
El arte de preludiar
“Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”
Estos versos pertenecen a La vida es sueño, y fueron escritos en 1636 por Pedro Calderón de la Barca. En esta obra se da la dualidad entre el destino previsto por seres superiores al hombre frente al libre albedrío o la libertad de elección del ser humano.
Con esta dialéctica de pensamiento que marca profundamente el Barroco, presentamos nuestra interpretación a través de la música, representando esta bifurcación filosófica con los Preludios.
Los preludios son composiciones de carácter improvisado que permiten al músico afinar y calentar en el escenario antes de llevar a cabo la interpretación de una obra. La libertad de tempo permite mejores oportunidades para la fantasía y la imaginación, para el cambio de humor, para la pasión y para la emoción.