"Las enfermeras no podemos hacer los diagnósticos médicos"

25 febrero, 2023

La enfermería de los pueblos alaveses no quiere que Osakidetza les obligue a realizar diagnósticos médicos

No son muchos, pero están en pie de guerra. El personal sanitario de la zona rural de Álava no quiere callarse más. Denuncian que las últimas decisiones de Osakidetza reducirán la calidad asitencial a los pacientes y empeorarán las condiciones de trabajo. A grandes rasgos, creen que serán las enfermeras quienes hagan las labores más propias de los médicos.

"Tememos que nos pongan a las enfermeras a hacer diagnósticos médicos, y no podemos hacerlo", declaran. "Los médicos valoran y diagnostican; las enfermeras nos encargamos del cuidado de los pacientes. Cada uno tenemos claro cuál es nuestro campo de trabajo, y no somos un perfil profesional para hacer labores médicas. Sencillamente, porque no es nuestro campo ni competencia", recalcan.

Quien así habla es Merche Larrimbe, enfermera con 40 años de experiencia a sus espaldas. Ahora desarrolla su labor en Espejo y Salinas de Añana, en la Unidad de Atención Primaria Valles I, que comprende también Comunión, Bergüenda y Valdegovía. Junto con Valles Alaveses II, Norte Zuya, Norte Legutiano, Montaña Alavesa y Llanada Alavesa, dependen de OSI Araba.

Ni auscultar ni tratamiento

enfermera Osakidetza pueblos Álava

84 profesionales sanitarios (médicos, enfermeras y administrativos) que observan con preocupación su situación profesional y la atención a los pacientes. Consideran que la falta de médicos hará que Osakidetza centre la atención en las enfermeras para realizar muchos de los primeros diagnósticos de los alaveses. O, como se refieren en argot sanitarario, los PLA (Procesos Leves Autolimitados).

"Hay que establecer un diagnóstico diferencial, y el personal capacitado no somos enfermería"

Algo que ya ocurre en los centros de salud de Vitoria-Gasteiz. Fiebre, catarro, dolor de garganta, diarrea, náuseas o vómitos, o síntomas urinarios en la mujer, pasan directamente a enfermería.

"Hay síntomas que pueden indicar desde un catarro a una neumonía. ¿Qué seguridad tengo para hacer una valoración? Yo no puedo auscultar ni poner un tratamiento para una infección de orina. No nos pueden poner a hacer pseudomedicina. Hay que establecer un diagnóstico diferencial y el personal capacitado no somos enfermería", denuncia Merche.

Ante esta situación, son muchos los pacientes vitorianos que, aun teniendo algunos de estos síntomas, optan por seleccionar la casilla de 'otros síntomas' para lograr cita directa con su médico. O acuden directos a Urgencias, saturándolas.

Pacientes a 50 kilómetros

consultorio médico Espejo

Consultorio médico en Espejo.

Pero en los pueblos alaveses no es tan sencillo. "Aquí tenemos el turno normal y otro de guardia. Nosotros atendemos también las primeras urgencias, porque la gente no puede desplazarse tan fácilmente", sostiene Larrimbe.

En su área de actuación, en concreto, abarca zonas poco pobladas con grandes distancias entre sí. "He tenido jornadas en las que he recorrido 50 kilómetros para atender a un paciente. Si tengo que estar en la consulta sentada para hacer un diagnóstico, ¿quién va a hacer mi trabajo?", plantea.

En las zonas rurales, las enfermeras también trabajan en temas sociosanitarios

Por las características demográficas de las localides en las que trabaja, su día a día pasa por un seguimiento "estrecho" de pacientes crónicos y pluripatológicos. "Es gente de edad avanzada, sola en su casa, que no puede salir, y nosotros les controlamos. Les conocemos de tú a tú", explica Merche. Gracias a esta atención cercana, sabe si alguien no utiliza el botón de teleasistencia o da la voz de alerta si no tiene noticias de ellos en varios días.

También la enfermería de la zona rural trabaja en cuestiones sociosanitarias con las trabajadoras sociales. "Es una labor ímproba, hay que hablar mucho tiempo con los pacientes, conocer su situación, ver qué necesitan... Si no lo hacemos nosotras, ¿quién lo hará?", duda Merche.

"En los pueblos hay poca gente, pero hay que darles servicio, necesitan un recurso sanitario como los que hay en Vitoria. Se lo decimos a las direcciones y parece que no les importa", cuestiona molesta.

Cambios en los contratos de enfermería

Pero, ¿qué ha disparado las alarmas de estos profesionales sanitarios? Los cambios en sus condiciones de trabajo y en los calendarios que la dirección ha realizado unilateralmente. "Implican una reestructuración, pero sin darnos información del motivo ni opción a negociar", explica Merche.

Variaciones que se producen después de la decisión de Osakidetza de convertir los contratos de refuerzo de las enfermeras en estructurales. Es decir, plazas eventuales con jornadas reducidas para cubrir los fines de semana pasan a jornada completa. "Durante 25 años se han saltado el estatuto marco y la normativa, que establece que un contrato eventual para un necesidad específica, si supera los dos años, se convierte en estructural", detalla esta enfermera.

"Aprovecharán que habrá más enfermería para que hagamos labores médicas"

"La Unión Europea les recriminó por la temporalidad alarmante que había. Ahora, Osakidetza dice que refuerza la plantilla de enfermería con plazas nuevas. ¡Pero si son compañeros que llevan ya muchos años con nosotros! Estamos contentos de que mejoren su situación, pero vemos lo que van a hacer", pronostica.

El que esto solo haya ocurrido con las plazas de enfermería y no con las de médicos, sumado a las muchas jubilaciones previstas entre estos últimos profesionales, les hace temer lo peor. "Aprovecharán que haya más enfermería para hacer labores médicas, y a los médicos se los llevarán a otros sitios para cubrir esas jubilaciones", asume. No solo ella, el sentir es generalizado en el resto de sus compañeros de la zona rural.

Por eso, han redactado un escrito dirigido a OSI Araba donde reclaman "información clara y veraz" y una propuesta de negociación. "Entendemos que puede haber distintas situaciones, pero hay líneas rojas en el acuerdo que se saltan por todos los lados. No pueden cambiarnos las condiciones de trabajo sin negociar", insiste.

8 meses para una ecografía

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Imagen de una huelga anterior en Osakidetza.

De lo contrario, advierten, no solo empeorarán sus condiciones laborales, sino que también disminuirá la calidad de la atención primaria en los pueblos alaveses. "La zona rural parece que siempre somos los últimos de la fila", critica Merche.

Y lo ejemplifica. "Hace no mucho, trajeron un ecógrafo. No lo habíamos pedido, pero era un plus para atender a los pacientes, que tienen que esperar entre 8 y 10 meses para una ecografía", comienza. "Pues bien, cuando los compañeros médicos estaban formándose para utilizarlo, se lo llevaron sin explicación ninguna para Vitoria, y así nos quedamos".

Pero no están dispuestos a asumir estos cambios sin protestar. Además de acudir a la manifestación convocada para este sábado a las 12 de la mañana desde la Virgen Blanca, no descartan una recogida de firmas. "En la zona rural, ahora la gente tiene una accesibilidad al médico del 100%, pero si esto cambia, la atención empeorará. Y no queremos eso. Queremos mantener una atención de calidad", reafirma Merche.