Instinto de supervivencia
Baskonia vence al Khimki en los últimos segundos pero no logra recuperar el average
El Baskonia salió vivo de Moscú al vencer por 82-86 en un partido decisivo donde supo sobreponerse a la tensión y llevarse el triunfo en un emocionante final. Los de Tabak se agarran a la Euroliga.
El conjunto de Tabak firmó un inicio sólido y duro. Sin Lampe, San Emeterio o Bjelica en el quinteto inicial, el equipo funcionaba. 6-8 sacando dos faltas rápidas al jugador más desequilibrante de la escuadra moscovita, Zoran Planinic, y la sensación de tener las ideas claras sobre como asaltar la guarida rusa. Chapu hacía apariciones estelares para mantener al equipo por encima en el marcador y terminar el primer periodo 19-22.
El segundo acto fue de un elevado ritmo anotador. Los ataques superaron a las defensas pero Baskonia seguía mandando con ciertas alternancias en el electrónico. Lampe irrumpía con fuerza y en una buena recta final, Caja Laboral se marchó venciendo por 43-46.
Nuevamente el Baskonia, y empieza a ser algo habitual (diferente a temmporadas pasadas), firmó un gran tercer periodo. Con Nocioni y Lampe absolutamente calientes ofensivamente hablando (ambos llegaron a la veintena durante estos minutos) se logró despegar en el marcador ante un Khimki más atascado. Salieron con un 5-0 los rusos (48-46) pero a partir de ahí, Caja Laboral cogió el mando y logró un parcial de 6-18 que le permitió alcanzar los diez puntos de renta y encarar el último cuarto con un favorable 60-68.
Nemanja Bjelica se convirtió en el protagonista de los compases iniciales del último cuarto. Dos triples suyos (el segundo de nueve metros) parecían romper el partido y permitir mirar incluso de reojo al average. Nada más lejos de la realidad. Los rusos reaccionaron. Con Planinic penalizado por las personales, Koponen y Fridzon se encargaron de revolucionar el partido y Tabak se quedó sin respuesta. No pidió un tiempo muerto evidente y el partido se igualó hasta el 80-81. Un nuevo triple de un excelso Nocioni puso el 80-84 en el marcador. Los rusos sumaron, Baskonia no y en la última posesión Koponen entró a cuchillo y dejó una bomba que no entró. San Emeterio cerró el rebote y el partido desde el tiro libre (82-86).
Triunfo de incalculable valía. Permite seguir soñando con el TOP8. Queda una batalla que lidiar y será en casa. Lo que primero estaba cerca y luego imposible ahora vuelve a ser factible. Hay que rematar.
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