestas dramáticas que un grupo de ilusionados profesionales del teatro se empeñaron en dar forma y continuidad. Estas cuatro décadas abriendo las puertas de los sueños han sido posibles por el respaldo de las instituciones, primero tímidamente desde el Consejo de Cultura de la Diputación, más tarde con el apoyo decido de todas ellas.
A lo largo de los años se ha convertido en una herramienta fundamental en el impulso las artes escénicas en Vitoria-Gasteiz y Álava. El festival ha abierto las puertas de las artes escénicas a miles de ciudadanos de varias generaciones, que ahora constituyen un público fiel, exigente y entendido que llena los teatros de la programación habitual.
La historia del certamen es un claro reflejo de las penas y las glorias del mundo de la farándula; luces y sombras de una iniciativa popular que se consolidó gracias al trabajo, tesón y entusiasmo de muchas personas enamoradas del arte dramático, que en los años setenta trabajaban en Vitoria, en torno a los grupos de teatro independiente. Uno de ellos, La Farándula, se encargó de organizar aquel primer Festival Internacional de Teatro de Vitoria, que se celebró del 29 de septiembre al 5 de octubre de 1975. Acertó a canalizar y dar forma a las inquietudes culturales que iban floreciendo en los últimos años de la dictadura. Cosechó un gran éxito de crítica y público, que sorprendió a propios y extraños.
[ai1ec cat_name="teatro"]De La Farándula a Denok
En aquella primera edición participaron las compañías Mediodía de Sevilla, que ofreció su primera representación en el Teatro Florida, Tábano y Els Joglars y se programaron ponencias y proyecciones, con un presupuesto de 600.00 pesetas.
Desde sus primeros años todos los esfuerzos de la organización del festival se orientaron hacia la definición del proyecto y la segunda edición ya contó con la presencia de compañías extranjeras y se fue ampliando la programación. Paulatinamente se incluyeron propuestas novedosas, como el teatro infantil, representaciones en los pueblos de Álava, nuevas sedes y líneas de trabajo y experimentación, así como la participación de compañías vascas.
La Cooperativa Denok organiza el Festival entre 1977 y 1983. En estos años el festival va logrando progresivamente gran parte de sus objetivos. Aunque el festival también en esta época estuvo influido por la fuerte politización y conflictividad social, que puso en peligro la continuidad del festival
Llegan a Vitoria trabajos de compañías como Els Joglars, Comediants, La Fura Dels Baus, Mummenschanz, Teatro Negro de Praga, La Cuadra, Lindsay Kemp, Dagoll Dagom, La Zaranda…que repetirán en posteriores ediciones.
Félix Petite
El Festival revisa constantemente sus actividades para mantener su interés y seguir siendo un evento cultural de relevancia. Félix Petite, que fue uno de sus creadores, toma las riendas del festival desde 1984 y durante 18 años más seguirá al frente de una programación con nombres como Marcel Marceau o Johnny Melvilla; Compañías nacionales como la de Nuria Espert, El Centro Dramático Gallego, La Farándula o Esperpento; grupos vascos como Maskarada, Trapu Zaharra, Bekereke y Tanttaka. El festival se abre a espectáculos de ballet y opera y se convierte en una cita cultural que cuenta con el calor del público y con una madurez, que la convierten en un claro referente teatral en todo el Estado.
El Teatro Principal
En los años setenta, Vitoria contaba con tres espacios escénicos: Principal, Florida y Guridi, Durante algunos años estos dos últimos solo abrieron sus puertas para acoger representaciones del festival, hasta que se reconvirtieron en multicines. Mientras el Teatro Principal se desmoronaba y en 1991 comenzó su restauración, tras la compra por parte del Ayuntamiento, Diputación y Gobierno Vasco. La edición de ese año del Festival de Teatro se trasladó al Centro Cívico Europa, como se llamaba entonces. Y la de 1992 regresa a un remodelado Teatro Principal Antzokia para convertirse en su sede oficial hasta la actualidad.
Pero pronto se sumaron nuevos espacios con el objetivo de que el mejor teatro llegue a otros rincones de la ciudad y teatro Beñat Etxepare y el Ipar-Arriaga se incorporan a la programación del festival. Además se decidió aumenta su duración extendiéndose a casi tres meses. Los años 90 fueron los mejores del Festival, gracias a la presencia de grandes compañías nacionales e internacionales, la respuesta entusiasta del público, y el asentamiento de secciones como Off Festival y el Teatro Infantil.
Un proyecto siempre vivo
Vitoria-Gasteiz cuenta con uno de los festivales de teatro más veteranos, incluso hoy en día, a pesar de que se hayan multiplicado proyectos similares por todos los rincones de nuestra geografía. Tantos años de trabajo y de tan calurosa respuesta del público, hacen que un evento de relevancia merezca la pena conservar, cuidar y mantener vivo. Es un acontecimiento cultural esperado todos los otoños en nuestra ciudad, tanto por parte de los ciudadanos, como por las propias compañías que desean mostrar sus trabajos en el Principal y el resto de teatros municipales.
El festival en la actualidad está organizado por la Red municipal de teatros y entre sus objetivos está el pretender ser una muestra internacional del mejor teatro que se hace en la actualidad, apostando por todo tipo de lenguajes artísticos, desde los más vanguardistas a los clásicos de siempre. Además dedica retrospectivas a autores emergentes y aboga por la promoción de las compañías locales.
En las últimas ediciones ha recuperado la creación de espacios para el debate y la reflexión sobre el medio escénico, lo que ha permitido que compañías, público y creadores, hablen, debatan y disfruten sobre la obra teatral una vez finalizada la función.
El público, protagonista de la 40 edición
El Festival Internacional de Teatro ha querido aprovechar su 40 edición para poner en valor el pasado del festival y dar protagonismo al público que lo ha sustentado durante 40 años, otorgándole una nueva dimensión.
El festival sigue más vivo que nunca, a pesar de algunas vicisitudes. Insiste de forma renovada y actual en los objetivos que motivaron su creación: ser un escaparate de las tendencias más vanguardistas de las artes escénicas nacionales e internacionales; ser un lugar de encuentro y debate de los agentes que intervienen en el teatro y dar el máximo protagonismo al público.
En esta edición el festival pretende dar un paso más e involucrar de manera activa a todas esas personas, que con su presencia año tras año, han hecho posible que el festival cumpla estos cuarenta años sobre los escenarios. Aspira a ser un punto de inflexión a partir del cual el protagonismo del público tenga un papel cualitativamente superior.
La programación contará con compañías internacionales y nacionales, teatro de vanguardia, en el que la cercanía entre actor y público constituye su principal rasgo de identidad, además de su realización en espacios no convencionales.
Se refuerza la colaboración con las compañías y actores locales con producciones propias pensadas para celebrar esta cuadragésima edición.
Tertulias entre actores y públicos, jornadas sobre diversos aspectos de las artes escénicas, radio teatro, talleres con grandes directores teatrales… complementarán esta programación especial.
El telón se levantará con una gran obra de la vanguardia europea: La última cinta de Krapp, del premio nobel Samuel Beckett, bajo la dirección de Peter Stein, uno de los más destacados directores teatrales de la vanguardia europea. Será un verdadero honor poder ver sobre el escenario vitoriano a Klaus María Brandauer, Globo de Oro por Memorias de África, protagonizando este grandísimo texto, que será estreno en España.
El cartel de este año cuenta con directores emblemáticos de la escena Europea como Declan Donellan, Peter Stein, Claudio Tolcachir y Finzi Pasca. La ciudad acogerá un estreno en España “La última cinta de Krapp” desde Alemania que abrirá oficialmente el festival el día 9 de octubre con un trío de ases: un texto del Premio Nobel Samuel Beckett, la dirección del gran dramaturgo alemán Meter Stein y la interpretación de Klaus Maria Brandauer, globo de oro por “Memorias de Africa”.
Dentro de la programación se ofrecerán un total de 36 espectáculos, entre los cuales Vitoria acogerá cinco estrenos absolutos: Cándido de Ortzai, El circo dorado de Teatro Paraíso, El beso de Tanttaka teatro, El purgatorio de Carmen San Esteban y Foto de Parasite Kolektiboa.
El festival contará además con 21 obras que podrán verse por vez primera en la Comunidad Autónoma Vasca. De todas ellas, 4 propuestas son en Euskera y 11 espectáculos de compañías Vascas.
Este artículo pertenece a la sección “Ventana Informativa” del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. El contenido del artículo traslada los mensajes que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz quiere hacer saber a los lectores de Gasteiz Hoy.
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