FOTOS: El botulismo seca las balsas de Salburua

Aspecto actual de la Balsa de Betoño

Un  año más las balsas de Salburua han sido vaciadas. El vaciado de las balsas de Arkaute y Betoño es la única solución para hacer frente a los brotes de botulismo que se vienen produciendo en los humedales de Salburua desde el año 2014.

Una medida preventiva, que se realiza anualmente a medida que el mes de agosto se aproxima para desecar las balsas. Gorka Belamendia, coordinador del Centro de Interpretación de los Humedales de Salburua, nos da todos los detalles.

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Este 2023 el primer brote de botulismo en el Humedal de Salburua se produjo el 10 de agosto. Ese día, se recogió la primera ave muerta y en una semana la cifra de aves fallecidas aumentó hasta las 72. Fueron 19 las aves infectadas recogidas y trasladadas al Centro de Recuperación Animal de Martioda para su atención.

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¿Qué es el botulismo?

El botulismo es una intoxicación causada en las aves por la ingestión de una toxina producida por una bacteria: "Lo normal es que las aves se intoxiquen al ingerir larvas de mosca que se han alimentado de cadáveres en descomposición. Cadáveres de aves infectadas por esta bacteria botulínica", explica Gorka.

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Esta enfermedad suele aparecer con las altas temperaturas, tanto en verano como a principios de otoño: "Es la temporada en la que la temperatura es más elevada y ese hecho, favorece el crecimiento de esa bacteria botulínica tanto en el medio acuático como en los cadáveres".

El calentamiento climático ha alterado el ciclo hidrológico del agua en el Humedal de Salburua. Ya que, de forma natural las balsas deberían estar secas en el mes de agosto y esto no viene ocurriendo en los últimos años. Tanto las altas temperaturas como la falta de oxígeno que se da en las balsas, debido a la gran cantidad de materia orgánica que llega al vaso lagunar, crean un ambiente perfecto para que el botulismo se desarrolle: "La bacteria botulínica es un elemento presente en el sedimento de las lagunas", aclara el técnico del CEA.

Balsa de Arkaute, Salburua

Medidas preventivas

Desde el año 2014 los Humedales de Salburua vienen sufriendo diferentes brotes de botulismo y para contrarrestar a esa bacteria, las balsas se empiezan a vaciar a medida que el mes de agosto se aproxima.

Se abren las esclusas y poco a poco, el agua va yéndose de las balsas a los diferentes arroyos y ríos que conforman los bordes perimetrales del Humedal de Salburua. Haciéndolo de manera pausada, se da tiempo a toda la fauna para que se refugie en otros puntos.

Con las balsas vacías, las llaves de las esclusas se cierran y se espera a que, con las lluvias otoñales, las balsas recuperen sus niveles de laminación normales: "El agua de lluvia no hace que se llenen, es el agua que surge del acuífero cuaternario el que va aflorando poco a poco generando esas grandes láminas de agua que todos conocemos".

El primer caso de botulismo de 2023 se dio el 10 de agosto

¿Cómo afecta a las aves?

Este tipo de acciones han hecho que las aves se hayan tenido que desplazar a otros puntos. La mayoría de las aves acuáticas se han refugiado en las colas del Embalse de Ullibarri-Gamboa, más concretamente en el Parque Ornitológico de Mendixur. Aves que acabarán volviendo a Salburua, ya que aquí es donde han construido su hogar, y en el momento que llegue la época de reproducción buscarán de nuevo sus territorios de cría: "La época de migración es un momento delicado para la conservación de muchísimas aves. Y el hecho de encontrarnos con un humedal seco sí que afecta el viaje de estas aves migratorias", detalla Gorka.

El desecado influye también en elementos bióticos presentes en Salburua: "La vegetación vuelve a coger fuerza y a florecer con mayor ímpetu en la próxima estación vegetal", algo que el técnico valora de manera positiva.

Por su parte, ni los visones europeos ni las nutrias, también presentes en estos humedales, emplean el centro de la laguna. Por lo que, se encuentran cómodos en los arroyos y regatas que se entrelazan con la zona del humedal.

La mayoría de las aves acuáticas se ha desplazado a las colas del Embalse de Ullibarri-Gamboa

¿Cuándo recuperarán su aspecto habitual?

Para que las balsas vuelvan a mostrar su mejor cara, las lluvias se tienen que dar en los Montes de Vitoria. Así, el agua que se filtre al subsuelo irá llenando el acuífero cuaternario. Y finalmente el agua aflorará en las balsas de Salburua: "Las Lagunas de Laguardia se llenan cada vez que llueve, pero en el caso de Salburua no ocurre lo mismo, se necesita que el acuífero cuaternario de Vitoria se rellene para que el agua empiece a sobresalir por encima del terreno en las zonas de las balsas".

Por lo tanto, cuando las lluvias otoñales se den, las balsas se volverán a llenar: "Todo va a depender del tiempo que haga y es difícil hacer un pronóstico. Años atrás, para finales de octubre o principios de noviembre las balsas ya estaban llenas, pero llevamos dos años en los que estamos a falta de lluvias en los meses de otoño".

Se espera que con las primeras lluvias otoñales las balsas vuelvan a llenarse de agua