
Yo por ellas, madre, y ellas por mí
Las huelgas feministas, su radicalidad y masividad, disputaron y ganaron el sentido del feminismo. Un feminismo asentado en los diversos conflictos que nos atraviesan y en una mirada global para actuar y pensar las vidas dignas. Las huelgas feministas pusieron patas arriba muchas cosas, en ellas transitamos por las condiciones materiales de vida y las diversas identidades, y confrontamos al sistema patriarcal, capitalista, racista y depredador de los recursos naturales.
En un momento en que parece que el feminismo se ha transversalizado ¿cómo mantener la potencialidad transformadora real del feminismo?, ¿cómo actuar sobre las paradojas del momento, las mayores desigualdades y violencias, las batallas culturales de la extrema derecha y la derecha, el individualismo neoliberal que trata de atrapar la contestación feminista o el universalismo aparentemente igualitario?