Vitoria-Gasteiz rememora los horrores del Holocausto

24 abril, 2018

La polaca de 88 años Halina Birenbaum cuenta a Gasteiz Hoy los horrores que sufrió en su juventud como consecuencia de la persecución nazi

Halina Birenbaum ha traído a Vitoria-Gasteiz los horrores del Holocausto: el hambre, la esclavitud, el desprecio, o el asesinato. Pero también la supervivencia, la esperanza, la vida y sobre todo, sus vivencias. Esta anciana polaca nació en la Varsovia de 1929. Una década antes de que la Alemania nazi invadiera Polonia y comenzaran seis años de pesadilla de los que, milagrosamente, consiguió salir viva.

Ahora, un Palacio Europa abarrotado durante este lunes y martes escucha con atención las palabras de la judía; historia viva del suceso más trágico que ha vivido el hombre.

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Halina Birenbaum en el Palacio Europa. Foto: @DiocesisVitoria

"Yo he pasado por toda esta historia. La gente no solo quiere saber lo que pasó; también cómo lo vivimos los que estuvimos allí. Recuerdo todo, desde la vida en el gueto de Varsovia hasta el final de la guerra", advierte la anciana en un perfecto inglés. A pesar de sus 88 años, ni la memoria ni la capacidad de comunicación le fallan. Y eso que pasó gran parte de su juventud en campos de concentración o en los suburbios de la invadida y bombardeada Varsovia, que incluso era "peor" que estar bajo el yugo del régimen nazi.

"En los guetos de Varsovia simplemente había demasiada gente. La superpoblación extrema se mezclaba con el hambre y las enfermedades. La gente hacía un esfuerzo por sobrevivir y buscaba la salvación a cualquier precio. Solo unos pocos la conocieron", narra Birenbaum.

  • La peor experiencia en la vida de Halina Birenbaum

De todas las desgracias que tuvo que pasar Halina Birenbaum, la peor para ella sucedió en mayo de 1943, según cuenta a Gasteiz Hoy. Cuando supo que iban a ser trasladados a un campo de concentración, ella y sus familiares se alegraron. Cómo tendría que ser vivir en aquella Varsovia para que esta noticia fuera bien recibida.

"Nos desplazaron en tren. Fue un viaje horrible; mucha gente murió en los vagones por asfixia. Cuando llegamos al campo de concentración de Majdanek, nos alegramos. Nos habían dicho que allí no morían judíos. Por fin creíamos que íbamos a estar bien", añade.

Cuando supimos que nos iban a trasladar a un campo de concentración, nos alegramos

La joven polaca ignoraba que estaba a punto de vivir el momento más duro de su vida. Y eso que todavía le quedaban por pasar dos años en Auschwitz y en otros dos campos de concentración. El número de identificación que le asignaron (48.693) todavía es visible en el tatuaje de su brazo.

En Majdanek separaron a los judíos en grupos y les mandaron a las duchas. Halina fue a abrazar a su madre antes de meterse en la suya, pero nunca más la encontró: "A la entrada de las duchas había otra selección en la que cogieron a mi madre. La mandaron a la cámara de gas. No la volví a ver ni pude despedirme de ella". Cuatro de sus cinco hermanos corrieron la misma suerte.

Su madre y cuatro de sus cinco hermanos murieron en el Holocausto

Desde entonces su cuñada se encargó de ella. Tras pasar por los campos de Auschwitz, Ravensbrück y Neustadt-Glewe fue liberada en 1945. En 1967 escribe el primero de sus doce libros, entre ellos algunos de poemas. También se dedica a viajar por el mundo dando conferencias respecto a sus experiencias, como las que ha dado este lunes y martes en el Europa, que se ha llenado para escuchar a la histórica polaca.

Junto con su conferencia también se ha montado la exposición Los 13 pilares del Holocausto, así como otra conferencia expuesta por Marta Simó, experta del Holocausto.