El Intrépido Milá: el aeronauta valenciano que murió durante su espectáculo en Vitoria

18 agosto, 2021

Capitán Milá era un acróbata y aeronauta que realizaba numerosos espectáculos por todo el mundo, y falleció en accidente en Vitoria

En 1889 el aeronauta y acróbata valenciano 'Capitán Milá' (Antonio Martínez Latur) tenía una actuación en Vitoria, en la Plaza de Toros. La expectación era máxima por verle, pero algo salió mal. Ese espectáculo fue el último que ofreció en su vida. 

A continuación vas a leer un relato novelado de lo que ocurrió aquella jornada, de la mano de marta Extramiana. Una familia de espectadores nos traslada a aquel día de 1889:

El muchacho vuelve a mirar al cielo, a través de las cortinas, mientras espera. Cielo plomizo, viento del norte... una tarde fría y húmeda que no consigue apagar la alegre agitación que le embarga. Ha oído hablar tantas veces a su padre del “intrépido Milá”, de sus increíbles acrobacias, de su valor…

No es la primera vez que va a verlo, aunque quizás era demasiado niño para disfrutarlo plenamente… y ahora le palpita el corazón recordando los relatos de su padre: Cuando lo vio en Valencia en 1882 (ese año hizo 34 espectáculos solo en Valencia) ascendiendo en el globo junto con un mono y un gato en una jaula.

Otra vez, después de realizar arriesgadas acrobacias, disparó un cañón en el aire, en otras ocasiones lanzando muñecos con paracaídas, incluso invitó a algunos afortunados a acompañarle. Siempre buscando dar al público emociones y sorpresas. ¿Con que hazaña les sorprendería este domingo?.

No es de extrañar que sea correspondido con tanto afecto, una falla en 1884, aucas (pareados), un vals de M.R. Liern...

«Cuando Milá
traiga el globo de París
dice que lo ha de estrenar
una modista de aquí.
Quiero subir, subir,
quiero bajar, bajar,
quiero subir en el globo,
en el globo de Milá»

Está tarareándolo cuando su padre irrumpe en la habitación:

-¿Ya estás preparado, hijo? – y con una sonrisa satisfecha se contesta sin esperar respuesta:

-Naturalmente que sí, hoy vas a disfrutar de un espectáculo increíble. ¡Ese hombre tiene un valor...! ¡Y siempre sorprende! Me pregunto que nos tendrá preparado.  En Valencia aparecía con una cabalgata de carrozas repartiendo flores entre sus admiradoras… que son muchas… Aunque tú eres muy joven para entender de esas cosas. – y sin detenerse siquiera para tomar aire continua.

- ¿Qué estará haciendo tu madre? ¡Con este viento no pretenderá que el sombrero permanezca en la posición que ella espera!

El muchacho se pregunta si debería decirle que él también quisiera ser admirado por las jóvenes, calcula que es mejor no hacerlo. Por instinto sabe que su padre aún le ve como un niño y desea seguir viéndolo así:

-Y mientras se hincha el globo no creas que vas a aburrirte…. música, acrobacias y volatines en tierra… pero cuando asciende…. ¡Cuando asciende…Oh, lalá!

Su madre entra en la salita, tan elegante y compuesta que parece que va a recibir a los reyes en la estación:

-Estas preciosa querida, pero vamos a llegar a tarde.

La plaza de toros de Vitoria no esta tan llena como era esperable. Probablemente el frío y la humedad han desanimado a los menos entusiastas. Su padre, sin embargo, está emocionado:

-Debutó en 1869, un niño, en la compañía circense de Tomás Teresa. Pero ya era una excelente acróbata. Claro que como sus padres también se dedicaban a esto…- No es la primera vez que su padre les cuenta la misma historia, pero el joven disfruta con su entusiasmo y su madre le sonríe con comprensión. – Allí conoció a Juan Milá, y cuando éste se independizó se lo llevó con él. Hizo muy bien, ya se notaba que tenía mucho talento.

-Mira, ya empiezan a hinchar el globo. – avisa su madre.

El globo empieza a hincharse, sujeto por unos cables unidos a unos postes

Los hornillos en medio de la plaza, alimentados con hojarasca y paja, hacen que se eleve un humo espeso. El viento lo hace girar y zarandearse dando un aire mágico a la escena. El globo empieza a hincharse como un animal desperezándose sujeto por unos cables unidos a unos postes a ambos lados, como una fiera temible que crece despacio pero inexorablemente y debe ser contenida. Mientras las notas de tonadillas conocidas acompañan a las acrobacias a pie de suelo.

-Y vaya que sí hizo bien, porque Milá enseguida se dio cuenta de que los globos aeronáuticos eran un gran espectáculo. Por eso se trajo a Félix Mayet, que venía de Francia, pero muy pronto tuvieron desacuerdos… y ahí estaba Latur, que le sustituyó ¡Y con solo 16 años!. -A veces su padre continua con su conversación sin tener en cuenta que sus interlocutores están atentos a otras cosas. Es inútil intentar sacarle de ese estado. No es la primera vez que el “capitán Milá” viene a Vitoria. Incluso, como esta vez, en otras ocasiones ha inaugurado la temporada en esta ciudad y como siempre su padre vuelve a rememorar su biografía-.

El muchacho ve aparecer a “Milá hijo”, es decir, a Antonio Martínez Latur. Va vestido de marinero, corre por todo el ruedo brincando y agitando el sombrero de hule. Luego se dirige a Milá que le espera junto a su esposa y se despiden con efusivos y un tanto exagerados abrazos y besos.

-Siempre me conmueve cuando se despide de sus padres. – dice su madre con un mohín triste. - ¡Pobres, ver como su hijo se enfrenta con la muerte!

-Te he dicho muchas veces que no son sus verdaderos padres, es parte del espectáculo, por eso le llama Milá hijo y no por su apellido real.- corrige su padre.Si,

-Desde luego lo has dicho muchas veces… pero lleva con ellos desde que era un niño así que sí que pueden considerarse como padres. – le responde enfadada.

-Tienes razón. – responde arrepentido.- Y ya han tenido varios sustos, en Barcelona al realizar una pirueta se soltó del trapecio, menos mal que cayó sobre el tejado de la plaza de toros y no al suelo. También en Alicante su globo se incendió, afortunadamente consiguió salvarse. Y en Valencia el viento lo arrastró hacia el mar y lo rescataron unos pescadores.

-¡Jesús! – exclamó su madre- No me digas eso que ahora tengo el corazón en un puño.

El muchacho siente un escalofrío; por primera vez es plenamente consciente del riesgo, no solo es audacia, habilidad… es la sombra de la muerte lo que atrae al público.

El globo “Milagro” está ya hinchado, en lugar de barquilla hay un trapecio al que el “intrépido capitán" se encarama. El público estalla en aplausos mientras se eleva.

Algo va mal en el espectáculo...

Algo va mal. El joven lo siente como algo físico. La certeza del desastre. Un golpe de viento y el globo se acerca demasiado al poste sur, parece empeñado en permanecer unido a él, los cables de agitan y se tensan como un nefasto cordón umbilical… cree percibir el gesto de dolor de Latur, como maniobra para atarse al trapecio para no caer. Arrastra el poste que choca contra el tejadillo de la plaza, parece que se ha deshecho del obstáculo y se aleja por el cielo.

Los miembros de la compañía intentan tranquilizar al público y el espectáculo continúa. Su padre está pálido, su madre tiene la cabeza inclinada, probablemente está llorando por el susto.

Su padre sostiene el periódico entre las manos, tiene los ojos húmedos. El joven no dice nada, no le abraza, hace como que no se da cuenta de esa debilidad.

"El “intrépido Milá” expiró ayer en brazos de una pareja de la guardia civil y rodeado de unos aldeanos cuando tomó tierra en el pueblo de Mendiola. Un trozo de alambre se había enredado en su muslo derecho seccionando carne, músculos y arterias hasta llegar al hueso, murió desangrado después de un trayecto de unos 15 minutos. Su cadáver fue trasladado anoche a las 12 al depósito del hospital".

Se realizó una función benéfica y los vitorianos acudieron a honrar su memoria y a acompañarle en su último viaje. Sus restos reposan en un panteón en el cementerio de Santa Isabel, en la calle San Prudencio 82, por cortesía de una familia vitoriana.

Artículo publicado originalmente el 27 de julio de 2019.