El refugio y la trampa de los gatos callejeros
Un conductor llama a los Bomberos para que liberen a un gato que está en su motor, pero no consiguen hacerlo
Los motores de coche son refugios y, al mismo tiempo, trampas para gatos. Y así ocurrió este pasado miércoles, donde ni siquiera Bomberos pudo atender una petición para rescatar al gato atrapado en un motor.
El dueño del vehículo escuchó los maullidos del minimo en su motor y llamó al 092. Así, un equipo acudió desde Agirrelanda para intentar rescatar al gato, que estaba atrapado o escondido en el motor.
Sin embargo, no lo consiguieron. Esto obligó al conductor del coche a no moverlo “hasta el día siguiente para que el minino se vaya cuando le plazca”, explica Bomberos.
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