Así son los reportajes de boda de los 'millennials'

20 noviembre, 2017

Cambios de tendencias, amor por la imagen y la búsqueda de la naturalidad. Evolucionamos, y las bodas con nosotros.

Haz un pequeño ejercicio práctico. Coge tu móvil, entra en cualquier red social, preferiblemente Instagram o Twitter y busca cualquier hashtag relacionado con una boda: #matrimonio, #wedding, #boda o cualquier palabra derivada. Ahora, con esas fotos en pantalla, busca fotos del enlace nupcial de cualquier familiar hace años. ¿Comienzas a ver las diferencias? (Sigue leyendo tras la foto)

fotógrafos de boda

Los reportajes de boda han cambiado muchísimo en los últimos años. La revolución tecnológica, la implantación de tendencias de otros países, la originalidad... Todo está sumando para cambiar la imagen de las bodas de los millennials. Porque sí, estamos en la época en la que los nacidos entre los 80 y los 90 contraen matrimonio. La generación del boom tecnológico, la de los selfies, la de los "morritos".

  • Diferentes, populares

Se busca marcar la diferencia, no hacer una celebración similar a otra, y los primeros que lo viven en sus carnes, son los fotógrafos de boda. Ellos son los encargados de plasmar sobre el papel los momentos más bonitos, divertidos e importantes de este día tan especial.

De lo que no somos realmente conscientes es de que todas estas instantáneas, tanto las tomadas por los profesionales como por el típico familiar que saca su móvil para "subir una foto al Tuiter", son un fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. Casi se podría decir que los reportajes de estas ceremonias pueden catalogarse de documentos históricos. Reflejan este momento de la era de la imagen, del cambio, de la información, de la revolución tecnológica.

Y no debemos ceñirnos sólo a las fotografías. Ese hashtag que comienza a asociarse a cada enlace nupcial para marcar la diferencia (#bodamariayeva, por ejemplo) y ser el punto de información para cualquier curioso, también se está sumando a lo que ofrecen los maestros del reportaje. ¿El motivo? Ya no nos vale con guardar capturas, queremos que el mundo pueda ver ese momento tan cargado de felicidad a través de mensajes, vídeos y todo lo que se pueda subir a la red.

  • De la apariencia a la esencia

¿Se está desvirtuando entonces la labor primigenia de los fotógrafos? ¿Se aboga más por la sobredosis de contenido en redes? Son cuestiones sin respuesta rotunda. Los grandes fotógrafos van a seguir trabajando por captar ese gran momento, esa toma tan difícil de ver a simple vista pero tan representativa una vez inmortalizada. La ceremonia es mucho más que el momento de reunión, es el antes, es el durante y es el después. Es la novia preparándose, el novio vestido de nervios, y de traje. Las sonrisas, los temblores... Todas esas situaciones que una cámara es capaz de captar y perpetuar.

Los verdaderos profesionales son los que todavía son capaces de estar en esos momentos, los que siguen conectando con los novios y generar una atmósfera de confianza necesaria para la naturalidad en estos reportajes. La pareja tiene ya suficiente con los preparativos y toda esa tensión que se libera en el momento del "Sí, quiero" .

De ahí que cada vez se esté imponiendo más la naturalidad que el posado. El estar al acecho para capturar ese detalle más que la búsqueda de la postura perfecta en un jardín impoluto. Todos queremos tener un buen recuerdo de nuestro gran día, pero ahora se busca más captar esa esencia que solo aparece cuando no se es consciente de que hay un objetivo apuntándote.

  • ¿El fotógrafo influencer?

Todo esto hace que las parejas ya no solo se ciñan a trabajos concretos de un profesional, quieren empaparse de toda su trayectoria, conocer a fondo el despliegue que hacen en los enlaces nupciales, cómo se cuelan, cómo se vuelven uno más y cómo están donde y cuando deben. Pero, por supuesto, la primera barrera la saltan en las redes sociales.

Instagram, la red de la fotografía por excelencia, se ha convertido en el portfolio perfecto para el fotógrafo de bodas. Es directa, se ciñe a la imagen, permite una difusión casi infinita y es totalmente accesible. La generación millenial sabe de sobra cómo moverse por internet y cada vez valora más la influencia que tienen los profesionales en este entorno digital. ¿Se están convirtiendo los números de Followers y Likes en una forma de medir la calidad del experto? No, pero influye.

Fotografías, vídeos cortos, momentos espontáneos y la originalidad por bandera. Las bodas han cambiado muchísimo en los últimos años, casi tanto como las personas que las protagonizan. Este cambio de paradigma supone también un cambio a la hora de plasmarlo, de inmortalizarlo para guardar el recuerdo de un acontecimiento tan importante a nivel personal y social que es, como ya decíamos, casi un documento histórico.