La Calle San Prudencio se abre ya a los ciudadanos en su primer tramo

Las obras de la Calle San Prudencio han dado esta semana un gran paso con la colocación del asfalto en el tramo entre Dato y San Antonio, lo que ha permitido también retirar las vallas. El asfalto permite ya a los viandantes recorrer la calle sin la presencia de desniveles. Eso sí, hay que tener en cuenta que este no será el aspecto final. Ayer eran muchos los que, al pasar por esa vía observaban el asfalto y mostraban su desagrado por el aspecto actual, muy basto y tosco, con apariencia de carretera..

Y es que la calle aún no está terminada y el asfalto no se ha pulido. Una vez que esto suceda, el aspecto de San Prudencio será más elegante, similar al del Kiosko de La Florida o a la Calle Ricardo Buesa. La nueva vía será un espacio abierto, en el que no habrá tanto mobiliario como hasta ahora, donde las jardineras y los bancos eran una constante por toda la calle. La nueva calle está pensada para el peatón y para la instalación de los veladores de la decena de bares presentes en la zona.

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El asfalto pulido se ha convertido en los últimos años en el mayor recurso del Ayuntamiento. Una decisión que se justifica por su menor coste respecto a otros acabados y por su resistencia, al permitir el paso de vehículos y los cambios de tiempo sin causar los problemas que tienen las baldosas o el hormigón existente por ejemplo en General Álava.

Las obras de la Calle San Prudencio arrancaron poco después de fiestas en el tramo ya terminado, y lo hicieron después del FesTVal en el tramo comprendido entre Fueros y Dato. Las obras costarán 435.572 euros, que costeará el Gobierno Vasco gracias al acuerdo de inversiones alcanzado para Vitoria en el Parlamento.

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