La clínica Álava cierra su unidad de cuidados paliativos
La residencia IMQ Igurco Araba aumentará su capacidad de 50 a 90 plazas
La clínica Álava (ahora llamada IMQ Igurco Araba) ya no atenderá a pacientes crónicos de larga duración o con necesidad de cuidados paliativos. El convenio entre IMQ Igurco Araba y Osakidetza ha finalizado. En los últimos años este convenio permitía a enfermos crónicos ingresar en este centro sin necesidad de acudir al Hospital de Leza. En 2019 IMQ se hizo con la Clínica Álava, que entonces vendía el centro como "la única unidad de cuidados paliativos y crónicos de media y larga estancia existente en Vitoria-Gasteiz".
Ahora la residencia ha solicitado ampliar el número de plazas residenciales en su centro. Pasará así de las actuales 50 a un total de 90 plazas, aprovechando el cierre de la unidad de cuidados paliativos.
IMQ Igurco Araba atendió durante la pandemia a las personas mayores con coronavirus de Álava en una colaboración realizada entre Osakidetza, la Diputación Foral de Álava y la residencia. Tras la reforma que se está llevando a cabo actualmente para cumplir con la más reciente normativa, se centrará exclusivamente en atender a personas mayores.
Unidad de recuperación funcional
Una vez superada la pandemia, se ha retomado la normalidad del centro, incluyendo la de su gimnasio de rehabilitación, donde desarrolla la actividad de la unidad de recuperación funcional. La URF es un servicio especializado en personas que se encuentran superando un problema agudo de salud con una pérdida de autonomía potencialmente recuperable.
La URF se centra en tres tipos principales de pacientes. Por un lado, se encuentran aquellas personas mayores con problemas traumatológicos precisan de una rehabilitación específica mientras consolida la lesión. Otro grupo son las personas que han sufrido un accidente cerebro-vascular (ictus), una hemorragia tras un traumatismo craneal o han sido operados de un tumor cerebral. Y por último, la URF también se ocupa de las personas mayores que han pasado una convalecencia larga y debilitante (una hospitalización prolongada a causa de la Covid-19, una neumonía o una infección de orina complicada, por ejemplo).
En todos los casos, tras un período de rehabilitación, la persona trabaja de manera constante para recobrar el nivel de autonomía previo, con el objetivo de regresar a su domicilio tan pronto como sea posible y en las mejores condiciones de salud y capacidad para desempeñar las actividades básicas de la vida diaria.
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