Kapone: la pared es su lienzo

Miguel Ángel Medina, conocido artísticamente como Kapone, es un grafitero que llegó a Vitoria-Gasteiz desde Valladolid hace unos quince años. Tras realizar sus estudios en Valladolid y Madrid, acabó en la capital alavesa. Ahora sus elaborados y llamativos grafitis se hacen hueco en las lonjas y paredes de los diferentes barrios de la ciudad.

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Kapone, que se define como un gran amante del cómic norteamericano underground, cita al historietista estadounidense Peter Bagge como una de sus grandes influencias. "Los muñecos que Peter hace es con lo que yo empecé. Muñecos un poco 'locos', brazos sin articulaciones... todo un poco raro. Antes de hacer grafiti yo hacía cómic, así que mi referente es el cómic underground norteamericano. Después vas 'comiendo' grafiti y vas descubriendo otra gente que ni sabías que existía. Lo mejor es ir creando tu propio estilo para no estancarte en una sola forma de trabajar".

Los grafitis de Kapone, que se cuentan por decenas en los diferentes barrios de Vitoria-Gasteiz, son fácilmente identificables por sus motivos frikis y su humor: "Yo soy muy friki. Me gusta que mis grafitis llamen la atención y que cuando la gente los vea, reconozca que son míos sin necesidad de una firma. También me gusta que la gente se cree su propia historia sobre lo que ve".

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El artista vallisoletano trabaja junto a otro compañero realizando murales y decoración bajo la firma Fill in Culture en entradas de garajes, los bajos de Mendizorroza, diferentes trabajos para el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz...

Un trabajo que surgió a través del grafiti y para el que Kapone utiliza las mismas herramientas, pero entre los que Kapone ve grandes diferencias: "Para mi un grafiti es pintar donde yo quiera y cuando yo quiera. Sin tener ningún tipo de permiso y sin obtener ningún tipo de retribución", subraya.

Kapone no se esconde y no resulta difícil verle dejando su huella a plena luz del día en las paredes de los diferentes barrios gasteiztarras. Sobre todo en Zaramaga, el que él considera su barrio fetiche: "Tanto por proximidad a mi domicilio como las características de esta zona, Zaramaga es un barrio que me gusta mucho, con el que me siento muy identificado y en el que me siento muy querido y valorado".

"No tengo ningún problema en mostrarme de cara al público o llevar una camiseta en la que se lea Kapone. Sé que lo que hago no esta permitido, pero no considero que haga nada malo", añade.

"En Vitoria-Gasteiz, al igual que en otras ciudades, es ilegal. Otra cosa es que la gente sea más tolerante con el grafiti que en otras ciudades", comenta Kapone. En todo el tiempo que lleva realizando grafitis apenas ha tenido encontronazos con la policía.

El grafitero reconoce a su vez que las firmas repetitivas, que solo buscan ocupar el mayor número de paredes posibles y que quien lo vea se pregunté quién esta detrás de la misma, van a acabar cabreando a la gente. Y provocará que las multas y restricciones sean mayores.  "Hay que pintar con cabeza y no dejar la firma en propiedades como portales, negocios o coches. Una ciudad como Vitoria-Gasteiz permite a los grafiteros hacer otro tipo de grafitis más elaborados y vistosos", sentencia Kapone.