Ensanche XXI ya tiene su verdugo o su reanimador: Díez Unzueta sustituirá a Piris

15 abril, 2013

El PNV insiste en la disolución ordenada de la sociedad

Gorka Urtaran del PNV, junto al concejal de Urbanismo Miguel Garnica y Alfredo Piris (Foto: PNV Gasteiz)

Gorka Urtaran del PNV, junto al concejal de Urbanismo Miguel Garnica y Alfredo Piris (Foto: PNV Gasteiz)

Iñaki Díez Unzueta será, según ha anunciado el PP, el nuevo gerente de la sociedad urbanística municipal Ensanche XXI. Funcionario del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz desde abril de 1981, Díez Unzueta sustituye así a Piris, que en su última etapa ha tenido varias polémicas sobre la mesa y cuya cabeza venían pidiendo PNV y Bildu.

Lo que se desconoce por ahora es si Díez Unzueta será un verdugo o un reanimador para Ensanche XXI. Habrá que esperar para saber si él será el encargado de oficiar el entierro de Ensanche XXI o si su objetivo es el de insuflar aire a una sociedad que vive de la compraventa de suelo, un negocio hoy por hoy ruinoso en pleno crash inmobiliario.

Porque el futuro de la sociedad sigue sin estar claro. Díez Unzueta es el sucesor natural de Piris, ya que desde 2009 trabajaba con él como letrado de Ensanche XXI. Por ello no habrá un cambio en la estrategia. Sobre la disolución o no, las fuerzas en el Ayuntamiento están en principio 2 a 2, pero puede que el posible pacto PP-PNV tenga alguna letra pequeña que podría acabar influyendo en favor de la disolución. De hecho, para su nombramiento el PP necesita el apoyo del PNV y en política todo se negocia.

Desde el PNV insistían hoy en que, tras el relevo de Piris, es necesaria "la disolución ordenada para devolver a la ciudad el control político y social de los asuntos urbanísticos".

El PNV ya había pedido, al igual que Bildu, el cese de Piris desde hace varios meses. Ambos grupos nacionalistas han insistido desde el principio en las irregularidades cometidas por el gerente de la sociedad municipal en operaciones de compra de suelo y en la organización de la ciudad. Y hoy ambos grupos han vuelto a reclamar la disolución de la agencia y que los activos pasen al consistorio. Eso sí, mientras que Bildu ha insistido en que no se puede realizar ahora un cambio de cara porque lo que ha fracasado es el modelo, el PNV sin embargo ve el cambio como un paso previo a la disolución que pide de la agencia.

El PSE, por su parte, ha denunciado que el cese de Piris responde a una limpia que está realizando el PP con profesionales autónomos del Ayuntamiento. Al mismo tiempo, critican que los grupos políticos no puedan saber aún cuáles son las cuentas de la entidad. "Llevamos 5 meses pidiendo la información y la convocatoria de un consejo extraordinario que todavía no han convocado. Queremos saber cuáles son sus cuentas y dónde figuran los 111 millones de euros que había en junio de 2010 y que no sabemos bajo qué colchón están", ha asegurado Lazcoz.

Ensanche XXI fue una sociedad creada por el ayuntamiento para acelerar el proceso de expansión de la ciudad y evitar la burocracia de la administración en la creación de los nuevos barrios. Una herramienta muy efectiva y que en los años de bonanza proporcionó al Ayuntamiento pingües beneficios.

Sin embargo, con el desplome inmobiliario los nuevos barrios se han quedado a medio construir y Arkaiate, Larrein o Aretxabaleta quedan ahora como un grave error en la planificación de la sociedad. Sin poder afrontar la redensificación prometida a Bruselas, los nuevos sectores permanecen como viviendas sueltas, con el consecuente gasto para la administración y con la vida coartada a estos vecinos, que no se sentirán en un barrio hasta dentro de una década.

Díez Unzueta empezó como Jefe Administrativo de Policía Local, en 1981, hasta 1985, fecha en la que pasó a desempeñar el cargo de Secretario General Técnico de Protección Ciudadana. En 1989, fue nombrado director del departamento de Hacienda y desde 2009 hasta ahora trabaja en Ensanche 21 como Letrado de la sociedad municipal.

Artículos relacionados:

Arkaiate, un barrio sin derecho

El Crash Inmobiliario se ceba con Larrein

Aretxabaleta-Gardelegui, otro ejemplo del crash inmobiliario