El arte emerge del convento de Betoño
IDarte acoge a más de cuatrocientos alumnos de grados y ciclos superiores de ilustración, diseño, animación y fotografía
Lo que antaño fue un convento de clausura ahora bulle de vida. El convento de Betoño acoge desde 2019 la Escuela de Arte y Superior de Diseño, IDarte. Este curso 420 alumnos de diferentes puntos de la geografía vasca, desarrollan sus habilidades en el centro. La escuela forma en diseño de interiores, animación, fotografía, ilustración y diseño gráfico. Un edificio que se ideó con otro planteamiento, pero que ha cobrado una nueva vida.
Del fallido Krea a IDarte
Antes de la llegada de IDarte, el antiguo convento iba a acoger Krea. Durante años se barajaron distintas opciones vinculadas al arte y la enseñanza. De hecho, la reforma incluyó espacios para ensayos de artes escénicas y danza. Una reforma muy visual y moderna, llevada a cabo por el estudio de Roberto Ercilla y costó nueve millones de euros.
Incluso había pequeñas habitaciones en la azotea con la idea de que fueran estancias para artistas becados. Pero los proyectos no fructificaron y el edificio permaneció vacío hasta 2019. “Son comentarios positivos los de la gente implicada en lo que iba a ser Krea: han visto que nosotros lo hemos llenado de vida y de gente", explica la directora de IDarte, Estíbaliz Iregi.
Con la llegada de la escuela hubo que readecuar ciertos espacios para la escuela. Las habitaciones de la azotea, por ejemplo: algunas se han convertido en aulas y otras esperan un nuevo uso como un estudio de grabación o un plató de entrevistas.
El edificio es ahora visualmente muy atractivo para los nuevos alumnos. “Cuando hacíamos puertas abiertas en Zaramaga nadie nos preguntaba el precio de la matrícula, ahora sí. La gente se piensa que es un centro privado. Dice mucho de la visión de la sociedad que tenemos. Parece que, siendo público, tiene que ser un poco cutre y con pinta de instituto de toda la vida. De repente tienes un edificio emblemático y la gente no se cree que sea público”. La escuela tiene más de cuarenta años de historia: situada antes en Zaramaga, el traslado al nuevo edificio ha sido el inicio de una nueva etapa para ellos.
La escuela, con más de cuarenta años de historia, se encontraba antes en Zaramaga
El espacio más significativo de este nuevo edificio es el antiguo claustro, ahora una enorme aula polivalente. "Puedes moverlo todo", las mesas y las sillas tienen ruedas y recolocándolas se pueden crear espacios para conferencias, ponencias o talleres. "La idea de este espacio es esa, espacios abiertos", explica Estíbaliz. Y, alrededor del claustro, se encuentran las aulas, con pizarra y monitor cada una.
Estudiantes de fuera de Vitoria
Curiosamente, la gran mayoría de los alumnos de la escuela son de fuera de Vitoria: “La mayor parte viene de Bizkaia, después Gipuzkoa y finalmente Álava; pero también hay navarros y gente que llega de otros puntos". Y es que la cercanía con la ciudad puede llevar a una percepción equivocada. "Es verdad que en Vitoria somos desconocidos, pero también es verdad que nuestro alumnado no viene fundamentalmente de aquí. La mayoría de la gente viene de sitios bien comunicados con Vitoria. Ahora estamos haciendo un esfuerzo hacia el exterior, para que se nos conozca en todo Euskadi”.
La mayoría de estudiantes no son de Vitoria
Maider y Odei son de Gipuzkoa y estudian Primero de Diseño gráfico. Ella con perspectivas de dedicarse a la ilustración editorial y al diseño, y él mira al concept art de series, videojuegos o cómics. "Si realmente lo que estás haciendo te gusta, es bueno. Aunque el primer año es un poco muy genérico para mi gusto", explica Maider, contenta con su decisión pero con expectativas puestas en que el segundo año se centre más en la ilustración.
Odei se decantó por IDarte porque esta es una de las pocas posibilidades para estudiar diseño que hay en Euskadi, explica, satisfecho con su decisión: "Si quieres dibujar siempre se puede mejorar cosas, pero se dibuja mucho, muchísimo. Al final aprendes". A otro compañero Aimar, de Irun, también le gustaría dedicarse al concept: "Descubrí que me gustaba dibujar mucho antes, antes del bachiller de Artes y por eso me metí luego aquí".
June, estudiante de diseño de interiores, se ve en un futuro fundando su propia empresa: "Me gustaría en un futuro emprender una empresa de interiores. Al principio en cuanto salga de aquí no será posible, pero luego en años, cuando tenga más experiencia...". Una rama que June descubrió estudiando el bachiller tecnológico y en el que jugó una papel determinante las jornadas de puertas abiertas: "La orientadora de mi bachiller ya sabía que existía esta universidad. Me informaron sobre la escuela y me convencieron bastante fácil. Creo que he acertado y estoy contenta", explica June.
¿Cuál es la diferencia con la Escuela de Artes y Oficios?
La Escuela de Artes y Oficios se orienta más a cursos concretos, pero la escuela de Betoño ofrece formación reglada con título, sistema de calificaciones y trayectoria académica oficial. "Vas a la Escuela de Artes y Oficios a aprender fotografía o dibujo, cursos de cerámica o pintura; pero sin formación reglada", da cuenta Estíbaliz.
Los estudios ofrecidos se clasifican entre Grados y Ciclos
La escuela cuenta en su oferta formativa tanto con Grados como con ciclos formativos de grados superior. “No somos la universidad y no somos la FP, pero tenemos ciclos y grados”, explica.
Concretamente dos grados: Diseño de interiores y Diseño gráfico, de cuatro años. Y tres ciclos formativos: Animación, Fotografía e Ilustración, de dos años. Una mezcla de itinerarios que puede llevar a confusión: “Todo el mundo conoce los grados universitarios, pero hay otros grados que son los de música, los de artes escénicas y danza, los nuestros de Diseño….La confusión suele venir de ahí”. Dudas que están acostumbrados a aclarar en las jornadas de puertas abiertas.
En cuanto a las carreras, el primer año "es un poco más genérico, conceptos más básicos y a partir del segundo más centrados en la especialidad, en que cuando la gente salga de aquí pueda trabajar de esto. Nuestro enfoque es profesionalizar", explica Estibaliz. De hecho, los estudios son muy prácticos, "trabajando con retos, proyectos, con una visión de apertura a la sociedad y en solucionar problemas". Se combinan tanto un conocimiento más teórico como otros más práctico: "Las más proyectuales se valoran con el proyecto, con la presentación. Por ejemplo un trabajo fin de estudios tiene la parte más conceptual, la memoria y luego la presentación".
La escuela también está abierta al programa Erasmus, con relaciones con escuelas de Italia, Portugal, Lituania o Polonia. "Tenemos gente haciendo prácticas en Berlín y Budapest. El 10% de nuestro alumnado está haciendo Erasmus". Y es que, el perfil de la universidad es principalmente de jóvenes recién salidos de Bachillerato: "De vez en cuando tenemos alguien más mayor, pero lo normal es gente que acaba de terminar bachillerato y con intereses en trabajar en este ámbito. También tenemos algún caso de gente que en su día hizo un ciclo, ahora han pasado unos años y viene a hacer un grado, tenemos alguno de veinte, treinta o cuarenta...Pero el perfil es dieciocho años".
"Las industrias creativas y culturales son una apuesta de futuro"
¿Y en cuanto a perspectivas de futuro de la Escuela? "En los grados damos dos especialidades, pero podríamos dar también diseño de moda y diseño de producto". Uno de los itinerarios futuros podría pasar por ofrecer esas dos titulaciones. Y ya en el tema de los ciclos, algo más ambicioso "nos gustaría ser la FP de las Artes Plásticas y el Diseño. La industrias creativas y culturales son una apuesta de futuro: hay dinero europeo, hay interés estratégico por parte del Gobierno Vasco y nosotros estamos ahí".
"Los estudiantes se integran fácilmente en el entorno laboral"
La Escuela presume de formar artistas con un buen nivel al terminar los estudios. "Cuando nuestro alumnado se va a hacer un máster a cualquier sitio les preguntamos. Se integran bien, suelen tener más nivel a nivel técnico, en el manejo de herramientas. Y con las valoraciones de las empresas suele suceder lo mismo, la gente no solo se integra fácilmente en un entorno laboral, sino que se desenvuelven bien y tienen buen nivel".
Si bien está pendiente un estudio de egreso más detallado, muchos de los estudiantes se ven obligados a emigrar a Barcelona o Madrid por el perfil de estos estudios. "Entendemos que nuestro perfil profesional en Euskadi es un poco diferente de lo que podría ser en Barcelona o en Madrid, porque esta es una zona muy industrial. Tenemos mucho alumnado de diseño gráfico trabajando en Barcelona, porque tienen otra tradición y otra cultura. Desde aquí se enfoca mucho al ámbito digital. Hay que ver un poco los intereses de perfil que tiene el alumnado entrante y conjugarlo con el tejido de trabajo que se van a a encontrar después". En Euskadi, Estíbaliz pone ejemplos concretos de salidas que han tenido alumnos de la escuela: "En el tema del vino, por ejemplo, trabajar en temas de packaging".
Plazas y precios públicos
Entre los estudios que más éxito tienen: los grados de Diseño. "Luego ilustración siempre suele tener mucha demanda, y animación". De hecho, animación va cogiendo carrerilla poco a poco, explica.
"El primer año fue un grupo pequeñito, ahora tiene más demanda, como fotografía: ha tenido un par de años un poco flojo pero otra vez está repuntando". Los estudios de animación son los que más llaman la atención, también es la titulación más reciente. "La animación ha surgido porque en Álava se le está dando mucho impulso, hay productoras".
En los últimos años, además, han incrementado las plazas de diseño gráfico y diseño de interiores."En diseño gráfico ofertamos sesenta plazas en cada especialidad, con lo cual es una oferta bastante amplia". Facilidad de plazas que se suman a los precios públicos de los estudios: "Los ciclos de dos años son gratuitos y los grados son algo menos de setecientos euros". Estudios que en una escuela privada se disparan y que aquí se realizan con precios públicos: "Te comparas con los doce mil que puede ser una universidad privada... y es que además estas son titulaciones oficiales". Eso sí, materiales como los ordenadores los ha de poner cada alumno.
Una barrera física entre Betoño y Vitoria
La escuela se ubica en Betoño. Rodeado por el polígono industrial. Un entorno que parece desconectado de la ciudad y para el que se plantean distintas propuestas. "Lo hemos hablado con Fundación Vital, la dueña del edificio. Estamos al lado de la Fundación Sancho el Sabio y tienen un proyecto para utilizar la zona intermedia, para hacer un proyecto", aunque Estíbaliz no se aventura a dar más detalles.
Un entorno con potencial para ser transformado
También han tenido conversaciones con el departamento de Espacio Público, para buscar posibilidades a un entorno con potencial. "Nos gustaría tener más integración con la ciudad" Pero también da cuenta de que este tipo de proyectos en otras ciudades se encuentran en entornos alejados. "Estamos cerca de Salburua y a nuestro lado pasa el bicicarril del Vasco-Navarro".
Que el entorno adquiera protagonismo, explica Estíbaliz, es también cuestión de tiempo. "Llevamos cuatro años, nos ha pillado la pandemia de por medio y hemos hecho bastantes cosas. Pero te das cuenta con un poco de perspectiva que, para llevar esto adelante, hemos necesitado dos o tres años. Ideas tenemos. Imagino que se irá organizando tejido aquí alrededor también".
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