Vitoria tiene desde hace tiempo un problema con fuentes y estanques de la ciudad. Muchas de ellas acumulan suciedad de forma reiterada. Pero en algunos casos la situación es aún más preocupante. Es el caso del estanque ubicado al final de Juan Carlos I. Y es que el proyecto contemplaba rematar la Avenida con varias láminas de agua. Ninguna de las tres existentes funcionan correctamente. Los focos y los chorros de agua están averiados o simplemente no se encienden.
Pero al margen de ello la suciedad se acumula en estos estanques. La falta de limpieza ha provocado que broten algas y otros elementos en esa charca, en la que el agua no corre (no funcionan los chorros) y permanece totalmente estancada. Un estanque que se ha convertido en una auténtica ciénaga.
La suciedad y la mala imagen es evidente, más teniendo en cuenta que a apenas unos metros se ubica el humedal de Salburua.
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