Foronda vuela a baja altura

Pasa el tiempo y Foronda sigue en coma. Agoniza, las agendas de los políticos siguen ocupadas y tan sólo se ve algún oscuro rayo de sol al fondo. El velódromo se aleja cada vez más de los alaveses y de Vitoria, y la autovía que enlaza la N622 con el Aeropuerto bien podría ser una imagen de The Walking Dead. Sólo algún vuelo a baja altura, como los que se han visto esta mañana de domingo sobre Vitoria, nos recuerdan de vez en cuando que tenemos una de las pistas de aterrizaje y despegue más cómodas de España.

Parece ser que el Presupuesto Foral reserva una partida de 1,5 millones de euros para promocionar el aeropuerto de la Llanada Alavesa. Pero el dinero no es nada si las soluciones siguen sin llegar. Hondarribia sigue aumentando su nómina de vuelos regulares, con nuevas compañías. Y el navarro de Noain opta por vuelos charter para épocas concretas. En ambos casos la acción cobra más importancia que las declaraciones.

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La semana pasada se tuvo que suspender una crucial reunión de VIA para estudiar posibles ofertas. Este encuentro tendrá lugar finalmente el 30 de noviembre, tres semanas después, con el tiempo límite y dejando poco margen para que cualquier vuelo pueda llegar antes de la coronación de Vitoria como Green Capital. Porque, no lo olvidemos, Foronda debe ser una puerta de entrada de viajeros, no tanto de salida. Y hay que aprovechar el título de capitalidad.

La conexión con Europa sigue siendo muy lenta en tren, y las llegadas a Loiu no tienen conexión directa con la capital de Euskadi. Si la provincia quiere exprimir un título que luce con orgullo, Foronda vuelve a ser crucial.

Pero para ello es necesario que todos se impliquen. Y, sobre todo, quienes más se pueden beneficiar de ello. El Diputado de Promoción Económica, Luis Viana, ya lo reclamó hace un mes: La Cámara de Comercio debe participar en la financiación de los vuelos a Foronda. Lo exigió, y parece necesario y urgente que así sea. Por desgracia, los días siguen pasando sin soluciones.

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Ya se ha descartado el enlace con Madrid, algo lógico, teniendo en cuenta que los tres Alvia permiten estar en la capital en tres horas y media a un precio de 42 euros por trayecto. Y cuando se concluya el AVE Vitoria-Valladolid, la duración se reducirá a apenas dos horas.

Queda por tanto estudiar otras alternativas, aunque al mismo tiempo no conviene perder de vista el tráfico de mercancías. Si se centran excesivos esfuerzos en los pasajeros, se corre el riesgo de dejar de lado el verdadero fuerte de Foronda.

En realidad, la solución para el aeropuerto no deja de ser compleja. La apuesta, según los expertos, debe centrarse en operar con aeronaves de tamaño medio, y rutas no diarias en unos horarios adecuados para los usuarios. La apuesta debe ser decidida, pero usando más la cabeza que el corazón. La apuesta debe ser, en definitiva, decidida, sin titubeos y con el apoyo de todos.

Y en ese todos entran también los comerciantes y hosteleros alaveses. Ellos serán los primeros beneficiados por la llegada de más turistas. Pero también entran las agencias de viaje. En muchos casos, la desidia y la pereza da algunos agentes llevó en el pasado a mandar a pasajeros a Loiu cuando desde Foronda se ofrecía el mismo destino.

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Por tanto, la solución urge. Mientras tanto, nos conformaremos con disfrutar de los vuelos a baja altura.