Eneko Llanos: la nueva vida como bombero de un campeón del mundo

No fue una inocentada. El pasado 28 de diciembre, Eneko Llanos anunció su retirada definitiva como triatleta profesional. El vitoriano se despide de una disciplina en la que no le ha ido nada mal: ha sido Campeón del Mundo y de Europa en el Triatlón de Larga Distancia.

2023 será su último año en la élite, con tres ciudades en mente: Vitoria-Gasteiz, Zarautz e Ibiza. Hasta entonces, el gasteiztarra no solo se dedicará a entrenar, si no que pondrá cuerpo y alma a su otra vocación: bombero.

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Muchos se preguntarán cómo un deportista de élite se convierte en un auténtico héroe. Eneko es claro: "Tengo amigos bomberos. He estado siempre rodeado por ellos y tenía en mente intentarlo y dedicarme a ello". Fue así como Llanos lo intentó y en el año 2018 se presentó a las oposiciones.

"El triatlón me ha dado para vivir, pero me tenía que buscar la vida"

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En 2018, el vitoriano se examinó y no fue hasta 2020 cuando empezó a trabajar como bombero interino. Y es que el deportista tenía claro que debía buscar una alternativa para cuando se retirara de la élite. "El triatlón me ha dado para vivir, pero me tenía que buscar la vida", explica.

Aunque es una profesión de riesgo, Eneko destaca que "es un trabajo muy dinámico. Hay una gran variedad de intervenciones como fugas de agua, escapes de gas o actuaciones con animales. Aprendes de todo". Y recalca que "hasta que no trabajas como bombero, no sabes lo que implica. Estoy muy contento".

Nace una leyenda

Llanos acudía con frecuencia a los triatlones en los que su hermano Héctor competía. Fue en 1993 cuando decidió probar en esta disciplina y forjar así su leyenda en este deporte. "Me gustaba ir a verle y decidí probar. Empecé con campeonatos nacionales, luego internacionales y finalmente a partir de 2003 comencé con los triatlones de larga distancia", apunta.

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"Implica mucho tiempo y muchas horas de dedicación. Las ganas que le pones dan sus frutos"

Es así como en ese año el atleta se convirtió en Campeón del Mundo de Triatlón de Larga distancia en Ibiza. "Sentí mucha alegría cuando lo conseguí. Al final implica mucho tiempo y muchas horas de dedicación. Las ganas que le pones dan sus frutos", destaca.

Y es que el camino hacia el éxito no ha sido nada fácil para este triatleta, ya que dedicaba mucho tiempo a nadar, correr y pedalear. Las sesiones de entrenamiento eran largas y duras. Sesiones que abarcaban entre 25 y 30 horas semanales. Sin embargo, para Eneko "la dureza es relativa".

"La dureza es relativa. Veo el privilegio de haber elegido a lo que he querido dedicarme"

"La dureza es relativa porque he tenido suerte de dedicarme a lo que me gusta. Hay días que no te apetece entrenar, días malos. Pero no le veo esa parte de sacrificio y dureza. Veo el privilegio de haber elegido a lo que he querido dedicarme", explica. Aunque haya realizado muchos sacrificios, llegar a la cumbre no le ha impedido formar una familia o emplearse a fondo en su carrera como bombero.

"Necesitaba marcar un momento para decir hasta aquí. Este año será mi última temporada"

Es por esto por lo que el campeón decidió poner punto y final a su carrera deportiva. "En los últimos años compaginaba el triatlón con otros temas de mi vida. El trabajo, los niños, no te da tiempo para todo. Necesitaba marcar un momento para decir hasta aquí. Este año será mi última temporada", añade.

Últimos coletazos y proyectos en mente

Eneko se despedirá de la élite al final de este año. No sin antes dar su último aliento donde todo empezó: Ibiza. "Me preparo para el Campeonato del Mundo que se celebrará en mayo. Me hace ilusión volver a este evento 20 años después", anuncia.

Además, añade que le hubiera hecho ilusión participar en el Ironman de Vitoria-Gasteiz, pero no hay categoría profesional masculina. No obstante, sí lo hará en el triatlón que se llevará a cabo en la capital alavesa y en Zarautz.

"Ella es la artífice y quien ha desarrollado la escuela, pero me quiero involucrar un poco más"

Por otra parte, tendrá más presencia en la escuela de triatlón de su mujer: la triatleta y campeona del mundo, Ruth Brito. "E-TRI Eskola es un proyecto que ha desarrollado Ruth desde hace más de 10 años. Fuimos una de las primeras escuelas de triatlón. Ella es la artífice y quien ha desarrollado la escuela, pero me quiero involucrar un poco más", comenta.

Allí entrenan a niños desde los 9 a los 16 años, aunque también lo hacen con grupos de competición y triatlón para la mujer. "Actualmente dirijo algunos entrenamientos de los grupos de mujeres. La parte técnica de los entrenamientos", explica.

De esta manera, uno de los deportistas más importantes de Vitoria-Gasteiz dirá adiós a la pasión que convirtió en un estilo de vida. Un estilo de vida que le ha permitido viajar y conocer a mucha gente. Un atleta que convirtió las largas horas de entrenamiento en una manera de disfrutar de su trabajo.

Ahora dará paso a nuevas generaciones, pero seguirá ligado a la disciplina como entrenador. Mientras tanto, este campeón del mundo se prepara para su último baile, a la vez que actúa como un héroe para la sociedad.