El Ayuntamiento veta unas jornadas sobre ocupación en un centro cívico

La ocupación del barrio de Errekaleor cumple ya 7 años. 'El mundo mejor' impulsado en los 50 por la Iglesia acoge desde 2013 a decenas de okupas: son viviendas que el Ayuntamiento obligó a sus propietarios legítimos a vender, incluso con coacciones. A día de hoy las viviendas pertenecen a Ensanche 21, pero en el lugar se ha instalado una comunidad okupa.

Errekaleor Bizirik ha programado diversas actividades para su séptimo aniversario de la okupación. Entre ellas dos jornadas en el Centro Cívico Aldabe. La primera estaba destinada a hablar del barrio, mientras que la segunda era una charla en torno a la okupación, el tratamiento de los medios, la legislación y la experiencia de la okupación en Cataluña.

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Sin embargo el Ayuntamiento ha prohibido estas charlas. Un informe municipal considera que las charlas ensalzan un acto delictivo. La ocupación sigue siendo a día de hoy un delito, y por ello el alcalde considera que no tiene cabida en un espacio público.

El colectivo mantendrá el resto de los actos, y traslada estas charlas a Aldabe. Habrá además un campeonato de Bertsos, una marcha ciclista, mesa redonda, talleres para txikis y conciertos.

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Bombardeo mediático

Desde Errekaleor Bizirik denuncian que esta prohibición forma parte de una estrategia: "El evidente bombardeo mediático que está padeciendo el tema de la okupación, tiene el claro objetivo de criminalizar el movimiento. Ejemplo de ello son la recogida de firmas del PP en contra de la okupación; el desalojo ilegal que se realizó en pleno confinamiento del proyecto Talka; el continuo acoso policial que están sufriendo las vecinas de Olarizu o la identificación masiva con el objetivo de obstaculizar la práctica política del Gaztetxe de Gasteiz esta última semana, entre otros".

Errekaleor denuncia la publicación de "noticias sensacionalistas y con intención de posicionar a la sociedad". Y sostienen: "En muchas ocasiones hay que sobrepasar la ley para hacer frente a las injusticias".

En los últimos meses las ocupaciones de pisos sociales de Alokabide y la delincuencia en torno a los ocupas de Olarizu han puesto el problema de la ocupación en primera plana en Vitoria-Gasteiz. En estos casos se trata de perfiles distintos a los de los colectivos okupas.