
Jabi Izurieta
El próximo mes de septiembre visitará URBAN ROCK CONCEPT el cantautor rockero de Pamplona, Jabi Izurieta, que vendrá a presentarnos en directo su nuevo trabajo discográfico, el cuarto de su trayectoria, y como él mismo nos adelanta “grabado a medias entre Nashville y Aberin”. Es decir, entre Tennessee (Estados Unidos) y Navarra, en 2020, y que lleva por título “Las luces del barro”. De hecho, el trabajo se grabó en Country Q Studios & Phase 2 de Nashville, para después ser mezclado y masterizado en Estudios Aberin, por Leyre Aranguren e Iñaki Llarena, que también aportaron al disco bajo, guitarra, teclados y coros. Para registrar el álbum, además, Jabi Izurieta -vocalista y encargado de hacer sonar guitarras eléctricas, acústica, piano y armónica- se acompañó de Jarret Jonhson, a las guitarras eléctricas; de los colaboradores de Johnny Cash, Jeremiah Bivins, a la batería y a la percusión, y Dave Roe, al bajo; así como de la conocida cantante country, Jess Justice y Jayson Chance, a los coros. El resultado son ocho canciones bañadas por el buen gusto, con temas como “Déjalos” o “Los labios arden demasiado”, cautivadores desde la primera escucha y que hacen, sin duda, que este último disco de Izurieta sea su gran obra hasta la fecha. Un paso más en una carrera firme y sólida de este cantautor rock navarro, que vuelve a sorprendernos, después de hacerlo ya en 2017 con el álbum “Claudia & Costello”, en la estela del mejor rock and roll americano de autor. También lo fue “Maldito invierno” en 2013, aunque el primer disco de la carrera en solitario de este artista nacido en 1976 fue “Aeropuertos urgentes”. Un disco de 2011 con el que ya demostró que en Pamplona tenemos todo un depositario por excelencia en lengua hispana de las esencias del rock americano más genuino. Y decimos “en solitario” porque con anterioridad –concretamente en 2007- montó la banda “Berri Drivers”. Todo un guiño a su tierra y a lo que vendría después. Ahora con “Las luces del barro” aúna lo mejor de su trayectoria desde el prisma estilístico, presentándonos a un músico a caballo entre sobriedad y exquisitez, entre el más elegante country-rock y el regusto inconfundible de la canción de autor. En definitiva, el álbum llamado a ser el de su consagración.