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Tres semanas sin noticias de Jesús Bengoa
La familia de Jesús sigue sin noticia de su paradero, 24 días después de su desaparición
Jesús Bengoa sigue desaparecido. Este ferretero jubilado de la Calle Abendaño desapareció el 13 de diciembre. Las primeras sospechas llevaron a buscarlo por Armentia, zona que frecuentaba en su paseo diario. Hubo batidas intensas, pero ninguna pista fructificó.
Las pistas se dirigieron después hacia el Zadorra, en plena crecida por las inundaciones. Se llegó a pensar incluso que podría haber caído al río, pero los Bomberos y Ertzaintza no dieron con ninguna pista que confirmase este hecho. La búsqueda se extendió por diferentes puntos de Vitoria-Gasteiz y Álava, pero se paralizó poco antes de Navidad. La última pista decía que un hombre le había visto a las 17:30 del 13 de diciembre por el Parque Del Prado. Jesús reno cita ese día para vacunarse por la tarde, pero no llegó a Txagorritxu.
Hoy Jesús sigue sin aparecer. Su familia pide ayuda a todo aquel que pueda ofrecer alguna pista adicional. Su rutina incluía, antes de desaparecer, un paseo diario por el entorno de Mendizorrotza y Armentia.
Ahora, la investigación sigue en los despachos de la Ertzaintza. Se buscan posibles pistas que sirvan para tener un hilo del que tirar. Sin ese hilo, cualquier búsqueda puede ser infructuosa. La búsqueda está 'latente'. La familia ha pedido en varias ocasiones ayuda, por si alguien se lo cruzó el pasado 13 de diciembre, el último día que fue visto.
El paseo de Jesús
Según explican los familiares, Jesús salió el lunes 13 de diciembre hacia las 13:30 desde su casa, ubicada en Portal de Castilla, junto al parque de El Prado.
Cada día realizaba el mismo paseo: desde Portal de Castilla caminaba hasta la zona de los concesionarios de alto de Armentia, posteriormente se dirigía hacia la basílica de Armentia, bordeando las campas. Cogía el carril bici de calle Malizhaeza hasta la Ikastola Olabide, bajaba hasta Mendizabala por el carril bici hasta dar con el Paseo de Fray Francisco para finalmente regresar por el paseo del Prado hasta su casa.
En el momento de la desaparición llevaba una cazadora azul de plumas, pantalón vaquero y una gorra de Northface con unas zapatillas azules.
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