Falla el riego automático en Zabalgana, Salburua y Aretxabaleta

24 agosto, 2017

Los jardines siguen secos a pesar de que los operarios abren manualmente las electroválvulas, mientras el Ayuntamiento prepara la compra de nuevos dispositivos

Los barrios de Zabalgana, Salburua y Aretxabaleta llevan un verano sin riego automático debido a los fallos en el sistema inteligente Irrigestlife. Y así seguirán hasta que el Ayuntamiento sustituya los dispositivos estropeados por unos nuevos.

En este sentido, prepara un pliego, que "está bastante avanzado", para poder sacar "este año" a concurso público "la compra de los programadores, decodificadores y placas de decodificadores necesarios", señalan fuentes municipales.

Este gasto correría a cargo de la partida reservada en 2017 al Riego Automático y personal municipal realizaría la instalación en los jardines. Mientras tanto, Enviser ha destinado trabajadores encargados del riego manual a abrir las electroválvulas para regar los jardines donde no funciona el sistema Irrigestlife.

Sin embargo, se trata de "un proceso lento que se tiene que hacer de día. Los operarios abren manualmente 5 electroválvulas durante 20 minutos y las vuelven a cerrar. Y así sucesivamente. Por eso, en algunas zonas los jardines están más secos".

La práctica totalidad de los programadores de Irrigestlife han ido fallando desde el verano pasado

Además del área afectada por los fallos en el sistema de riego inteligente Irrigestlife, existen otros espacios que no se riegan por fugas o problemas en la instalación. En la plaza Llodio "existe una fuga grande que no se puede arreglar. Se trata de una instalación muy vieja, de fibrocemento, que está a mucha profundidad y se rompe constantemente. Se ha reparado varias veces pero vuelve a reventar".

Y en la calle Bulevar de Salburua "hay un cortocircuito y salta el programador. Los fontaneros están intentando localizar la fuente del problema pero es muy complicado".

Los problemas con Irrigestlife empezaron el verano pasado y, desde entonces, han ido dejando de funcionar "prácticamente la totalidad" del centenar de programadores de este sistema de riego inteligente, que terminó de instalarse en 2014 y en un principio se aplicaría en el 50% de toda la superficie verde regada de Vitoria.

El proyecto Irrigestlife, que parte del Proyecto Life, contó con un presupuesto de 2.817.737 euros. El 42% (1.184.213 euros) provenía de fondos europeos. El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz aportó 58.659 euros, de los cuales estaban subvencionados 9.378. También participaron en este proyecto el Centro de Estudios Ambientales (CEA), Viveros Perica, Estudios GIS y Prysma.

"El principal problema es que ha fallado la comunicación con los programadores, que son como pequeños ordenadores y sólo se pueden telegestionar". Por tanto, "no es posible maniobrar directamente sobre el aparato, con lo que se ha perdido el acceso al mismo", explican fuentes municipales.

El riego automático se ha arreglado en algunas instalaciones, como las piscinas de Gamarra, a las que se ha dado prioridad

Algunos programadores ya han sido reemplazados, pero los de Zabalgana, Salburua y Aretxabaleta no podrán ser sustituidos hasta que el Ayuntamiento compre nuevos dispositivos. El riego automático se ha arreglado en algunas instalaciones, como las piscinas de Gamarra, a las que "se ha dado prioridad".

En diversos espacios se ha solucionado el problema mediante la colocación de los programadores que se habían retirado. En otros casos, el riego de varias zonas se ha unido bajo un único programador. Y también se han comprado algunos nuevos.

"Principalmente, se han utilizado programadores de batería y multicable. A las instalaciones de programadores con decodificadores no se les ha podido dar solución porque no basta con sustituir el programador, también hay que cambiar los decodificadores. Esto supone un gasto mayor y muchas más horas de trabajo y por eso no se ha podido hacer este verano".

Sin embargo, "no todo lo realizado con el Proyecto Life ha sido inútil. Con él se hizo un inventario de todas las instalaciones de riego (que se implantó en el GIS municipal), se procedió a caracterizar las zonas verdes en función del soleamiento y a definir el caudal necesario en cada parque, se instalaron caudalímetros (contadores de pulsos), etc.", señalan desde el Ayuntamiento.