Vitoria confirma la teoría de que el agua moja
Las nuevas fuentes de María Sarmiento mojan gran parte del suelo de la plaza por el efecto de la gravedad
El agua moja y siempre sigue la teoría de la gravedad. Sí, esta es una obviedad que el Ayuntamiento parece no haber tenido del todo en cuenta en la nueva plaza María Sarmiento. Y es que la plaza de El Corte Inglés está completamente mojada en su parte central y en la zona más cercana a la calle Independencia.
Un agua que procede de los chorros de las fuentes inauguradas este mismo lunes, y que no caen únicamente al sumidero ubicado justo debajo, como la teoría predecía.
Así, tanto el viento como las gotas que salpican de las propias fuentes provocan que el agua salte a las baldosas de alrededor. Y, al acumularse el agua, se forman los lógicos charcos. Un problema añadido porque, en teoría, cada una de las fuentes funciona por un circuito cerrado que se retroalimenta.
En total son 10 chorros a nivel de pavimento que funcionan en circuito cerrado con depósito principal fuera del ámbito central de la plaza. Cada uno de los chorros dispone de su propio depósito y bomba, pudiéndose hacer diferentes juegos de luces y chorros.
Así, recordando las leyes más básicas de la física, el agua siempre tiende a buscar la pendiente más baja y va hasta allí. En el caso de la plaza, el punto mas bajo está en la esquina de La Paz con Jesús Guridi. Y hasta allí llega en este caso el agua sobrante.
El problema puede ser aún mayor cuando hiele, ya que la plaza podría convertirse en una auténtica pista de patinaje.
La solución para que el agua no salga de la zona de los sumideros es dar menos potencia a los chorros
Lo cierto es que la solución para evitar que el agua moje las baldosas parece sencilla: bastaría con reducir la potencia del chorro para que se levante menos y así caiga más fácilmente en la zona preparada para ello.
El render, sin agua en el suelo
Por cierto: llama la atención que en la recreación que envió el Ayuntamiento sobre el aspecto final de la obra, aquellos chorros de agua no tocaban el suelo, parecía que el agua flotase y desaparecía de forma mágica en el aire.
Una recreación que tenía, desde luego, unos chorros mucho más altos que los actuales y que ya vaticinaban que el agua iba a salir más allá de los sumideros.
La reforma de este espacio forma parte de la estrategia que desarrolla el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz para revitalizar el centro de la ciudad e impulsar el comercio y la vida en la zona. “Regenerar el centro con modernos y cómodos espacios públicos” era el objetivo de esta plaza, según aseguró en su día la concejala de Espacio Público.
Todo ello en una reforma que ha costado 764.000 euros y que ha tenido financiación europea procedente de los fondos Next Generation
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