"Es el vecino el que está siendo atendido por el Banco de Alimentos"

13 noviembre, 2012

Daniel Fernández alerta del aumento de las necesidades entre los niños alaveses

Daniel Fernández cumple ahora un año al frente del Banco de Alimentos, una institución vital para muchos vitorianos, que dependen de ella para poder acceder a las necesidades básicas. El azote de la crisis ha dejado a muchos vitorianos de clase media sin ingresos y la ayuda es la única solución. El problema es que la demanda de alimentos empieza a superar a lo recogido por el Banco de Alimentos de Álava.

-¿A cuántas personas atiende el Banco de Alimentos?

-El año pasado teníamos 12.000 personas y este año pensamos alcanzar las 14.000. El problema es que en 2011 recogimos 700 toneladas y este año no vamos a llegar a esa cifra. Nuestra función es recoger los alimentos de quien los tiene, los reciclamos y los entregamos a quienes lo necesitan.

-¿Y quiénes los necesitan?

-Los que están actualmente en paro, los marginados, los que están en situación de pobreza... Son los más necesitados de nuestra sociedad. Nuestra misión es recoger, reciclar y entregar.

-¿Reciclar?

-A veces nos dan productos, sobre todo frutas y verduras, que están algo deteriorados. Nosotros les quitamos ese deterioro y lo ponemos listo para el consumo. Sobre todo en frutas y verduras. En otros casos son productos que han recibido algún golpe o que tienen las bolsas rotas. Nosotros le damos salida a esos productos. El Banco de Alimentos es el eje donde aquel que quiera dar alimentos pueda tener su sitio.

-¿Cómo distribuis esos alimentos?

-No lo hacemos directamente. Siempre tienen que venir a través de una institución legalmente constituida, con la relación de personas que están registradas y su perfil. Aunque esto no quita para que, si en un momento, vienen personas que están solas y aisladas, nosotros les demos una bolsa de emergencia de unos 10 kilos.

-Ese reparto a las asociaciones, ¿con qué frecuencia se realiza?

-Nosotros pretendemos que, durante todo el mes, pasen las 132 asociaciones que tenemos. Repartimos en función del número de personas: tenemos estipulado un bloque de 10 kilos por persona.

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-¿Qué contiene esa bolsa?

Sobre todo productos básicos, aunque nosotros no rechazamos nada. Cuando tenemos otros productos como yogures o refrescos también los repartimos. Además hacemos intercambios con otros bancos de Alimentos para equilibrar lo que no tenemos.

-¿Hay alguna campaña específica para Navidad?

-El pasado fin de semana estuvimos en Carrefour. El hipermercado se compromete además anualmente a duplicar lo que nosotros conseguimos. Además el primer fin de semana de diciembre Lidl hará la Operación Kilo, al igual que Eroski. También Jesús Obrero realizará su campaña a través de los estudiantes.

-¿La Navidad es tradicionalmente una época de solidaridad?

-Sí, pero ahora nos estamos dando cuenta de que no solamente en Navidad hay necesidad, sino que también la hay en septiembre o en enero.


-¿Los niños empiezan a ser una preocupación?

-Principalmente aceite, leche y legumbres. Y para niños estamos solicitando pañales, geles y todo lo que hace referencia a la higiene infantil. Estamos carentes de eso.

-Hoy nos han pedido colaboración unos jóvenes de Jesús Obrero que todos los viernes atienden a niños de entre 2 y 10 años con necesidades. Jóvenes que ofrecen una pequeña merienda todos los viernes. Es lo suficiente para que ese niño, que igual no ha comido nada durante todo el día, pueda llevarse algo a la boca.

-Parece que el perfil del necesitado está cada día más cerca

20121113-095546.jpg-Es que es el vecino. Tenemos al vecino siendo atendido por el Banco de Alimentos. ¿Cuántos niños van al colegio sin desayunar?

-Eso es lo que precisamente se empieza a oír en la calle

-Y es verdad.

-¿Ha aumentado la necesidad de alimentos en estos años?

-El Banco empezó en 1998 en Álava, procedente de EEUU y posteriormente de Barcelona. Cuando arrancó en Álava fueron unos inicios duros,con la Ayuda del Banco de Bizkaia. El Banco de Alimentos nació con tres personas que incluso pusieron el domicilio social en su propio domicilio. Estas personas, entre las que no me encontraba yo, se dieron cuenta de que se tiraban muchos productos en los supermercados porque estaban deteriorados. Estas personas los empezaron a recoger. En 1999 se recogieron 32 toneladas y hoy son 717. En 1999 se beneficiaron 1.400 personas y hoy 12.000. De 30 asociaciones se han pasado a 132 asociaciones. Y los donantes son muchísimos.

-¿De dónde viene la mayoría de las donaciones?

-Nosotros nos surtimos de personas anónimas que vienen al banco y nos dejan unas bolsas, o de personas que también ordenan a los supermercados llevar los pedidos al banco. Pero ahora estamos intentando hacer una campaña de sensibilización. Y también estamos pidiendo el 0,7% a los Ayuntamientos, algo que han hecho ya Legutiano, Arrazua Ubarrundia y Alegria-Dulantzi. Nos dan el dinero y nosotros lo traducimos a alimentos cuando tenemos escasez. También estamos mentalizando a los colegios y a las empresas para que en sus planes anuales se den cuenta de que hay que tener unos planes sociales. Y queremos que las parroquias sensibilicen a sus fieles con recursos. Esas iglesias tienen a gente necesitada que recibe alimentos del banco, pero también hay gente que podría aportar.

-¿Tenéis número de cuenta?

-Sí, pero nosotros no queremos hacerla pública porque no pedimos inicialmente dinero. Lo que necesitamos son alimentos. Estamos en Becolarra 4 y en el teléfono 945 21 32 33. Nosotros les informamos. Recientemente han venido las Peñas del Alavés. Nosotros estamos dispuestos a colaborar con ellos para que recojan alimentos.

-Los gastos diarios, ¿cómo los sufragan?

-Nosotros somos el vehículo que canaliza estas necesidades entre la sociedad. Nuestra idea es que todo vaya traducido a alimentos. Pero también necesitamos algo de dinero para poder funcionar. Necesitamos poder mover la furgoneta, pagar alquileres, la luz, el agua,.. Y luego tenemos también acuerdos con empresas como Azkar o Cartonajes Jabar, que nos ofrecen sus servicios. Asimismo, un grupo de arquitectos se ha comprometido a realizar la obra para poder habilitar una nueva sede en Jundiz. Ellos van a hacer la obra de manera gratuita y altruista. Hasta ahora estamos en dos lonjas alquiladas.

Y a nivel europeo también nos llega desde la Comunidad Europea una cantidad de alimentos tres veces al año. La UE nos garantiza hasta el 2014 y los ayuntamientos han hecho mociones para tener por lo menos hasta 2020.

20121113-095604.jpg-¿Llegan en forma de alimento o de ayuda económica?


-Alimento. Y ahí es donde viene el problema, porque hay países como Holanda o Alemania que están bien y que quieren ayuda económica. Pero la UE quiere alimentos. Ellos nos mandan pasta, leche, arroz, e incluso algunas cosas para los desayunos de niños.

-Habla también de productos que reciclan. ¿Cómo los consiguen?

-En este caso es por los supermercados. Por Leclerc pasamos dos o tres veces todas las semanas. En los Eroski Center pasamos cada día por dos diferentes, así como por su almacén de Becolarra. Carrefour y Coviran también nos lo ofrecen. Kaiku, Giraldo y Sagartoki también nos suelen ayudar.

-Hay cada vez más gente buscando comida en los contenedores. ¿Estas personas no se atreven a llegar al Banco?

-Suele ser gente que está de forma ilegal, viviendo de malas maneras y que ellos mismos quieren pasar desapercibidos. Si esta gente acudiera a las parroquias o a alguna de las asociaciones de inmigrantes se les atendería sin problemas. Pero parece que es gente que no está buscando un bienestar mayor, que no quiere acudir a estas asociaciones. Son personas ocultas, pero es una cifra cada vez mayor. A cualquier hora del día los encuentras en las calles.

-¿Qué perspectivas hay para este año?

-Yo pienso que va a caer la recogida. Y eso se va a notar porque va a ser mayor el número de personas que va a venir a recoger que la que a nosotros nos va a dar. Nosotros pedimos que quien no pueda darnos alimentos nos dé dinero y nosotros lo traducimos a alimentos.

-¿Sigue habiendo vergüenza de algunos a acudir?

-Eso parece que está más superado. En los inicios de esta crisis la gente estaba dentro de un perfil medio. Y quien venía era pobre y ese no tenía vergüenza. Ahora el problema está en aquel de la clase media que ha pasado a la clase baja. Son necesitados vergonzantes. Tienen vergüenza y no les queda más que acudir allí donde le ofrecen. Son gente que acude a las parroquias. Por ejemplo Coronación ha pasado de tener 400 demandantes a tener ahora 700. Nosotros queremos que se centralice todo en el Banco de Álava. Es el depósito en el que hemos intentado recoger lo de aquel que lo tiene para dárselo a quien lo necesita.