Garaio recupera la estructura de su iglesia

21 abril, 2017

El edificio, de 1762, quedó vacío con la creación del embalse


La Diputación Foral de Álava ha concluido las obras de consolidación de la antigua Iglesia de San Esteban en el Parque de Garaio. Esta iglesia, como el resto del pueblo, fue abandonada en 1966 con la construcción del embalse de Ullibarri-Gamboa. Desde 1995 la torre, aunque en ruinas, acoge a una parea de cigüeñas.

Con un presupuesto de 68.061 euros, el proyecto del Departamento Foral de Medio Ambiente ha limpiado y consolidado el edificio anexo a la torre, que estaba en peligro de derrumbe. Además, ha construido una pasarela de madera que permite el acceso al interior.

La visita está apoyada con un nuevo panel interpretativo sobre la historia de la iglesia y su restauración, así como el antiguo pueblo de Garaio, que quedó abandonado tras la construcción del embalse de Ullibarri-Gamboa.

“Hemos aprovechado la intervención, además, para realizar la restauración paisajística y medioambiental del entorno de la iglesia, y también hemos habilitado una nueva senda que une el Mirador de las Colas de Zadorra con el Centro de Información del Parque de Garaio, y puede recorrerse a pie o en bicicleta”, ha anunciado el diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, en una visita a la zona.

Desde 1995 existe en la torre una pareja de cigüeñas blancas

Se trata de la segunda fase de una obra que comenzó a finales del año pasado con la consolidación de la torre, en cuya parte más alta está ubicado el nido de cigüeña, y que estaba en grave peligro de derrumbe. En esta primera fase, la Diputación Foral de Álava invirtió otros 32.050 euros.

“Con esta intervención en dos fases cumplimos un doble objetivo, restaurando este edificio emblemático del Parque de Garaio -de relevancia artística e histórica- y mejorando la propuesta y el área de descanso para paseantes y ciclistas”, ha explicado Galera, quien ha subrayado también la relevancia de la consolidación de la torre para la cigüeña blanca, “una especie cuya conservación apoya también el Departamento foral de Medio Ambiente y que vuelve cada primavera, fiel a su cita, desde el año 1995, en que instaló su nido”.

El edificio es de 1762 y tenía una bóveda de media naranja diseñada por Olaguibel

Y es que, además de afianzar la estructura de la iglesia, que se ha convertido ya en el icono del parque, la Diputación ha querido recuperar la memoria de este edificio histórico, cuyo origen se remonta al año 1762. La parroquia de San Esteban mantuvo el culto hasta el año 1966, poco después de que el pueblo de Garaio quedara prácticamente abandonado con la construcción del embalse de Ullibarri-Gamboa, que provocó la pérdida de gran parte de las tierras de cultivo utilizadas por sus vecinos.

La documentación histórica escrita es escasa y se enmarca principalmente en lo que recoge la historiadora Micaela Portilla en el Tomo V de su Catálogo Monumental de la Diócesis de Vitoria. En este catálogo, publicado en el año 1981, la historiadora recoge algunos aspectos relacionados con su arquitectura, así como los nombres de sus maestros canteros. Entre otros aspectos, destacaba la bóveda de media naranja diseñada por Antonio de Olaguibel o su retablo neoclásico, construido a comienzos del siglo XIX.