El huevo frito congelado abandona Vitoria pero la empresa desarrollará otros productos

La producción del huevo frito congelado abandona Vitoria-Gasteiz. La planta de Vitoria-Gasteiz ha dejado de producir ya este producto y la producción se trasladará por completo a Teruel, pero no la empresa.

Pese a ello Food Style mantendrá su sede actual en Larragana para desarrollar y fabricar nuevos productos, como tortillas congeladas para una cadena o un huevo frito refrigerado para vender en platos combinados de forma individual.

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La producción de las tortillas congeladas comenzará este mismo lunes en Vitoria-Gasteiz, con destino a una cadena de hostelería de un país europeo. Los huevos fritos refrigerados deberán esperar aún un poco más, pero en este caso su destino sería una cadena de distribución.

Esta pequeña reconversión de la planta también provocará una pequeña reducción de la plantilla, aunque la mayoría de los empleos se mantendrán, según fuentes de Food Style.

Las diferencias entre la planta de Teruel y la de Vitoria están precisamente en su tamaño: en Larragana existe una mayor versatilidad y capacidad de adaptación a nuevos productos, mientras que la planta de Teruel está especializada en la producción a gran escala de los huevos fritos congelados.

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• Planta de Teruel

En Vitoria-Gasteiz se fabricaban hasta ahora 45.000 huevos fritos congelados cada día, y la nueva fábrica, instalada en un antiguo secadero propiedad de Caja Rural de Teruel, producirá hasta 200.000 huevos al día. En Aragón estará, por tanto, la parte industrial de la empresa.

Javier Izuel presentó en 2014 el huevo frito congelado, aunque no fue hasta junio de 2016 cuando comenzó a suministrar el producto a Burger King. En los últimos meses las hamburgueserías de media Europa han añadido este producto a sus menús, lo que ha obligado a ampliar la planta. Ante las dificultades encontradas para abrir una nueva planta en Vitoria-Gasteiz, Izuel finalmente se ha tenido que llevar la producción a Teruel.

• ¿Cómo es el huevo frito congelado?

El producto está ultracongelado y se descongela y calienta en cuatro minutos en un horno de vapor. El huevo es un producto ultracongelado, que permite conseguir una textura de huevo recién frito, con una yema no líquida pero sí cremosa.

“La clara tiene un 98.5% de agua y la yema es proteína pura y, aunque en teoría no se puede congelar, yo me empeñé en buscar la solución”. El objetivo se ha conseguido tras numerosas investigaciones y muchos años buscando algo que parecía imposible: “Hay una montaña rusa de oscilaciones de temperaturas y, una vez que el huevo está descongelado, tiene una vida útil de 24 horas”. Además todos los huevos fritos tienen la misma textura y son exactamente iguales, según destacaba en su presentación Javier Izuel.