Fallece Iñaki, una de las patas del mítico Bar La Unión

3 febrero, 2015

Iñaki, uno de los pilares del mítico Bar La Unión, fallecía este lunes en Vitoria.

Iñaki, una de las patas del Bar La Unión, fallecía este lunes en Vitoria, tras casi un año de enfermedad. Iñaki, de 51 años, gestionaba La Unión tras tomar el testigo de su padre Mario. Pero no lo hacía solo, sino junto a su hermana Marijo y a Carlos. El mítico Bar de La Plaza de España es uno de los más antiguos de Vitoria. Ya en los últimos meses había abandonado la barra para iniciar una lucha contra la enfermedad que no ha podido superar.

La Unión es un negocio familiar que va ya por la tercera generación. Fue la abuela de los actuales dueños la que, en los años 30, se puso detrás de esa barra. Lo hizo en un bar que ya tenía historia antes de su llegada.

La Unión es de los pocos bares tradicionales que quedan actualmente en el centro de la ciudad. Un negocio en el que la cercanía es su señal. De esos locales en los que al entrar saludan a cada cliente por su nombre o donde suena el Zorionak con cada cumpleaños. Cientos de personas desayunan cada día alguna de sus tortillas rellenas, su caldo y su Crema de Verduras o Gazpacho. Todo ello sin olvidar el vino caliente de Nochebuena, destinado este año precisamente a la Asociación Contra El Cáncer.

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Además, en cada fiesta especial El Abuelo (así le llaman en la familia) se viste con el traje que corresponda para alegrar a todos los vitorianos. En los próximos días se pondrá el traje de carnaval, pero también es Cocinero, Celedón, Olentzero, Triatleta o Guerrero medieval. Ubicado en el balcón que da a la Calle Olaguibel, este muñeco se ha convertido en un calendario temático para los vitorianos.

Dentro, en las paredes del bar cuelgan piezas de la vida de nuestra ciudad: Fotos Antiguas, carteles históricos de La Blanca o San Prudencio o los premios de San Antón. A su alrededor se juntan cada día quienes trabajan en el centro con quienes llegan al hamaiketako tras hacer el paseo a Armentia o a Olarizu.

La Unión se queda desde hoy coja, con la ausencia de una de sus patas principales. Pero mientras tanto Marijo, Carlos y compañía seguirán detras de la barra, intentando alegrar la mañana a cada uno de sus cientos de clientes, con el recuerdo de Iñaki.