Iker y Eneko Pou conquistan nuevas rutas en Siberia

9 septiembre, 2015

Los hermanos Pou han abierto nuevas rutas de escalada en el Oriente ruso

Foto Hermanos Pou

Foto Hermanos Pou

Iker y Eneko Pou han logrado una nueva proeza en su carrera deportiva con la apertura de cuatro nuevas rutas en Siberia durante su última aventura el pasado mes de julio.

Los dos escaladores vitorianos se adentraron en un territorio desconocido y lleno de incógnitas para buscar nuevos retos deportivos en una región apenas explorada por los escaladores. El resultado no ha podido ser más “satisfactorio” para los dos escaladores vasco que han podido abrir cuatro nuevas rutas en una “roca idónea para la escalada en fisura y que está en muy buenas condiciones. Ha sido nuestra expedición más exitosa porque nunca hemos logrado algo así”, remarcó Iker Pou.

A través de un contacto local de aquella remota región tuvieron conocimiento de la existencia de unas montañas de “cerca de 2.000 metros de altura” y en la que salvo un grupo de escaladores australianos nadie había estado por allí. Iniciaron los trámites y gestiones para superar la engorrosa burocracia rusa que les llevó incluso a “pasar unas horas en los calabozos de la policía al no estar acostumbrados a la presencia de extranjeros en la zona”, explicó Eneko.

Además durante el mes de expedición han tenido que lidiar con otro contratiempo como ha sido la plaga de mosquitos que les ha acompañado a lo largo de toda su estancia. “Ha sido un verano más caluroso que otros años y se ha notado en la gran cantidad de mosquitos que ha habido”. Este hecho les ha llevado a tener que gastar cerca de 500 euros en spray protectores y repelentes de los mosquitos y convertirse esos sprays en un elemento imprescindible para cualquier actividad que han desarrollado en esta expedición como medida de protección. Esta masiva presencia de mosquitos es notable en las numerosas imágenes que han tomado de la expedición y también ha admitido que en ocasiones les ha resultado molesta.

Superados esos problemas pudieron acercarse a la base de las montañas y “disfrutar” de una escalada en una roca “muy buena” para abrir vías en una especialidad como la fisura. Los cuatro recorridos que han logrado abrir los dos escaladores vascos tienen una dificultad que no supera “el grado 7C+ como es habitual en este tipo de roca”, y tienen unos largos que no rebasan los 500 metros.

Para lograr este nuevo reto los dos vitorianos han podido aprovechar los años de experiencia en la escalada en fisura y también aprovecharse de las facilidades en la pared de la montaña. “Lo hemos logrado al primer intento sin tener que hacer ensayos previos”, remarcaron los escaladores. Esa facilidad les llevó a hacer las vías en una única jornada “sin apenas poner elementos de ayuda extra en la pared” y además “entrando por la base de la vía y saliendo por la cumbre”.

La expedición no ha sido fácil, sobre todo en temas de logística, al tener que llevar hasta un lugar tan distante como Siberia todo el material. “Desde Moscú hasta la última población habitada hay 12 horas de vuelo”, enfatizaron para evidenciar la lejanía del lugar en el que han llevado a cabo su última aventura.

A raíz de esta aventura los vitorianos esperan que el destino de Siberia pueda comenzar a ser explorado por otros escaladores que a partir de ahora se fijen en esta comarca como un espacio “virgen e inexplorado para nuevos retos deportivos. Aún quedan lugares para verdaderas aventuras”, resaltaron los dos vitorianos.

La actividad de los hermanos Pou no cesa y continúan con sus escaladas sin descartar que para las fechas navideñas puedan montar una nueva expedición a un lugar todavía por concretar.