Extraer gas en Álava es la opción "más ecologista" para Ramiro González

La extracción de gas vuelve a la escena política. La Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi SHESA ha pedido ya al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz la licencia de actividad para explorar el pozo de gas de Subijana de Álava, más conocido como Armentia-2. Lo hace tras las elecciones al Parlamento Vasco, y antes de que el Gobierno Central prohíba la extracción de gas con la nueva ley medioambiental.

La Consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, aseguró que no cierra la posibilidad de investigar el pozo “hasta que no se lo impida la futura Ley de Cambio Climático”. Sus palabras hicieron saltar las alarmas de la oposición y grupos ecologistas, que lo han criticado duramente. Ésta es una opción que lleva ya abierta varios años, y contra la que colectivos sociales ya se han manifestado varias veces.

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La solicitud de la licencia es de momento para exploración, no explotación. Pero es el paso previo lógico a una futura gestión y extracción del gas en el subsuelo de la Llanada Alavesa. El Ayuntamiento está analizando la solicitud, y se espera una respuesta en las próximas semanas.

Más ecologista

El debate se ha trasladado hasta el pleno de Juntas Generales, donde el Diputado General ha defendido este proyecto. Asegura que el objetivo final de Álava es ser autosuficiente, y que además toda la energía que se consuma sea renovable. Sin embargo, muchas viviendas e instalaciones seguirán necesitando gas, por lo que Ramiro González apuesta por extraerlo en el territorio: "Si se tiene que seguir utilizando gas, será mejor para el conjunto de la humanidad y para el planeta que se extraiga con buenas condiciones laborales y medioambientales".

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Así se reduciría, en palabras del Diputado General, el trayecto del gas, que sería mucho más corto que traerlo desde otros continentes. "Así se reduciría también la huella ecológica, porque el gas se produciría en el mismo sitio que se va a utilizar". Además, Ramiro González destaca también que así se reduciría la dependencia energética del país. Por todo ello, ha asegurado que esta es, de momento, la opción "más ecologista".

Criticas de la oposición

La oposición se ha mostrado muy crítica con los planes de SHESA. Para EH Bildu, es muy grave que “se use dinero público para buscar energía contaminante en vez de apostar por las renovables”. Su portavoz en las Juntas Generales Kike Fernández de Pinedo ha asegurado que la intención de extraer gas del pozo de Armentia-2 es una "decepción" y un "mensaje triste a la sociedad". Además, calificaba el proyecto como un "despilfarro", ya que se está "tirando el dinero en una aventura desfasada".

Elkarrekin Araba, por su parte, ha pedido que se paralice cualquier procedimiento de la Diputación, y ha solicitado que el Ayuntamiento no apruebe ni autorice la licencia urbanística para explorar el pozo de Armentia-2. “En un momento como éste, en el que estamos inmersos en una crisis social, económica y medioambiental sin precedentes, la pretensión del Gobierno de Urkullu de seguir apostando por las energías fósiles es incomprensible”, asegura la formación morada.

Además, Unidas Podemos recuerda que La Comisión de Reconstrucción Social y Económica creada en el Congreso de los Diputados, defiende "la eliminación de todos los programas gubernamentales dirigidos a la investigación, exploración y explotación de nuevos yacimientos de hidrocarburos fósiles o la ampliación de los ya existentes».

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Por último el Partido Popular asegura que el proyecto es oscuro, "o al menos falto de transparencia". Critican que la Diputación no protegiese los Montes de Vitoria al completo, y sospechan que el objetivo final era llevar a cabo este proyecto. Aseguran además que se está intentando cerrar este proyecto rápido, antes de que el Gobierno Central prohíba este tipo de prácticas con la nueva ley medioambiental.