Fueros: la calle con más vida comercial del centro de Vitoria-Gasteiz

8 febrero, 2022

Fueros, entre General Álava y Ortiz de Zárate, tiene todos sus locales ocupados y es la excepción en el centro

El tramo peatonal de Fueros, entre General Álava y Ortiz de Zárate es una de las pocas arterias del centro que cuenta con todos sus locales ocupados. Comercio local de todo tipo comparte calle con franquicias de grandes empresas y bares con bastante afluencia de gente. Una calle que, por su ubicación, tiene trasiego constante de paseantes y que en 2006 vivió una peatonalización que la ha revitalizado.

En calles aledañas como San Prudencio, General Álava, Independencia u Órtiz de Zárate los locales comerciales vacíos se acumulan. Este tramo de Fueros, sin embargo, parece haber encontrado la clave para permanecer activa. Aunque no está exenta de problemas: hablamos con los comerciantes de la calle Fueros.

Una calle con historia

Fueros es una calle con mucha historia comercial. En las últimas décadas han cerrado comercios emblemáticos como la librería Study -en el actual Juguettos-, Almacenes Jaun, la tienda de música Alfaro -frente a la calle San Prudencio- o, cómo no, la librería Linacero.  Esta última cerró en los noventa y fue durante décadas la referencia literaria en Vitoria-Gasteiz, con su emblemático y enorme termómetro mirando a General Álava.

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El enorme termómetro de Linacero recorría la fachada del edificio hasta los 90.

 

La cercanía a dos arterias principales y comerciales de la ciudad como San Prudencio y General Álava, con sus históricos teatros, comercios y cines han influido en el interés de la calle Fueros. Una calle de paso relativamente alejada de Dato, y que tiende a pasar desapercibida al pensar en las calles más comerciales del centro, pero que ha contado con importantes comercios a lo largo de los años.

Claroscuros de una calle "con movimiento"

Aún quedan comercios en esta calle con una larga trayectoria. Es el caso de la óptica Aniel-Quiroga.  Ya cerca de su jubilación Pedro cuenta que lleva desde octubre del 83 regentando este negocio. En todos estos años ha sido consciente de la evolución de la calle. “Este tramo desde General Álava hasta Ortiz de Zárate es para mí de los más comerciales de Vitoria”. Desde su escaparate ha visto negocio históricos desaparecer: “He visto una evolución enorme, el comercio local está desapareciendo, unos porque nos vamos jubilando, otros porque lo traspasan y vienen muchas franquicias…”.

United Colors of Benetton, Stradivarius, Mayoral o Juguettos comparten persiana con otras tiendas más locales de ropa, perfumes, juguetes, delicatesen o fruta. Para Pedro esta mezcla es positiva, “da movimiento”.

Entre los comercios que Pedro echa en falta se encuentran los bancos. Las entidades han ido cerrando paulatinamente las sucursales del centro de Vitoria estos últimos años. “Hace varios años había varios, ahora solo tienes Ibercaja; por las mañanas daban mucha vida”, lamenta Pedro.

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La calle Fueros, en su tramo en Ortiz de Zárate y General Álava se peatonalizó en 2006

Andrey gestiona 'Et voilá la boutique', un negocio de ropa de diseño que lleva tres años abierto. Andrey echa en falta que la gente se interese más por las tiendas que ocupan la calle: "La gente pasa, pero por el trabajo, porque hay que ir al colegio.... De entrar a la tienda y de comprar, no. Pasan de largo", explica.

Aunque en los tres años que lleva instalado en este local está satisfecho con cómo marcha el negocio: "Estoy contento" pero admite que siempre puede ir mejor: "Me gustaría más, como los tiempos de antes... Pero es lo que hay, hay que entender todo", se resigna Andrey, en alusión a la pandemia.

Neuk lleva casi veinte años con la persiana abierta. Justo antes de la pandemia se unió Zeuk para poder separar la ropa de hombre y mujer. Para Txus, gerente de las tiendas esta calle no es la "milla de oro". No cree que sea ejemplo de calle con vida comercial a imitar, podría ir mejor, aunque admite que los problemas que aquejan al comercio local "son imparables y globales".

En su opinión, internet y el permiso de apertura de Centros Comerciales, con la facilidad para aparcar y el "microclima" que se crea en ellos ha dificultado mucho la vida del comercio más local.  También opina que es un handicap el precio de los alquileres en el centro. "Estos son alquileres de primera línea. Evidentemente intentas abrir donde hay vida, pero esto es lo de siempre.... Cuanta más vida, más caro el metro cuadrado de alquiler", explica.

"Cuanta más vida hay, más caro el metro cuadrado"

Sobre los locales vacíos, Txus opina que, en General Álava sobre todo, son locales con una gran cantidad de metros cuadrados. "Hay locales que son muy potentes. Son miles de metros cuadrados, no te abre cualquiera. Ahora tienes muchos locales vacíos, pero no hay demasiado local de 150, 200 metros cuadrados", matiza Txus.

La pandemia ha cambiado los hábitos de consumo

Bide-Bidean vende productos de comercio justo. Otro negocio de la calle que, por sus características, ya tienen clientes habituales. En este caso llevan seis años en la calle. Amara coincide en la reflexión de Txus sobre el precio de los alquileres. Y explica que es una calle "de paso", "la gente ya no viene a comprar aquí, sino que pasa y aprovecha". Cree que los hábitos de consumo con la pandemia han cambiado mucho. "Ya no es ir a dar una vuelta, comprar, como podía ser hace unos años”. En su caso el negocio es viable gracias a que es un proyecto especial, con unas características de cliente muy concretos e interesados. “Hay altibajos y se ha notado mucho desde la pandemia el cambio de hábitos”.

La peatonalización, una de las claves

Pedro vio con cierto recelo la peatonalización de hace unos años. “No soy partidario de peatonalizar, soy partidario del coche”, aunque admite que ha dado mucha vida a la calle. Tras la peatonalización se ha encontrado con una curiosa 'barrera' en sus potenciales clientes: “La gente pasea por el medio; si tú tienes limitado el espacio para el peatón vas pegado a la fachada”. Y esa falta de espacio, en opinión de Pedro, puede hacer que el escaparate funcione mejor, aunque admite que la clave es siempre "tener un escaparate llamativo”.

Tener un escaparate llamativo, la clave para que el negocio funcione

Txus también ha conocido la calle cuando pasaban coches. Él sí vio la peatonalización con buenos ojos. "La gente se resistía. Todo lo que sea peatonalización es bueno, es evidente". Aunque Andrey no ha vivido su negocio con la calle sin peatonalizar, opina que parte importante de la responsabilidad del consumo local recae sobre la ciudadanía.

Pese a que la gente pasa por la calle, cree que cuesta dar el paso a entrar en las tiendas más pequeñas y consumir en ellas. "El comercio pequeño es bastante más difícil si la gente no viene. La gente no mira apoyar un negocio pequeño. Prefieren comprar Inditex, les sale más manejable. Voy al centro comercial... Es muy difícil luchar contra eso", explica Andrey. Aunque es consciente de que la crisis también tiene parte de culpa: "La gente está mucho en ERTE o en paro y no pueden permitirse comprar continuamente ropa de calidad. Prefieren comprarse unos pantalones de 15 euros y en dos meses comprarse otros por 15".

Desde Bide-Bidean dan cuenta de que efectivamente es una calle con cierto éxito si se mira que no hay locales vacíos pero eso sí, con mucha rotación entre los comerciantes. “Ahora hay una frutería donde antes había una tienda de ropa, la juguetería donde había una tienda de ropa de bebés..." Ve en esta rotación una dificultad de los negocios a la hora de sobrevivir." Si fuéramos un comercio al uso hubiéramos cerrado", explica Amara. Su salvavidas ha sido hacer un proyecto diferente con productos muy concretos.

Alquileres, internet y rebajas... no ayudan

El negocio de Pedro, la venta de gafas, ha escapado de las compras por internet: pero lo que también le ha ayudado es tener el local en propiedad. Al ser su propio local, no tiene el asfixiante gasto mensual del alquiler. “Es un coste añadido que hay que pagar todos los meses, y que cuesta...”. En su caso, explica que ya tiene interesados para traspasar su negocio con la jubilación, pero en el caso de que no fructifiquen: “Si no ha habido relevo, pues tranquilamente cierro la botica, pongo en alquiler el local y lo que salga”.

Las continuas promociones, rebajas, Black Friday.... también dificultan la rentabilidad de los negocios más locales. Así lo opina Txus de Neuk-Zeuk: "Es que eso mata, porque las grandes tienen unos márgenes amplios, dejarte a mitad de precio les da igual. En vez de multiplicar por ocho multiplican por cuatro su beneficio, pero en nuestro caso no".

Todos los comerciantes preguntados, admiten que parte de la responsabilidad de que los negocios salgan adelante es de los propios ciudadanos. Internet, "ese monstruo", como lo califica Txus es un enemigo difícil de enfrentar. "Y tú dices bueno, únete a él. Monta una página web, es lo que te dicen las instituciones... Eso es una tontería, vas a luchar con las grandes marcas en el mundo de internet con un barquito en medio del mar Cantábrico rodeado de trasatlánticos que te pasan por encima". Una herramienta a la que se suma la ropa barata 'low cost' y que hace muy difícil competir.

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En el mismo sentido se manifiesta Andrey, que ve en el comprador vitoriano un interés excesivo en regatearle los precios. Una filosofía de compra basada en la rebaja que no ayuda al comercio: "¿Cómo voy a hacer una rebaja si acabo de recibir la colección? Si vendo igual que las páginas oficiales de internet...". En su opinión la bajada del precio de los alquileres es otro punto imprescindible en Vitoria. "Porque solo con pagar un alquiler ya estás temblando". Aquí también coincide Amara de Bide-Bidean: "Montar un negocio es dificilísimo y muy caro. Y en el centro los locales son muy caros. Si fuera más barato y fuera más fácil, se podría animar más gente”.

Amara también cree que desde las instituciones hay margen de mejora, sobre todo en los trámites. "Como Ayuntamiento facilitar que el pequeño comercio pueda abrir y se pueda mantener sin tanto trámite, sin tanto coste, sin tanta inseguridad económica. Falta pequeño comercio local", concluye.