El verde brota de las alcantarillas de Vitoria-Gasteiz

Las calles urbanizadas en los últimos años en Vitoria-Gasteiz han implantado un nuevo tipo de alcantarilla. Son sumideros alargados, pero muy finos: de entre 2 y 4 centímetros de ancho. Estos sumideros permiten que el agua llegue al centro de la calle y, desde ahí, entre a la red de pluviales de forma directa, evitando formar un arroyo hasta la alcantarilla más cercana.

Pero esta forma de las alcantarillas tiene un problema: son una acumulación de residuos, como se ha comprobado desde hace años. Las alcantarillas se atascan mucho más fácil, y su limpieza es mucho más compleja. En las alcantarillas tradicionales basta con levantar la tapa para vaciar y recoger toda la suciedad. En estas alcantarillas más finas, sin embargo, la tierra se acumula mucho más rápido, con los residuos. Y, en algunos casos, el césped brota de las propias alcantarillas.

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Estado de las alcantarillas de la Calle Magdalena

El ejemplo más claro está en la Calle Magdalena. Una calle reformada hace una década, cuando se construyó el tranvía. En este punto la acera está al mismo nivel de la calzada. Y, en la separación de ambas, hay una alcantarilla durante todo lo largo de la calle.

Vitoria-Gasteiz recurre precisamente al agua para limpiar las calles. El baldeo es una de las fórmulas de limpieza, que implica que el agua arrastra toda la suciedad. Además, las lluvias también arrastran todas las hojas.

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