El trueque Nuevo Buesa-Alavés

Ya se ha completado el cambio de cromos. Josean Querejeta vio hace dos semanas cómo daban inicio las obras del nuevo Fernando Buesa Arena. Un nuevo pabellón con capacidad para 15.000 espectadores, que abre la puerta al nuevo crecimiento del club. Pero el pabellón no viene solo. En las negociaciones mantenidas en los últimos meses entre las instituciones y el club baskonista en todo momento ha estado sobre la mesa el Deportivo Alavés.

En realidad, desde la Diputación y el resto de las instituciones se ha visto al Baskonia como el único salvador posible del Deportivo Alavés. Tres varios fracasos en los procesos de capitalización albiazul, los inversores locales no se atreven en absoluto a entrar en el Glorioso. Una empresa al borde de la quiebra y cuya salvación requiere mucho dinero que nadie está dispuesto a soltar.

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Nadie, ni siquiera el Baskonia. El comunicado hecho público hoy vuelve a pedir a las instituciones apoyo y confianza. No desvela en absoluto la cantidad que está dispuesta a poner. Sí queda claro que finalmente será el club, y no su presidente, quien entre en el accionariado del Deportivo Alavés.

Josean Querejeta ha sabido mantener siempre unas relaciones excelentes con las instituciones y con la clase política en general. También ha sabido jugar ahora esta baza. Los tres grandes partidos han estado en todo momento informados del avance de las negociaciones.  Y de esta forma se ha evitado que ni el Buesa Arena ni el Alavés entren en política.

Además, los políticos son conscientes de la imagen que tiene el Baskonia en la sociedad alavesa. No hay más que ver el consenso que ha existido en la ampliación del Buesa Arena. Nadie ha puesto pegas a una obra ambiciosa, pero cuya rentabilidad para la provincia habrá que ir observando.

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Para el Baskonia la entrada en el Alavés puede suponer un beneficio a largo plazo. Si el conjunto albiazul retorna a Primera, parte de los ingresos de la hierba podrían trasladarse al parqué. Además, crea repentinamente una importante masa de potenciales ocupantes del nuevo pabellón de 15.000 espectadores. Pese a la importante afición al baloncesto, parece poco probable garantizar el lleno del nuevo Arena.

Pero conviene estudiar aquí el papel que tomarán otros actores. El primero es Lagunketa. La constructora de Josu Sánchez se adjudicó las obras de reforma del Buesa Arena en una decisión que no sorprendió absolutamente a nadie. No obstante, el Buesa Arena actual es obra de dicha empresa. La entrada del Baskoia como empresa y no de un grupo de inversores deja a la constructora al margen del Alavés. Y también parece dejar sin valor a todos aquellos que apostaban por que la empresa de Josu Sánchez también iba a entrar en el cambio de cromos.

Otro de los actores es la Caja Vital. La entidad alavesa no ve clara la concesión de un crédito al club albiazul. Josean lógicamente no quiere avalar el crédito con otros activos que no sea el propio club. Y es que no hay que olvidar que la salvación del Alavés no es aún un hecho. Sólo se está un poco más cerca, pero aún queda mucho trabajo de ingeniería por hacer.

Incluso el BAKH podría entrar en algún posible trueque con la Vital, que permitiría a la Fundación Estadio aumentar sus instalaciones. Aunque la viabilidad del complejo deportivo estaba prevista a largo plazo, las previsiones de captación de socios y de ingresos no se están cumpliendo con la ciudad deportiva del Baskonia.

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A medida que se vayan aclarando los aspectos relacionados con la entrada del capital, habrá que analizar la figura jurídica que adopta el Alavés. Es probable que por el momento se mantenga como una empresa filial, y la integración no se produzca por el momento.

Una integración no le interesa en absoluto a Querejeta, porque sólo se puede hacer por dos opciones: Comprando las acciones del Alavés a quienes la tienen, o creando una nueva sociedad en la que se diluya la participación en ambas empresas. No parece que Josean vaya a querer pagar por más acciones, pero mucho más extraño sería que permitiese la entrada de accionistas al Baskonia.