Del Gastronauta a Maik&food: ¿Quiénes son los influencers de comida en Vitoria?
Hablamos con cuatro de los influencers de comida más destacados de Vitoria-Gasteiz
"¡Hola, soy Pablo Cabezali, de Cenando con Pablo, y lo único estable en mi vida es el hambre!". Esta es la introducción de uno de los influencer de comida (o 'foodie') más de moda. Los creadores de contenido gastronómico gustan, y mucho. Reseñas de platos y restaurantes, fotos, vídeos y recetas despiertan el interés, y el apetito, del público. Y los hosteleros lo saben: muchos aprovechan esta oportunidad de lucir su mejor mantel.
Hablamos con El Gastronauta Alavés, Maik&food, eldisfrutometro y guk_green_vitoriagasteiz sobre seguidores, colaboraciones, opiniones sinceras, fama y publicidad. Son 4 de los instagramers de comida más conocidos de Vitoria-Gasteiz.
La comida es lo suyo y, cada uno a su manera, la comparten con el público siempre que pueden. Sus publicaciones acumulan varios miles de seguidores y muchas más visualizaciones. Pero, ¿quién hay detrás de estos perfiles?
El primero, El Gastronauta Alavés

Foto de El Gastronauta en el Om Café & Club.
El Gastronauta Alavés es el más veterano. Se lanzó al ruedo de Instagram en 2018. Y, de no saber casi ni cómo funcionaba, ha pasado a tener una comunidad con más de 15.000 seguidores. Apasionado de la cocina desde bien pequeño gracias a su madre y a los programos de Karlos Argiñano, Aitor solía reflejar en su perfil personal su visita a los diferentes restaurantes.
Hasta que un compañero de trabajo le sugirió que abriera uno propio de comida, "como un diario". También le echó una mano con el nombre. Fue así como nació El Gastronauta Alavés. Ya solo por el nombre "tuvo tirón". Su forma de mostrar su opinión sobre los platos que degustaba también caló. "No sé si era algo diferente, pero ya había feedback. Vi que algo había encajado con los seguidores, toqué una tecla que gustó", reconoce.
"Igual no tenemos un Messi, pero hay muchos Iniestas y se merecen un altavoz"
En el confinamiento su cuenta "explotó". Se volcó en varios directos con cocineros, baristas y gente del mundo de la gastronomía. "Intento ayudar mucho a la hostelería, y en aquel momento fue crucial", constata. Quiere ser un altavoz que ponga a Vitoria-Gasteiz en el mapa culinario de las redes sociales. Y del boca a boca.
"Desde fuera, la percepción es que Vitoria cada vez mola más en hostelería"
"Me da mucha rabia que otras ciudades tengan más notoriedad y fama. Puede que haya cocineros más mediáticos, pero me di cuenta de que iba a los sitios aquí y disfrutaba igual", afirma rotundo. "Vale, igual no tenemos a un Messi, pero hay muchos Iniestas y se merecen un altavoz y mimo", compara.

Foto de El Gastronauta en Casa de Locos.
Una repercusión que, opina, está cambiando. "La percepción desde fuera es que Vitoria cada vez mola más en hostelería. Siempre lo ha hecho, pero cuentas como la mía ayudan a que haya más repercusión", considera. Por eso, y para intentar sorprender a los seguidores, no para de estrujarse las neuronas. Entre sus ideas, los Premios Gastronauta. O un tardeo canalla previsto para el 14 de marzo en el restaurante Mano Lenta.
"En el 80-90% de las ocasiones, pago mi cuenta y listo"
La cuestión es que haya salseo. "Organizar eventos es difícil si no hay nadie que los pilote. Gonzalo Antón y su convención de alta cocina me inspiraron mucho. Me animé a pilotar estas actividades y, como son esporádicas, creo que están gustando mucho", señala.
Sin remuneración
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Además de estas actividades, en su cuenta hay sitio para platos de todo tipo, por supuesto, pero también para cafés, panes, helados, pastelería, zumos, vinos o vodka. Propuestas, recomendaciones y opiniones que Aitor publica con mucha asiduidad. Pero, ¿qué repercusión tiene esta tarea?
"Esto es un hobby, si no lo fuera, saldría muy forzado y parecería marketing"
En tiempo, muchas horas. "De ir a los sitios, hacer fotos, vídeos, luego montarlos... Pero también de estar pensando todos los días qué hacer, cómo prepararlo...", enumera. Una labor que compagina con su horario laboral, el cual le deja las tardes bastante liberadas para dedicarlas a su pasión.

Foto de El Gastronauta en Aukera Fusión Peruana.
¿Y en dinero? "Cero remuneración", afirma rotundo. "El Gastronauta es consecuencia de mi pasión, la comida. No al revés. Es un hobby total. Si no lo fuera, saldría todo muy forzado y parecería marketing", recalca.
"Organizo sorteos con marcas que me representan"
Por eso, "el 80-90% de las ocasiones pago mi cuenta y listo. Hay locales y marcas que te contactan y, cuando hay una colaboración para mostrar una experiencia, lo primero que hago es estudiarlos para ver si son afín a mis valores en calidad, servicio, producto o cosas que molen", desvela.
Si no lo cumplen, "los rechazo, porque El Gastronauta es sagrado, los valores no se discuten". Lo mismo ocurre con los sorteos que organiza. "Son con marcas que me representan, intento seleccionar las más afines. Muy a menudo no les cobro y les da mucha visibilidad, así que les sale muy rentable", confiesa. "Mi sustento está cubierto con mi trabajo. Esto es al margen y no me lo tomo de forma personal", añade.
Anonimato

Foto de El Gastronauta en el Tandoori.
La misma filosofía aplica a la hora de publicar sus valoraciones. La sinceridad es su bandera, pese a que no siempre guste a todo el mundo. "Intento ser lo más constructivo posible. Mi valor añadido es que hablo a la cara y con la educación por delante. Si algo me gusta, lo digo. Y, si no me gusta y creo que se puede mejorar, también. A todo el mundo no le va a gustar, para eso estamos aquí", tiene asumido.
Es consciente de que lo que para él es un hobby y para el público un entretenimiento, para los bares y restaurantes representa "su vida". Por eso, en alguna ocasión, las menos, en la que la experiencia ha sido mala, ha preferido no publicar nada. "Al final, son perspectivas, momentos y lugares. No siempre la realidad es la que yo tengo en un momento determinado", explica.
Casi el 75% de sus seguidores en Instagram son mujeres
Dentro de ese instante efímero, Aitor busca ser lo más veraz posible. No solo en opiniones, también en cantidades y apariencia del producto. "Quiero visibilizar la experiencia media de cualquier persona que acuda al sitio. Si no se corresponde, al final juega en contra del local. Cuando vaya, la gente lo notará y se molestará. Si lo que dijera no fuera verdad, no tendría seguidores", advierte.
Lo ha experimentado en alguna ocasión con sus seguidores, de los que el 90% son alaveses. También los hay de Bilbao y, en menor cantidad, de Madrid y Barcelona. Y casi el 75% son mujeres. "No sé muy bien qué lectura hacer, pero me parece interesante para saber cómo decir las cosas a la gente", valora.

Foto de El Gastronauta en La Musa.
Por ahora prefiere mantener el anonimato fotográfico, pese a que cada vez resulta más conocido en la ciudad. "Mi perfil, comparado con muchos otros, es pequeñísimo y humilde, pero en una ciudad como Vitoria destaca. Instagram es una revolución, los hosteleros ven que es un altavoz potentísimo y se están poniendo las pilas. Pero, eso sí, aunque es una herramienta más de publicidad, hay que estar a la altura de lo que muestras", concluye.
Porque, hace solo unos años, íbamos a comer con la carta como única referencia. Como mucho, la recomendación de algún familiar o amistad. Ahora, tenemos disponibles 20 fotos, 200 vídeos y cientos (o miles) de opiniones que, desde el sofá, nos decantan por un sitio u otro.
Los vídeos breves son la clave

Mikel, de Maik&Food, en plena comida. Foto: Maik&Food.
Mikel lo sabe bien. Hace dos años, justo antes de la pandemia, creó Maik&food. Su hábito de comer fuera de casa generaba multitud de imágenes que colgaba en su perfil personal. Y como lo mucho puede cansar, los amigos le pusieron freno. "Me dijeron que era un pesado", se ríe. En ese momento nació su nueva cuenta y, de un 'Brainstorming', el nombre.
Tecnólogo de los alimentos y profesor de física y química, aprovecha su tiempo libre para sacarlo adelante. Y han sido los 'reels' los que le han impulsado en audiencia. "No sé si por el algoritmo o por qué, porque no sé sabe muy bien cómo funciona Instagram, pero a mí me han venido bien, a la gente le gustan más", indica.
"Le pregunté a Pablo Cabezali cómo empezar. Aunque, para mí, esto es un hobby"
La rapidez está de moda. "Es difícil que alguien aguante mucho tiempo haciendo algo. Un vídeo de 5 minutos no lo vería nadie, para eso ya está Youtube. Aquí tienen que ser de 30 segundos a 1 minuto. Yo lo hago muy visual y que luego cada uno juzgue", explica.

Publicaciones en Instagam de Maik&Food.
Poco a poco va siendo un experto. La prueba y error es su 'modus operandi'. Pablo Cabezali fue quien le dio los primeros consejos. "Le pregunté cómo empezar. Fue muy amable. Aunque, a diferencia de él, para mí, ahora mismo, esto es un hobby", asegura.
"Solo me han pagado, como mucho, en 2 ocasiones. Además de alguna invitación"
El teléfono móvil y un foco pequeño para iluminar son sus acompañantes indispensables. A fotografiar y editar ha aprendido sobre la marcha. Grabar el vídeo, pensar y anotar las frases que lo acompañan, ajustar el audio a la imagen, recortar tiempos y ¡'voilá'! Una Storie o una publicación nuevas saltan a la palestra. Dicho así, suena rápido, pero requiere dedicación.
De cuentas y fama

Foto de Maik&Food en Deslorian.
No solo en Instagram, también en su blog, pensado para quienes no tengan la aplicación. En la web se explaya más y cuenta con un mapa donde aparecen todos los sitios que ha visitado, direcciones y opiniones. Vitoria, Bilbao, Donosti, Cataluña, Andalucía, Madrid, Baleares, Francia, Italia... No falta ni una. "Soy un maniático del orden y tengo todo en carpetas guardadas por ciudad, fecha y sitio", confiesa.
Una movilidad que suma algunos de sus casi 8.500 seguidores, pero los menos. Con un perfil mayoritario de menos de 50 años y repartido por igual entre hombres y mujeres, sus cifras dan buena idea de su tirón. "En los últimos 30 días he tenido un alcance de 309.000 cuentas, 77.000 visualizaciones en publicaciones y más de 200.000 los 'reels", desglosa.
"En Madrid, subí una 'Storie' y al poco me escribían de 5 cuentas para que fuera, pagándome"
Tira de humor para admitir que, por ahora, "me reconoce más gente un sábado por ahí que en un restaurante". Tampoco le gusta avisar a los sitios de su visita: "Voy por mi cuenta, pago y me voy". Y, aunque ahora sí está inmerso en una colaboración puntual, asegura que en estos dos años solo le han pagado "como mucho, en 2 ocasiones, además de alguna invitación".

Foto de Maik&Food en Tiempo de Cerezas.
"En el País Vasco no es tan normal que te llame un sitio para hacer una colaboración con vídeos y fotos. Se lleva algo más en los que abren nuevos, te invitan a comer y, a cambio, muestras tus impresiones", explica. En cambio, en ciudades grandes es de lo más habitual. Como muestra, un botón. "Estuve en Madrid hace un mes, subí una 'Storie' sin más y al poco ya me estaban escribiendo de 5 cuentas para que fuera, pagándome", ejemplifica.
"En todos mis post pongo los precios, sin trampa ni cartón"
Y es que la proyección de la publicidad en redes sociales es mayúscula. "Mucho más que en otros medios, aunque no siempre se entienda o seamos conscientes. Imagínate un post en Instagram fijado en una cuenta con miles y miles de visualizaciones. Pues en eso se fijan las agencias para elegir a quién dirigirse", ahonda Mikel.
Honestidad sin trampas
Es transparente. Igual que en sus opiniones: "Siempre pongo los precios. Sin trampa ni cartón. Si voy a un sitio y no me gusta, no lo subo. No quiero machacar. Y, si no me convence del todo, lo digo indicando que, a mi juicio, podría mejorar en este u otro aspecto".
Varios influencers planean una nueva ruta gastronómica a finales de marzo
Honestidad que no siempre es bien recibida. "Te comentan por privado, la mayoría en plan bien, pero a veces no tanto... Solo queda tener paciencia y mano izquierda", asume. 'Show must go on', que cantaba Mercury. También en Vitoria-Gasteiz, una ciudad que no siempre da para generar contenidos foodie todos los días. A veces, toca buscarlos.
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Como la ruta de tortillas por varios locales vitorianos, u otra del estilo que realizarán a finales de marzo. En plural. Porque aquí tampoco hay rivalidad. Al contrario. Surgen alianzas para potenciar los contenidos. En su caso, con guk_green_vitoriagasteiz, una cuenta que, a la gastronomía, le aúna la cultura y el ocio.
Los contenidos

Foto de El Disfrutómetro en Marvelous.
"Es muy completa", alaban sin problema desde eldisfrutometro, la cuarta en liza. En junio cumple los dos años con la intención, como el propio nombre indica, de disfrutar de una aventura y transmitirla a la gente. Cero presión a la hora de generar contenido. "El tiempo que me deja mi trabajo y otras ocupaciones, lo dedico a esto. Cuando tengo ganas y algo que contar, publico. Por un par de días sin hacerlo no pasa nada", explica su artífice.
Como los anteriores, la idea surgió de un amigo. "Me gusta mucho ir a comer por ahí y siempre lío a todo el mundo", reconoce. Toma buena nota de la opinión de sus acompañantes para reflejarlas en su valoración final.
"Aún se me hace raro que me inviten"
Al igual que El Gastronauta, prefiere mantener su anonimato y que sea su identidad virtual la que hable por él. E incluso, no pregona que es eldisfrutometro al ir a un local. "Como mucho, una vez que he pagado", reconoce. Elige sus destinos en función de apetencias o de nuevas aperturas. "A veces, vas a un sitio que se te ha ocurrido, les gusta lo que dices, y te llaman para ir de nuevo. Otros te contactan desde el principio. Cuando me llaman me lo planteo y valoro", puntualiza.
Unas colaboraciones que, en ocasiones, resultan en "una invitación o sacar algún sorteo. Pero aún se me hace raro que me inviten". Por si acaso, él prefiere no atarse demasiado y visitar "los que me gusta probar y creo que pueden ser interesantes para mis seguidores". O seguidoras, que suman el 70% de sus más de 4.000.
Bares de barrio, vídeos y estética

Foto de El Disfrutómetro en El Pintabocas.
Prueba de ello es el perfil de sus publicaciones. En ellas aparecen muchos bares de barrios de Vitoria-Gasteiz. "Mi filosofía es fortalecer estos locales. Aunque no sea lo mejor, porque muchos de ellos no tienen cuenta de Instagram", comparte. Por eso no le extraña haber recibido alguna que otra mirada desconcertada.
Y también lo contrario. Las fotos y vídeos le delatan. "Si se dan cuenta de que es para las redes y se acercan, ahí a veces cambia un poco el trato. Yo digo que me den el mismo producto y trabajado igual que lo que les puedan sacar a otra persona", detalla.
"Youtube lo veo para aumentar visualizaciones, pero los vídeso son más largos y complicados"
No se considera un crítico gastronómico, pero sabe qué le gusta y qué no. En año y medio, solo ha habido dos o tres veces en que la experiencia haya fallado por completo. "Si es un bar humilde de barrio, no lo subo. No soy quién para hacerlo y que llegue a más de 4.000 personas. No lo aconsejaré, pero no publico", apunta. Todas sus opiniones son desde el "respeto, críticas constructivas para tratar de mejorar".

Foto de uno de los sorteos de El Disfrutómetro.
Al igual que El Gastronauta Alavés y Maik&food, Instagram es su principal apuesta. Ahora está adentrándose en el universo de los vídeos. "Un vídeo corto ya te puede llevar una hora de trabajo. Youtube lo veo para aumentar las visualizaciones, pero los vídeos son más largos, complicados y de más curro. Como no quiero vivir de ello, estoy bien así. Y tampoco sé si lo veo necesario para un público como el de Gasteiz", considera.
"Hay productos increíbles en sitios que no te esperas"
Sí cuida con esmero la estética, en la que se deja aconsejar. "Nunca he sido la persona más activa en redes sociales y hago caso de lo que me dicen. Vimos que un post con el nombre del local es muy visual y facilita las búsquedas", agradece.
En casa, ensalada
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Y eso que en este tiempo ha cambiado su percepción sobre las posibilidades gastronómicas de la ciudad. Porque, ¿da de sí Vitoria-Gasteiz como para generar suficiente contenido foodie? "Antes pensaba que no. Pero desde que estoy en esto, aquí no paran de abrir cosas y estrenar productos. Y, si le das vueltas al coco, siempre salen cosas nuevas para hacer", admite con asombro.
Pero sin perder la esencia. Porque eldisfrutometro sabe a comercio de barrio. "Hay productos increíbles en sitios que no te lo esperas", sugiere. Y su público lo sabe. "En Gasteiz, por su población, el target es pequeño, pero gente muy fiel, que le gusta mucho la comida. Y cada vez nos sigue más gente joven", indica.
Por ahora está contento con la experiencia. "Aunque cada uno tiramos por nuestro camino, conoces gente. Con Maik&food y guk_green_vitoriagasteiz tenemos muy buena relación y hemos hecho cosillas juntos", aprecia. El único punto negativo de comer tanto fuera de casa es la necesidad de cuidarse dentro. "Se nota, se nota. En casa toca mucha ensalada. Eso y andar mucho. Si no sería imposible", se ríe.
El tirón de la comida
Un equilibrio obligado que tiene su recompensa en seguidores. Y es que, en la capital alavesa, como en general, lo que más mueve es la comida. Lo sabe bien Iñaki, de guk_green_vitoriagasteiz. En su cuenta muestran también planes culturales y de ocio. Pero lo que más triunfa es lo primero. "Cualquier sorteo que lanzas de comida, es lo que más comentarios tiene", apostilla.
"Al principio eran reacios, pero a partir de 6.000 seguidores empezaron a contactarnos"
En 2021, la pandemia le impulsó a este mundo. "Conocemos hosteleros, gente que lleva negocios y veíamos lo mal que lo pasaban. Ayudé a algunos con sus redes sociales, me dijeron que se me daba bien y me animé", reconoce. Y hasta hoy. Más de 9.000 seguidores avalan su propuesta variada, con la que también tratan de promocionar a artistas locales.
"Estamos en Tik Tok porque hay que estar en las redes sociales, pero no es el público al que llegamos"
Los inicios no fueron fáciles: "Contactabas con los locales para darles visibilidad, pero como no teníamos muchos seguidores, eran reacios". Pero no se rindieron. "A partir de los 6.000 ya empezaron a ponerse en contacto con nosotros. También restaurantes con más nombre, y empezó a funcionar", agradece.
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Instagram es también su canal principal, con Facebook secundario y un Tik Tok testimonial. "No es el público al que llegamos, aunque como las redes sociales se mueven tan rápido, hay que estar. Porque nunca se sabe", instruye. Una dedicación total que pasa por sacar tiempo a diario para contestar a todo el mundo. Hay que cuidar a los seguidores, mayoritariamente locales, "porque nuestro contenido siempre ha sido de aquí".
El escaparate de las redes sociales
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Y aunque considera que Instagram se ha hecho esperar en la ciudad "porque durante mucho tiempo el ocio era ir de poteo al bar de siempre", tiene claro que es el futuro. "Cada vez funcionan mejor los planes y la gente que se quiera publicitar, va a tener que ir a las redes sociales, son el escaparate donde te posicionas", recalca.
"Si algo no me ha gustado, pago el menú pero no doy visibilidad"
No obstante, es el primero en advertir sobre las complicaciones. "Pactas con los restaurantes y llegas a acuerdos, siempre pensando en el público, que puedan probarlo", confirma. Pero las malas experiencias de algunos locales hace que "no todos quieren hacer sorteos. Se han sentido decepcionados porque ellos van a ganar público de Vitoria y hay quien tiene más seguidores de fuera. Por eso hay que analizar bien la cuenta con la que vas a trabajar".
Él lo tiene claro: "Si es una publicación pagada, enseño el producto que doy. No quiero vender nada malo. Y si algo no ha gustado, pago el menú pero no doy visibilidad". Y advierte contra los dobles raseros. "Que no porque sepan quién eres te pongan el mejor plato si no es lo habitual. Porque luego la gente va a esos sitios y ve la realidad de las cosas", concluye.
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