Jesucristo a ritmo de Reggaeton

8 noviembre, 2013

Los vitorianos que dedican la tarde del sábado a pasear por el centro seguramente se habrán parado algún día en los corros que cada semana desde hace un año se forman en la Virgen Blanca, junto a La Mirada de Ibarrola. Un círculo que emana música con ritmos latinos pero con unas letras que sorprenden. […]

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Los vitorianos que dedican la tarde del sábado a pasear por el centro seguramente se habrán parado algún día en los corros que cada semana desde hace un año se forman en la Virgen Blanca, junto a La Mirada de Ibarrola. Un círculo que emana música con ritmos latinos pero con unas letras que sorprenden. Es un grupo formado por jóvenes de la Iglesia Evangelista Maranatha, que desde hace un año han decidido salir a la calle para demostrar a los vitorianos quién es Jesús y quién es Dios. Bajo el lema El Evangelio Cambia, están convencidos de que los jóvenes pueden encontrar otra manera de acercarse a Jesús diferente de la norma y obligación que dicta la Religión Católica.

Su filosofía se basa, principalmente, en "enseñar a los demás el amor de Jesús por la humanidad", un mensaje similar al de la Iglesia Católica, pero con algunos matices. Valeria, una de las jóvenes integradas en esta asociación, asegura que la religión católica siempre ha querido "imponer unas normas y obligaciones" que, sin embargo, en esta iglesia asegura que no son lo esencial. Marisa,  evangelista de dicha asociación, incide en que Jesús no es un Dios castigador, si no un Dios que ama". Y su objetivo es conseguir que los jóvenes se sientan atraídos por el mensaje de Jesucristo, y para ello no dudan en acercarse a su lenguaje, con música, teatro y temas relacionados con la juventud del día a día. "Cada persona tiene un don que Dios le ha dado, y puede demostrar esas cualidades agradeciéndoselo a Jesús", insiste Marisa.

Entre los espectadores que cada sábado se acerca puede verse gente de todas las edades. Muchos les miran con curiosidad, extrañeza e incluso desdén, pero también hay quien consigue quedarse enganchado por los temas y las letras de lo que se cuenta. Es por esa gente por la que la asociación sale a la calle.

Su objetivo principal es el de ayudar a jóvenes con problemas diversos, según reconoce Marisa. Problemas como las drogas o el alcohol que, en el caso de Vitoria, no suelen ser tan graves como en otros países. Son ya varios los que se han acercado hasta ellos en busca de una respuesta y una salida.

Su sede, ubicada en el Barrio de El Pilar, acoge a medio centenar de jóvenes, que no pagan absolutamente nada por pertenecer a dicha asociación. Los miércoles es el día de los ensayos de las coreografías, compuestas en Venezuela. Y es que es en dicho país Latinoamericano donde Maranatha y El Evangelio Cambia tienen más arraigo. En España la iglesia se ha expandido ya por diversas ciudades con la misma filosofía.

Esta misma semana Maranatha Vitoria se ha reunido con el alcalde, para trasladarle a Javier Maroto su filosofía como asociación en Vitoria. Una iglesia muy peculiar y diferente, que busca recuperar la fe en un Dios dentro de un mundo cada vez menos creyente.