"Estamos en una cola para la muerte y cada uno espera su turno"

26 octubre, 2024

Mohammad relata el día a día en Gaza y Fátima expone cómo vive hoy la población saharaui

"Estamos viviendo el fin de la vida, un holocausto. Es la muerte viva. Estamos en una cola para la muerte y cada uno espera su turno". Mohammad expresó así este jueves en Agurain la situación actual de Gaza. Él es de allí, y en el último año ha visitado también la franja. Está todo el día pendiente del móvil, con el temor a que se confirme una nueva muerte de algún familiar o amigo. 

Algo que le ocurrió esta misma semana, cuando una amiga suya fue asesinada por bombas israelíes. Son ya más de 40.000 fallecidos, la gran mayoría población civil: "Si muere un palestino, es un número. Si muere un israelí, sale nombre, apellidos, foto, en qué trabaja…", lamenta Mohammad.

Fatima Mohammad Agurain Gaza y Palestina

Mohammad es un activista que cuenta en Euskadi qué está ocurriendo en Gaza. Este jueves lo hizo de la mano de CONGD de Euskadi y el Ayuntamiento de Agurain.

Una invasión cuyo inicio no está en el 7 de octubre, sino en 1898. Aquel año la sociedad judía acordó en Suiza crear un estado judío allí donde en ese momento convivían palestinos con algunos judíos. Desde entonces, y especialmente tras la II Guerra Mundial, Israel ha ido aumentando sus territorios de forma ilegal y en contra de las resoluciones de la ONU.

Lo ocurrido desde el 7 de octubre es, según Mohammad, un capítulo más. "Estamos en este genocidio porque el mundo ha estado callado desde siempre". Aunque matiza que no es solo una limpieza étnica: "No es solo genocidio. Están limpiando todo lo que pertenece a Palestina". Y pone de ejemplo la matanza de animales o la destrucción de campos de cultivo.

Mohammad también tiene claro que, si hay un alto el fuego, será temporal: "Seguramente habrá un alto el fuego y volveremos a reconstruir Gaza y Palestina. Y después volverán a atacarnos".

La represión israelí en Gaza suma ya décadas de acciones preventivas. Y también pone como ejemplo los continuos controles de vehículos: "Si los agentes están aburridos y quieren divertirse, te hacen bajar del coche". Y las visitas nocturnas son frecuentes, en ocasiones solo para entregar citaciones judiciales "por razones secretas israelíes".

Además, advierte: "Los israelíes controlan todo lo que entra y sale de Palestina. Material de hospital, de universidad… todo tiene que tener el sello israelí para pasar a Gaza y Cisjordania".

Mohammad también advierte sobre la expansión del conflicto más allá. "Prepárate o actúa ahora. Porque si no, en tres o cuatro meses estamos todos en el mismo juego. La guerra mundial está en camino", advierte, con la impotencia de ver cómo Occidente no para el genocidio en Gaza.

Sahara y Marruecos

Aunque Gaza ocupa los titulares, Marruecos mantiene una situación similar de ocupación en Sáhara Occidental. Un país que invadió en 1975 con la connivencia de España, hasta entonces (y aún hoy oficialmente) su potencia colonial.

Fátima es una activista saharaui que también contó qué está ocurriendo: "España sigue siendo quien tiene poder administrativo. Cuando decidió por su cuenta salir del Sáhara sin descolonizar, nos dejó tirados y abandonados". 

Ella nació y creció en los campamentos de refugiados de Tinduff. Allí viven 200.000 refugiados. Menos de un millón viven en las tierras saharauis, una porción de África tomada por militares marroquíes. "Hay más militares en el Sáhara ocupado que civiles saharauis. Sales de tu casa a comprar y puede que no vuelvas".

Fátima explica: "Hemos montado un estado en el exilio, aunque es el jardín del diablo donde está el campamento de refugiados". Una zona en pleno desierto donde apenas tienen agua potable y donde las temperaturas son cada vez más extremas.

La situación en el Sáhara es cada vez más complicada para los saharauis. Desde 2014 Marruecos no ha permitido ninguna visita internacional. Fátima también lamenta que nunca se mencione la explotación de los recursos naturales saharauis ni tampoco se mencione la situación del Sáhara. 

E insisten en que al poder y a las grandes potencias no les interesa hablar del Sáhara. EEUU y Francia silencian este asunto, y Marruecos insiste en que es un "asunto interno". Pero los saharauis denuncian continuos ataques por las fuerzas marroquíes. Además, aseguran que "Marruecos está jugando muy bien, porque usan la educación contra los activistas".

Así, bajo la política de hechos consumados, Marruecos sigue explotando esta zona, ya anexionada en la práctica a su país. Una zona rica en minerales y en el océano.