Vecinos de Alokabide denuncian el método de la sociedad para calcular las facturas
El precio del kilovatio y del metro cúbico varía en función del consumo del resto de la comunidad, para evitar deudas
Los vecinos de Alokabide en Vitoria-Gasteiz se encuentran con una incógnita cada vez que reciben las facturas del gas, del agua o de la luz. No saben cuánto tendrán que abonar, porque los importes dependen del consumo del resto de inquilinos con los que comparten portal. Al igual que todos los usuarios, cada uno paga una cantidad diferente en función de su consumo, pero es que además el precio del kilovatio por hora y del metro cúbico varía en función del consumo del resto de vecinos. Por ello, las facturas mensuales pueden tener variaciones enormes en su importe de un mes a otro. "Una vez se analiza lo que se gasta en un periodo anual de la comunidad, se acuerda en junta ajustar el canon de fijo y los precios de kw y m³, para equilibrar las cuentas", aseguran desde Alokabide.
Es lo que denunciaron a Gasteiz Hoy miembros de los domicilios situados en Itinerario de Antonino y Ferrocarril del Norte, quejándose de que las últimas facturas "se habían disparado" respecto al importe normal.
En dichas facturas se refleja el cambio en el precio del kilovatio y del metro cúbico, cuando lo normal es que estos tengan un coste más o menos fijo, que se ajusta con el precio de mercado. Según algunos vecinos, había facturas que ascendían incluso a los 500 euros, con variaciones cercanas al 50% en el precio de kilovatios o metros cúbicos.
Desde Alokabide admiten que emplean esta variación para "equilibrar cuentas" y así evitar impagos por posibles vecinos morosos. Los residentes de viviendas gestionadas por la sociedad de alquiler de vivienda pagan 20 euros de canon fijo al mes, además de la cantidad que desconocen hasta que les llega la factura. Algunos también critican que las facturas están mal elaboradas. En ocasiones les llega el gasto completo del agua, gas y electricidad como agua únicamente, lo que da lugar a malentendidos.
Para colmo, los contadores de esta comunidad sufrieron un sabotaje en mayo que obligó a Alokabide a bloquear el acceso a estos. Los vecinos no pueden comprobarlos, y deben solicitar las lecturas a la sociedad hasta su reparación. Los daños del sabotaje ascendieron a 5.000 euros.
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