Un incendio que dura cuatro meses y medio

8 febrero, 2018

Una familia de Zabalgana no puede acceder a su piso quemado en septiembre y tiene que asumir el alquiler del apartamento ante la pasividad de la aseguradora

Lorena Careaga y su familia llevan casi cinco meses sin poder vivir en su casa. Su piso de la calle Bremen se quemó en la madrugada del 27 al 28 de septiembre a causa de un cortocircuito. Lo que iba a ser un desalojo temporal de 15 días se ha transformado además en una pesadilla económica. Deben asumir la hipoteca del piso quemado, que sigue en el mismo estado, más un alquiler mensual de 1.100 euros del que por ahora no ha abonado nadao la aseguradora. "Me dijeron que iba a estar comiendo las uvas en mi casa. Estamos en febrero y aún no han hecho nada", denuncia.

Incendio zabalgana bremen vitoria

Estado actual del piso. Foto: @LoreCareaga

La afectada tiene contratada la cobertura total con Línea Directa. Según afirma a Gasteiz Hoy se siente ignorada constantemente por la aseguradora: "Cada vez que llamo me atiende una persona diferente Creo que nunca he hablado con mi tramitadora. De hecho creo que ya me han cambiado de tramitadora dos veces".

A raíz de la gran repercusión que ha tenido su situación en redes sociales, Línea Directa se ha puesto en contacto con Lorena Careaga después de la redacción de este artículo. Le han asegurado que asumirán los gastos de la casa y del alquiler, después de mandar a personal de la aseguradora a examinar el piso. La situación, según la demandante, podría estar arreglada el próximo martes.

Por el momento, la familia ha solventado la situación gracias a las horas extra que hace su marido. "Trabaja 12 horas todos los días para poder pagar todo", asegura esta vecina de Zabalgana, que además es madre de una niña de 4 años. "La aaseguradora nos ofreció una habitación de hotel a gastos pagados durante los primeros 15 días. Poco después también nos ofrecieron un alojamiento pagado. Rechazamos en ese momento el hotel porque preferíamos estar en casa de mis padres hasta que pasara el shock", narra.

Mi marido trabaja 12 horas todos los días para pagar todos los gastos

Una vez transcurridos los primeros días, buscaron un apartamento de alquiler para permanecer en él hasta regresar a su piso. "La empresa de los apartamentos nos dio un presupuesto, que trasladamos a la aseguradora. Nos aprobaron el presupuesto, pero no pagan nada", asegura esta vitoriana. El resultado son 1.100 euros de alquiler al mes más la hipoteca del piso que no pueden utilizar, ya que está completamente quemado.

Además, la familia ha cambiado hasta en tres ocasiones de abogado. Asegura, por su experiencia, que es difícil encontrar uno que quiera llevar un incidente de estas características, con toda la casa afectada. "Había abogados que cogían el caso, pero luego no sabían mucho de la Ley de Seguros y no podían defenderlo. Ahora estoy con una abogada que de momento maneja bien el caso", afirma Careaga.

La aseguradora nos aprobó el presupuesto del apartamento, pero no paga nada

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Los bomberos acudieron al piso la noche del incendio. Foto: Bomberos Gasteiz

A estos esfuerzos económicos hay que sumar la contratación de un perito por cuenta de la familia. Unos 5.000 o 10.000 euros más, porque el perito de Línea Directa "no hace absolutamente nada", critica la afectada. "En Navidad tuve que coger vacaciones para buscar duplicados de las facturas de todo lo que había en la casa. Son excusas constantes. ¿Es que no ve la tele y los muebles quemados? Me da igual el valor que les adjudique, pero no podemos seguir así", se lamenta.

Al ocurrir el incendio dieron parte a dos aseguradoras. Línea Directa, que es la contratada por ellos, y Allianz, que es la de la comunidad. "Ninguna de las dos ha hecho nada, aunque es la mía quien debería encargarse del caso y luego arreglar cuentas con la comunidad", explica Lorena Careaga.

  • Un sofá, el origen del incendio

El incendió se produjo en un noveno piso de la calle Bremen, en Zabalgana. Ocurrió durante la madrugada, debido a un sofá motorizado. El motor sufrió un cortocircuito y las chispas entraron en contacto con el relleno del sofá, que comenzó a arder rápidamente. La familia se despertó y alertó a los bomberos, con lo que no hubo heridos graves. "Mi marido se quemó la mano al intentar meter la boquilla del extintor en el interior del sofá", relata la mujer.

A la mañana siguiente, el equipo técnico acudió a hacer el informe del incendio, que arrasó con prácticamente toda la casa. Tanto el piso como el sofá solo tenían cuatro años de antigüedad. "Debido a la cantidad de humo que había los vecinos que viven debajo tuvieron que limpiar y pintar sus casas", asegura.