Gonzalo Antón reclama nueve millones al Ayuntamiento por el edificio de Bonilla
El Ayuntamiento se negó a aceptar la reclamación y ahora se debate la resolución en los tribunales
Gonzalo Antón y el Ayuntamiento de Vitoria se han visto esta semana en los tribunales, según EH Bildu, y no precisamente por el alquiler de San Antonio. El dueño del Zaldiaran y ex presidente del Alavés es también propietario del local de la antigua fábrica de Muebles Bonilla.
El edificio, ubicado en la Calle Vicente Goikoetxea, iba a ir destinado a viviendas de lujo pero también a restauración y comercio. De hecho Antón percibió dos licencias diferentes: una para rehabilitar un edificio protegido y una segunda para reformar el edificio de los almacenes. Sin embargo, Gonzalo Antón intentó juntar ambos edificios, y posteriormente denunció que no podía ejecutar los precios establecidos inicialmente. "Lo que en principio eran dos parcelas (edificio más almacenes) se han convertido en un solo edificio mediante un ejercicio de arquitectura urbanística", denuncia Atxon Belakortu.
Por ello Gonzalo Antón emitió una demanda patrimonial al Ayuntamiento por más de nueve millones de euros, asegurando que no puede ejecutar el precio residencial y reclama por ello una indemnización de 4.444 euros el metro cuadrado. La Asesoría Jurídica rechazó hace un año esta reclamación. Según el Ayuntamiento se trata de un edificio calificado como de conservación estructural y que siempre ha mantenido esta misma calificación. La calificación de edificio de conservación estructural se remonta a hace más de 20 años y nunca se ha modificado en las revisiones de planeamiento municipales posteriores. Sin embargo Gonzalo Antón quiere aprovecharse de un resquicio legal. Esta semana se ha celebrado una primera vista oral y la semana que viene habrá una nueva cita en el Palacio de Justicia.
"Cuando se aprobó el Plan General había dos parcelas dejando claro qué se podía hacer en cada una, pero el propietario ha hecho una unión y ahora ha generado más derechos urbanísticos. Derechos urbanísticos que no se pueden desarrollar porque el edificio principal está protegido.
Esta situación se produce, según el concejal de EH Bildu, porque "el nuevo plan general debe cortar de raíz estos huecos para hacer frente a los tiburones".
Belakortu asegura que éste no es el único caso que se ha dado en los últimos meses: "Estamos hasta el gorro de que periódicamente venga alguno al Ayuntamiento a ver qué saca, y vamos a estar especialmente vigilantes de quiénes son y cómo lo hacen".
noticia anterior
Xuban y su familia mantienen la esperanza de que ahora sí se admitan sus pruebas
Xuban Nafarrate y sus familiares no quieren caer en el excesivo optimismo tras la decisión de la Audiencia de Álava de reabrir su caso. El joven y su familia se mantienen "a la expectativa" y con dudas sobre lo que puede ocurrir a partir de ahora. La reapertura del caso fue ordenada por el presidente […]
noticia siguiente
La instalación de la fachada vegetal avanza en la antigua zona deportiva
La sensación de que está seca se debe a que aún no se ha regulado el riego