Fachadas que vuelan en Salburua y Zabalgana

6 abril, 2014

  Los nuevos barrios de Salburua y Zabalgana se han acostumbrado a ver 'volar' fachadas. Hasta cuatro edificios de Salburua y dos de Zabalgana han sufrido desprendimientos de cristales o de sus contraventanas en sus fachadas en los últimos 5 años. En la mayoría de los casos la explicación está en un fallo del proyecto […]

las neveras

En Las Neveras el edificio está vallado

 

Los nuevos barrios de Salburua y Zabalgana se han acostumbrado a ver 'volar' fachadas. Hasta cuatro edificios de Salburua y dos de Zabalgana han sufrido desprendimientos de cristales o de sus contraventanas en sus fachadas en los últimos 5 años. En la mayoría de los casos la explicación está en un fallo del proyecto inicial, que no tuvo en cuenta las oscilaciones térmicas o el viento.

El caso más peligroso es el del edificio de Las Neveras, donde las primeras placas comenzaron a caerse poco después de que los vecinos entraran a vivir en 2009. Desde entonces se han caído 12, la última en septiembre del año pasado. Las primeras fueron sustituidas por la constructora, quién además revisó el edificio. Sin embargo, las placas continuaron cayendo, por lo que el Ayuntamiento requirió a la comunidad de vecinos que el edificio debía vallarse, para evitar incidentes. Más tarde, se instalaron unas pasarelas para facilitar el acceso a las viviendas y a las lonjas. Todo ello pagado por las 190 familias que residen en el inmueble.

Las placas de cristal fueron modificadas

En Bulevar de Salburua las placas se cambiaron

Según los peritos, el motivo de los desprendimientos es que algunas placas poseen partículas de níquel. Con el calor se expanden y provocan fisuras en los cristales que se acaban cayendo. Es imposible saber cuántos cristales poseen están partículas por lo que los vecinos reclaman que se sustituyan por otro material como el Alucobond.

En noviembre de 2012 presentaron la demanda judicial contra Larcovi. Sin embargo, aún no hay fecha para la vista previa. Se espera que se celebre a lo largo de este año. Por el momento los vecinos han tenido que desembolsar más de 50.000 euros para intentar solucionar un problema, del que ellos no tienen la culpa.

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En Larrein el problema está en los balcones

Mejor suerte corrieron los vecinos del edificio verde de Boulevard de Salburua. En octubre de 2010 empezaron a desprenderse los cristales de la fachada, siete en concreto. La solución llegó dos años después. En octubre de 2012 Adania, sustituyó las placas de vidrio por otras de alucobond, un material mucho más ligero para cortar el riesgo de que las planchas estallaran y se desprendieran hasta caer a la vía pública. Todos los costes de la obra y el vallado corrieron a cargo de la constructora.

En Zabalgana estas fachadas de cristal también estaban presentes en un bloque de viviendas de la Calle Leza, obra de Roberto Ercilla, y similar al edificio de Boulevar de Salburua que también sufrió los mismos problemas. En este edificio la última placa cayó en agosto de 2012.

Adania también ha empezado a revisar todos los balcones de dos edificios de Larrein donde en febrero de este año se cayeron dos cristales debido al intenso viento. Para evitar nuevos incidentes se ha reforzado la sujeción de los balcones a la fachada. Los cristales de este edificio son laminares, es decir, que tienen una lámina en el centro para impedir que caigan troceados a la vía pública.

Las contraventanas se caen con el viento

Las contraventanas se caen con el viento

Viento

Y del calor al viento, porque Eolo es el culpable de los problemas que sufren dos bloques de Bulevar de Salburua y Borinbizkarra. En este caso son las contraventanas metálicas las que vuelan. Estas contraventanas ejercen de persianas, y sólo tienen dos posiciones, usando para ello una guía metálica.

Al soplar el viento las contraventanas que están abiertas se rompen. En ambos edificios los bomberos han tenido que acudir en varias ocasiones a retirarlas porque se sueltan. En Borinbizkarra ya se han caído en 3 años diez de las 240 que tiene el edificio. 

 

En este edificio de Borinbizkarra han volado diez contraventanas

En este edificio de Borinbizkarra han volado diez contraventanas

En este caso la solución que proponen para evitar que las contraventanas se caigan es mantenerlas cerradas cada vez que sople el viento. Algo que resulta evidentemente incómodo para los vecinos, que ven cómo no pueden abrir las ventanas en días de viento, teniendo que permanecer a oscuras en su propio hogar.