50 años sin el Vasco Navarro

31 diciembre, 2017

La vía verde del Vasco Navarro recorre el trazado que en su día tenía el trenico

El 31 de diciembre de 1967 la barrera del paso a nivel de la Calle Olaguibel se bajó por última vez. Fue en el último viaje del Ferrocarril Anglo Vasco-Navarro, un tren que unía Vitoria con Tierra Estella, hacia el Sureste, y con el Alto Deba, por el Norte. En su trayecto por Vitoria recorría calles como Los Herrán, José Mardones o Los Aramburu.

El del Vasco Navarro eran en total 143 kilómetros de unas vías que acercaban ciudadanos de cuatro regiones cercanas a Vitoria, aunque su construcción duró muchos años. La estación central del recorrido estuvo ubicada en la actual Calle Los Herrán, aunque cuando se construyó la Estación del Norte ésta quedó desbancada en parte. Una estación del Norte que, como su propio nombre indica, estaba ... en la zona sur de la ciudad, pero debía su nombre a la línea de Ferrocarril que unía Madrid con Irún.

En realidad, la estación del Norte estaba ubicada en el mismo lugar que la estación de ferrocarril que aún hoy conocemos en la Calle Dato, y era el nudo de conexión. El Vasco-Navarro recorría durante algunos metros el mismo recorrido que la línea Madrid-Irún. Sin embargo, tras pasar la antigua Plaza de Toros, el tramo Vitoria-Bergara se bifurcaba, y ahí es donde buscaba el camino a través de lo que hoy son las calles Los Aramburu, José Mardones y Los Herrán.

Y así, el 'trenico' abandonaba Vitoria por Eskalmendi. De hecho el trayecto de la nueva Y Vasca va en paralelo durante varios kilómetros a lo que fue el vasco-navarro. El ramal hacia Estella, mientras, se despedía en Olarizu de las vías en dirección a Irún.

  • Fotos:

Vasco Navarro

  • Problemas continuados

Pero el desarrollo del proyecto, que inicialmente buscaba unir Estella y Vitoria con Durango para de ahí enlazar con Bilbao, estuvo rodeado de cientos de problemas. El proyecto ideado e impulsado por la familia Herrán, con un proyecto inicial de 18 millones de pesetas, parecía totalmente viable y muy atractivo sobre el papel. Sin embargo, los números empezaron a bailar desde el principio.

De hecho, la quiebra de la compañía adjudicataria cuando sólo estaba en funcionamiento el tramo Vitoria-Salinas de Léniz obligó al estado a intervenir y el proyecto estuvo en un cajón hasta 1914. Fue entonces cuando, con Eduardo Dato como presidente del Gobierno y gracias al impulso de las tres diputaciones, se retomaron las obras. Poco a poco, y no sin problemas, se amplió la red. En 1919 se llegó hasta Bergara (donde enlazaba con el ferrocarril Zumarraga-Durango) y en 1929 se pudo enlazar con Estella. En 1948 se añadió un ramal con enorme pendiente que llevaba hasta el Monasterio de Estíbaliz. Según los datos que se conocen, el Vasco-Navarro llegó a mover en 1932 325.600 viajeros y 179.000 toneladas de mercancías.

Pero en los años 60 el Estado dejó de ver razones sociales en el mantenimiento de las líneas de ferrocarril y llevó a cabo el cierre y desmantelamiento de muchas de las que consideraba deficitarias, entre ellas el Vasco-Navarro, que no se pudo salvar de la quema. El 31 de diciembre de 1967 el último tren llegaba a la estación de Los Herrán. Desde entonces, el Vasco Navarro es tan sólo el recuerdo de muchos vitorianos, navarros y guipuzcoanos que se subieron a él para ir desde el pueblo a la ciudad.

Las estaciones y apeaderos de la red han corrido distinta suerte. En algunos casos los edificios fueron comprados por particulares, que reconstruyeron las paradas y hoy son elegantes viviendas. En otros casos, como en Puente Alto, hoy sólo quedan las ruinas.

  • Ruta verde y museo

Hoy en día la plataforma del Vasco-Navarro es una vía verde. El recorrido se puede realizar en bicicleta o andando, y conecta Vitoria con zonas como Estibaliz, el embalse, el Puerto d Arlabán o el puerto de Azáceta. En Álava el único punto que aún no se ha adecentado es el Tunel de Laminoria, que pasaba bajo Azáceta, y que se encuentra parcialmente inundado y no es transitable.

Mientras tanto en Antoñana se ha instalado un museo que recrea el trenico, además de ofrecer información sobre la comarca de la Montaña Alavesa.