Guía del monumento a la Batalla de Vitoria
No hay preparado ningún acto concreto para este viernes 4 de agosto
El 4 de agosto de 2017 se cumplieron 100 años de la inauguración del monumento a la Batalla de Vitoria. El monumento fue inaugurado el 4 de agosto de 1917. Hoy en día el monumento está muy deteriorado:
Fue en 1913, un siglo después de la Batalla de Vitoria, cuando la ciudad decidió erigir un monumento para recordar esta fecha. Se hizo un concurso que ganó Gabriel Borrás, no sin críticas por los artistas de la época, que veían la obra anticuada.
Las obras arrancaron en 1915 y en 1917 concluía la construcción de la escultura de Gonzalo Borrás. Una composición en bronce y piedra estructurada en tres pisos que, por tanto, el 4 de agosto cumple 100 años. Atrás quedan ya los debates sobre su posible retirada, cuando Alfonso Alonso reformó la plaza y retiró los parterres.
El piso inferior es para la gente de Vitoria y para el General Álava con su espada, recibido a caballo por el pueblo de Vitoria. En la parte trasera de este piso aparecen los franceses, encabezados por José Bonaparte al abrigo de Marte, el Dios Romano de la Guerra representado con un casco romano. En los laterales sobresale el enrome realismo de las imágenes sujetas, eso sí a numerosas interpretaciones: además del tesoro que los franceses olvidaron en su huida, puede que una de las figuras sea la de la Marquesa de Montehermoso, amante de José Bonaparte. La observación de cada uno dirá qué representa exactamente cada escena.
En el segundo piso el protagonismo es para el Duque de Wellington y para todas las naciones aliadas que participaron en la contienda. Los escudos de los vencedores se observan en el monumento, así como el de la ciudad de Vitoria. El suelo de este piso está protagonizado por cañones y armas arrojados a los pies de los vencedores.
En la parte superior es el turno de las alegorías y el simbolismo. Por un lado el león que representa al ejército aliado pisa con sus garras el águila napoleónica. Junto a ellos se encuentra un hombre representado por el pueblo, quien porta en sus manos unas cadenas que acaba de romper, en señal de libertad. Concluyen la estatua dos mujeres: una es la Victoria y otra la Patria, que consuela al hombre de las cadenas, el Pueblo.
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